Buena Data en La Prensa

Prisioneros de sus decisiones

La semana pasada, en una nota publicada por Infobae, la vicejefa del gobierno de la Ciudad, Clara Muzzio, manifestó su preocupación por la acentuada baja del índice de natalidad en la Ciudad de Buenos Aires.

La funcionaria advirtió que para 2028 el 40% de las vacantes para primer grado quedarán sin ocupar o serán cubiertas por niños que no son originarios de nuestra ciudad. 

CASI DOS DÉCADAS DE GOBIERNO

Si bien es verdad que ciertas modas o preferencias culturales de las grandes ciudades no son achacables a un gobierno, ya que en mayor o menor medida esta preocupante tendencia antinatalista se repite en muchos lugares del planeta, sobre todo, en occidente. Tampoco es solo un fenómeno capitalino. 

Según un informe elaborado por el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, la tasa de natalidad en Argentina descendió un 40% desde 2014 siendo una de las más pronunciadas de América Latina. 

La vicejefa del gobierno porteño pertenece al partido que gobernó la ciudad desde diciembre de 2007 a la fecha, ininterrumpidamente. Sabemos que la mayoría de las políticas públicas, sobre todo las relacionadas con la demografía y la población, obtienen sus resultados tiempo después. Las consecuencias no son inmediatas.

Aunque tenemos conciencia de que la cuestión del descenso de la natalidad es multicausal y complejo, de todos modos, es válido aventurar una reflexión al respecto: con aborto libre, anticoncepción masiva y promoción de uniones infecundas difícilmente se obtengan otros resultados.

SI NO LOS DEJAN NACER…

Si bien la legalización del aborto llegó en 2020 ya desde hacía unos años se realizaban Interrupciones Legales del Embarazo. En 2012, el fallo FAL ordenó a las jurisdicciones la elaboración de protocolos para que se lleven adelante abortos legales bajo determinadas circunstancias muy amplias. Según un documento de la Red de Acceso al Aborto Seguro (REDAAS) entre 2014 y 2020 ya se habían realizado 15.931 ILE en la ciudad. Los abortos se incrementan de año a año. 

Informa la Lic. Mónica del Río a través de su boletín Notivida que el año pasado “En respuesta a un pedido de informes, el Ministerio de Salud del GCBA, notificó a este medio que durante 2024 “se realizaron 9646 procedimientos de IVE/ILE” en los centros públicos de salud. 

Buenos Aires es una de las ciudades argentinas en la que se realizan más abortos en relación con su población femenina fértil, la inmensa mayoría de ellos, en mujeres entre 20 y 49 años.

ANTICONCEPCIÓN MASIVA

“En hospitales y centros de salud de la Ciudad podés acceder al método anticonceptivo que elijas. La atención y los métodos son gratuitos en el sistema público y deben ser entregados sin costo adicional en obras sociales y prepagas” anuncia la web del GCBA.

NOTIVIDA informa que solo en el primer semestre de 2024 se colocaron 6.599 implantes subdérmicos, 1.713 dispositivos intrauterinos, 155 sistemas intrauterinos y se realizaron 881 ligaduras tubarias. El promedio de hijos por mujer en la ciudad es de 0,9 y la edad promedio para tener el primer hijo es entre 30 y 34 años.

UNIONES INFECUNDAS

El gobierno del partido amarillo promovió las uniones homosexuales desde la primera década de los 2000. En 2009, la jueza Gabriela Seijas del fuero Contencioso Administrativo de la ciudad dictó un fallo que permitió a Alejandro Freyre y José María Di Bello contraer matrimonio, convirtiéndose en la primera pareja homosexual en casarse en Latinoamérica. “Tuve un debate interno importante, sopesando mi formación, mi historia con mi búsqueda de las mejores costumbres y las mejores libertades. Y siento que es un paso importante. El mundo va en esta dirección. Tenemos que convivir y aceptar esta realidad. Espero que sean felices" dijo Mauricio Macri, entonces jefe de Gobierno porteño. 

Las uniones naturalmente infecundas, se celebraron con sendas peatonales multicolores y “homosemáforos” de avenida de Mayo y otras arterias céntricas. Siguiendo la coherencia ideológica, en 2015 el entonces jefe de gobierno Horacio Rodriguez Larreta confirmó que “Buenos Aires es una ciudad muy abierta, lo que se llama una ciudad gay-friendly”.

Según informaba la CNN en español el 2017 en el evento de la Conferencia Internacional de negocios y turismo LGTBIQ+ (GNetwork360), 200 líderes LGBT que representaban al sector turístico latinoamericano, votaron por los lugares con mejor servicio ‘gay friendly’: las palmas las llevó Buenos Aires como mejor destino y mejor centro urbano para la comunidad LGBT.

En noviembre de 2020 la bandera multicolor fue enarbolada en los mástiles del teatro Colón sustituyendo a las banderas argentinas. 

Con el nuevo jefe de gobierno estas tendencias no han cambiado sustancialmente. 

¿SOLUCIÓN?

La vicejefa de Gobierno declaraba en la entrevista citada que una solución es fomentar la inmigración, pero que al mismo tiempo puede llegar a ser una fuente de tensiones. ““Reemplazar al 30 o 40% de la población por extranjeros puede tener efectos positivos inmediatos: rejuvenecimiento poblacional, muchos más niños, impulso económico, crecimiento. Pero no será gratis. La incorporación masiva de extranjeros puede crear tensiones culturales si los recién llegados tienen creencias o valores opuestos a los locales. Además, habrá una presión creciente sobre servicios como salud, educación o ayuda social. En ese contexto, los porteños pueden sentir que los inmigrantes gastan el dinero de sus impuestos y compiten por empleos”.

¿No sería mejor cambiar de rumbo y promover políticas que promuevan la familia natural y crear condiciones para el incremento de la natalidad?  

Dicen que “usted es libre para hacer sus elecciones, pero es prisionero de sus consecuencias”. Es difícil entender que con las políticas públicas establecidas en casi 20 años no se hayan previsto: ¿ineptitud, ingenuidad o cinismo? 

 

 

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