Prevost nunca tuvo rivales en el Cónclave, revela un libro
La historia secreta del cónclave que eligió Papa a Robert Prevost es develada en un libro que ayer salió a la venta en España y destruye la narrativa de los diarios italianos de que fue una “ardua” pulseada, habida cuenta que el ganador “nunca tuvo rivales”, ni siquiera el candidato que impulsaban como favorito esos mismos medios, Pietro Parolin, aunque es cierto que la primera votación mostró a más de 30 cardenales obteniendo sufragios, pero solo tres entre 20 y 30, apareciendo en la cima el húngaro Péter Erdö, la baza de los conservadores a quien su frágil forma física le hizo perder apoyo en la siguiente fumata, donde creció el purpurado estadounidense, mientras que Parolin, que completaba el podio, pasó a ser escolta, acabándose así con otro mito: que le cedió sus votos al finalmente proclamado sucesor de Francisco. Cuarto, para la estadística, quedó el francés Jean-Marc Noël Aveline.
El último cónclave (Arpa) narra a través de los ojos de los periodistas Elisabetta Piqué y Gerard O'Connell aquellos frenéticos días que comenzaron con la muerte de Francisco el 21 de abril hasta la rápida elección de su reemplazante el 8 de mayo.
"Nuestra versión es diferente gracias a que hemos escuchado a muchos cardenales que han relatado cosas muy interesantes”, explicó el corresponsal de la revista católica 'America'.
En el libro, concebido como un diario, se detalla que el italiano Beniamino Stella desconcertó a todos al atacar abiertamente a Bergoglio "por ignorar la arraigada tradición de la Iglesia que vinculaba el poder de gobierno con las órdenes sagradas".
Mientras los purpurados entraban a las congregaciones, periodistas de una conocida pagina web de información católica tradicionalista repartían biografías de los cardenales y otro libro: The St. Gallen Mafia (La mafia de St. Gallen), subtitulado Exposing the secret reformist group within the Church (Exponiendo los secretos del grupo reformista dentro de la Iglesia) que intentó influenciar en el cónclave.
VOTACION REPETIDA
El texto describe que hubo que repetir una votación porque el español Carlos Osoro Sierra introdujo por error dos papeletas y que algunos de los participantes tuvieron que ser despertados “ a los gritos” en Santa Marta para ir a la Sixtina porque se habían quedado dormidos sin la "alarma" de sus celulares, que no podían portar consigo dado que debían estar totalmente aislados del exterior. El Vaticano les regaló después un despertador.
Además se cuenta que durante la primera votación, los encargados de seguridad advirtieron que ¡desde la Capilla Sixtina estaban captando una señal!
El “infractor”, uno de los más ancianos, descubrió que tenía su teléfono en el bolsillo. “Desorientado y acongojado, entregó el arma del delito", añade este capítulo dedicado a las anécdotas “graciosas”.
