Guillermo Francos, ministro del Interior.
A pesar de las versiones sobre la inminente defenestración del ministro Guillermo Francos tras el fracaso de la ley “Bases”, el funcionario siguió en su cargo. En la Casa Rosada explicaron que esa decisión obedeció a que Francos se dio cuenta de que los gobernadores lo estaban usando y que nunca habían pensado seriamente en apoyar la norma. Eso lo hizo encolumnarse rápidamente detrás de Luis Caputo. Dejó de esa manera el perfil “dialoguista” para pasarse al sector de los halcones del gabinete que se está fortaleciendo en las últimas semanas con el jefe de gabinete Posse a la cabeza.
Reaparición de Macri
Uno de los efectos del fracaso de la ley “Bases” fue el de avanzar en la idea de una alianza estable con el macrismo. Desde Cumelén el ex presidente reaccionó rápido al revés parlamentario que entre otras cosas significó el acta de defunción de Juntos por el Cambio, que lo había llegado al poder en 2015. Ni los radicales ni la Coalición Cívica le resultan ya funcionales a Milei que sumará macristas y bullrichistas por igual. Cree que debe fortalecer a la ministro de Seguridad porque si las presiones políticas del peronismo no dan resultado la próxima movida opositora será la lucha por la calle.
Desinflación I
No sólo los gobernadores presionan para zafar del ajuste. El presidente Javier Milei también está empezando a oír reclamos de los bancos y desde Wall Street en contra de la devaluación del 2% mensual y a favor de un “salto” cambiario. Pero desde Economía y desde el Banco Central dicen que están viendo bajar más fuerte de lo que esperaban la inflación y que van a seguir usando el dólar como ancla. Hay consultoras como Eco Go que para enero calculan que la inflación será del 20% y a las que las mediciones de los primeros días de febrero dan para ese mes un14%. Si eso ocurre el plan se consolidará.
Desinflación II
¿Por qué a pesar del caos político el dólar no se escapa y la inflación muestra una tendencia a disminuir? En el gobierno creen que el fenómeno responde a una combinación de factores. El primero es la política monetaria. La falta de asistencia del BCRA al Tesoro, también llamado apretón monetario, hace que haya menos pesos en la calle para convalidar la brutal suba de precios de diciembre y enero o para irse al dólar. Eso le pone un límite a la licuación del gasto público por inflación, pero al mismo tiempo da un respiro a los consumidores. El otro factor es el aumento de la recesión.