La pelea contra el olvido que propone Pablo Gorlero está perdida, lo sabemos. El tiempo está invicto y es una cuestión matemática y filosófica casi. Pero, cómo disfrutamos cada round. Cómo aplaudimos cada uno de los combates que nos traen a glorias pasadas, aunque más no sea para disfrutarlas un poco más o revalidar sus logros. Como otrora hiciera Gorlero con el infantil 'Sr. Imaginación' o con su reciente exposición sobre 'Titanes en el ring', ahora es el turno de rememorar a cuatro divas de nuestro espectáculo: Libertad Lamarque, Fanny Navarro, Zully Moreno y Tita Merello.
Escrita por Luis Longhi (tanto la dramaturgia como las letras de las canciones) y con música y dirección musical de Juan Ignacio López, 'Eternidades, té póstumo en hall de cine' nos muestra un encuentro entre estas cuatro celebridades del cine, momento en el que saldrán a la luz algunas coincidencias y varios reproches. Ellas, física y estéticamente en su plenitud, están como en un limbo que las iguala en tiempo y espacio, escala previa a alcanzar la eternidad.
Y es en ese estadio confuso y onírico donde comienzan a reconocer su trayectoria, su esencia y a confesar quiénes son, mientras repasan el camino recorrido hasta llegar ahí, con sus amores, enemigos, aciertos y tragedias. Es que sus vidas no fueron color de rosa y aunque la fotografía de la eternidad las muestre sonriendo es el espanto lo que realmente las forja en bronce.
ORIGINALIDAD
El acierto de Gorlero en 'Eternidades...' es no caer en lugares comunes y así no maltratar al espectador. La obra no tiene golpes bajos, no tiene audiovisuales que podrían inundar la sala de lágrimas ni recurre a las canciones típicas que hipnotizan a cualquiera. Todo es original, desde las canciones que canta cada una de ellas hasta sus hipotéticos diálogos. Así acapara la atención de igual manera pero deja que cada uno vaya por los sitios que sus recuerdos lo lleven. Es democrático en ese sentido y se celebra.
Sofía Almuina brilla como Zully Moreno, tanto en su look como en lo musical y su cuadro es uno de los momentos más altos de la obra. El detalle de la iluminación que la hace brillar en todo momento, cual diva de Hollywood, es cinematográfico. Acompaña el histrionismo de Lucía Andrada como Libertad Lamarque y de Agustina D'Angelo triangulando entre la Tita Merello original y las versiones de Mercedes Funes y Nacha Guevara. Cierra este cuarteto la firmeza escénica y vocal de Jimena Gonik como Fanny Navarro, quien en su monólogo hiela de silencio la sala.
La fotografía final es lo que 'Eternidades...' necesita: un cierre emotivo pero definitivo. Y hasta deja una posición marcada, que sospechamos es la de la mayoría. Por último, llega ese aplauso multidireccional dedicado a las cuatro protagonistas, a sus creadores (Gorlero, Longhi y López) y, claramente, a Zully, Fanny, Libertad y Tita. Estén donde estén, como dice la obra, arriba o abajo.
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