La Mirada Global

Podría ser Valérie Pécresse la primera presidente mujer de Francia

Francia tendrá sus próximas elecciones presidenciales el año que viene. El largo camino político a recorrer para ello ya se está transitando.­

Los Republicanos (el partido del general De Gaulle, Georges Pompidou, Jaques Chirac, y Nicolás Sarkozy, entre otros) acaban de generar la primera sorpresa al elegir como candidata a Valérie Pécresse, que así está desafiando abiertamente al presidente actual, Emmanuel Macron, en sus pretensiones de obtener un nuevo mandato y ser reelecto. ­

Su principal objetivo es, por ahora al menos, el de poner límites a lo que la mencionada Pécresse denomina "una inmigración descontrolada" que afecta adversamente a Francia. Para ello, anuncia su determinación de "terminar" con los ghettos de inmigrantes y "rehacer" la nación gala. ­

Esto es, dice, "recuperar el estilo de vida francés, que se ha extraviado". Para ello propone defender el "pasado común". La identidad propia, entonces. 

Para así interrumpir la lenta pero continua declinación de su país. Saliendo del actual "inmovilismo", que achaca a Emmanuel Macron, pasando decididamente a la acción, en cuya urgente necesidad cree, obsesivamente.

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LABORIOSA­

­Valérie Pécresse es una mujer sumamente trabajadora. De 54 años de edad, con una amplia experiencia en el mundo de la política y en el sector público. Especialmente en el capítulo de la educación y en el del Presupuesto. 

En el camino ha dejado ya a rivales de mucho fuste, realmente. Como Michel Barnier, el respetado negociador europeo del Brexit. ­

Hoy Valérie Pécresse gobierna a Ile de France, la región de su país que, con doce millones de habitantes, incluye a la ciudad de Paris. De resultar eventualmente electa, Valérie Pécresse sería nada menos que la primera mujer en la historia que llega a la más alta magistratura francesa. 

Cuando de definirse a sí misma se trata, lo hace muy gráficamente: "Soy dos tercios Angela Merkel y un tercio Margaret Thatcher, sostiene.'' ­

Las encuestas sugieren que vencería claramente a la veterana Marine Le Pen, con una primera vuelta en la que podría alcanzar el 20% de los sufragios. También, aunque más ajustadamente, se impondría a Emmanuel Macron.

Vive en el barrio que quizás hoy es el más importante de Paris, en el sudoeste de la Ciudad-luz. Casada, tiene tres hijos. Es católica, por lo demás. Para distinguirse de los otros, menciona con alguna frecuencia su descendencia de familiares provenientes de Córcega. Políglota, habla correctamente inglés, así como el idioma ruso y el japonés.­

En materia económica, Pécresse es más bien conservadora. Por ello no sorprende demasiado que proponga reducir el empleo en el sector público. Drásticamente, sugiere que es imperioso cortar unos 200.000 puestos administrativos de trabajo. Macron, en su momento prometió algo semejante, pero no lo cumplió. ­

Nadie se anima, en la Argentina, a decir o proponer siquiera algo semejante, de modo concreto. Por esto la larga decadencia de nuestro país, que lleva ya nada menos que 70 lamentables años, sin miras de cambio alguno.

Pécresse ya está, entonces, en la cancha. Su objetivo es bien claro, transformarse en la primera presidente mujer de Francia. Lo que ya no luce como un sueño imposible. Ni para ella, ni para muchos de los analistas que siguen de cerca su veloz trayectoria.­

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INTOLERANTES­

­Mientras tanto, el 8 de diciembre pasado, en la ciudad de Fontenelles, en Nanterre, una pequeña procesión católica realizada en honor de la Virgen María, que debía recorrer una trayectoria de apenas un kilómetro, fue atacada con suma violencia por un grupo de intolerantes, al tiempo de hacerla víctima de golpes e insultos de todo tipo, en demostración palmaria de peligrosa intolerancia. ­

Algo parecido ocurrió, asimismo, en París con otra procesión católica agredida que había sido organizada con la colaboración de la Orden de Malta, que resultó objeto de una cobarde agresión, bastante similar. Recordaba los cobardes asesinatos de 1871 de los que fueran víctimas, en la propia París, algunos católicos.­

Francia, país laico que asegura las libertades individuales, entre las que ciertamente está la libertad religiosa, ha sido blanco de reiterados ataques similares al ocurrido en Fontenelles. Por ello, está en alerta.

Pese a que los republicanos, precisamente, han estado en el poder francés todo a lo largo de los últimos 9 años. Pero, como queda visto, no han podido desterrar las manifestaciones violentas de odio, precisamente como la ocurrida en Fontenelles, antes citada. Para Pécresse, antes de defender la propia identidad, hay que tener claro su contenido. ­

De lo contrario, muchos de los inmigrantes que llegan a Francia desde otros rincones del mundo en busca de oportunidades que no tienen en sus respectivos lugares de origen, continuarán sin respetar, como deben, al país que generosamente, les da alojamiento y les promete un futuro mejor. ­

Lo harán recortando desaprensivamente su identidad. Lastimándola e ignorándola. Imponiendo en cambio, consciente o inconscientemente la propia, lo que, por lo menos, es una lamentable falta de respeto al país de refugio y a sus habitantes que, según es muy cierto, les abren generosamente los brazos.­