Plásticos: una amenaza para la salud aún subestimada

La contaminación por plásticos es una amenaza para la salud no reconocida lo suficiente, advierte un grupo de expertos en la revista The Lancet, que recuerda que és-tos causan enfermedad y muertes, desde la infancia hasta la vejez, con un impacto que recae desproporcio-nadamente en las poblaciones de menos ingresos.
Además, recuerdan los autores, los plásticos son res-ponsables de pérdidas económicas relacionadas con la salud que superan los 1,5 billones de dólares anuales.
Los expertos advierten que, si no hay cambios, la pro-ducción de plástico casi se triplicaría entre 2019 y 2060
En el artículo también se anuncia una iniciativa para ha-cer seguimiento de los efectos en la salud y supervisar los avances. Los expertos, de diversas instituciones, en-tre ellas estadounidenses, australianas y alemanas, pi-den que se preste mayor atención a los efectos sobre la salud a la hora de considerar la contaminación por estos materiales. También mencionan que, si no se producen cambios, la producción de plástico casi se triplicaría en-tre 2019 y 2060.
En el texto, los científicos revisan las pruebas actuales sobre cómo los plásticos, incluidos los microplásticos y los productos químicos en ellos, afectan a la salud hu-mana.

Las emisiones atmosféricas procedentes de su produc-ción incluyen partículas en suspensión (PM2,5), dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, así como sustancias químicas peligrosas a las que pueden estar expuestos los trabajadores del sector del plástico.

Las emisiones atmosféricas procedentes de su produc-ción incluyen partículas en suspensión (PM2,5), dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, así como sustancias químicas peligrosas
Además, los expertos denuncian que existe “una falta de transparencia” en torno a las sustancias químicas presentes en los plásticos, sus volúmenes de produc-ción, sus usos y su toxicidad conocida o potencial.
En cuanto a los últimos estudios publicados sobre la presencia de microplásticos en tejidos y fluidos corpora-les –hay informes que aseguran que se han encontrado en pulmón, riñón, cerebro, torrente sanguíneo o semen–, los investigadores señalan que, aunque se necesitan más investigaciones para comprender la relación con los posibles efectos sobre la salud, se justifica un enfo-que precautorio.
El artículo de The Lancet también recoge la estimación de que el 57 % de los residuos plásticos no gestionados se queman al aire libre, lo que constituye una importante fuente de contaminación atmosférica en los países de ingresos bajos y medios.
Y los residuos plásticos pueden proporcionar un hábitat para que los mosquitos pongan sus huevos y para el crecimiento de microorganismos, lo que podría contri-buir a la propagación de enfermedades transmitidas por vectores y a la resistencia a los antimicrobianos.
El 57 % de los residuos plásticos no gestionados se queman al aire libre, lo que constituye una importante fuente de contaminación atmosférica en los países de ingresos bajos
“Queremos que la gente sea consciente de que el plás-tico no es tan seguro, tan cómodo ni tan barato como cree”, afirma Philip Landrigan, uno de los autores, profe-sor de Biología en la Universidad de Boston.

“Los plásticos se fabrican a partir de combustibles fósi-les, contaminan los alimentos y el agua, están relacio-nados con muchas enfermedades humanas y suponen unos costes elevados en atención médica y daños me-dioambientales”, afirma en un comunicado de su univer-sidad.