Buena Data en La Prensa

Peronitis (II parte)


Hace dos meses intentamos desde esta columna explicar en parte este extraño fenómeno que aqueja a nuestro país desde hace casi ocho décadas llamado peronismo.

En esa oportunidad dijimos entre otras cosas que es "una extraña afección que se da en la Argentina, que ha contagiado casi todos los organismos del poder y a otras fuerzas políticas, para la cual todavía no encontramos un tratamiento o una vacuna que lo erradique". Por otro lado, también hemos mencionado la manera que han encontrado muchos de justificar su actuación política diciendo que es un movimiento y así explicar sus diferentes cambios en el ejercicio del poder, o también la más ocurrente de todas las explicaciones que es la expresada por el Sr. Julio Bárbaro: "el peronismo es un recuerdo que trae votos".

AUTORITARISMO Y DEMAGOGIA

El gobierno que ejerció Juan Domingo Perón entre el 4 de junio de 1946 y el 16 de septiembre de 1955, fue un gobierno autoritario en el que se combatió a todo aquél que no estuviera de acuerdo con lo que Perón y su mujer querían.

Es así como, haciendo un rápido repaso por ese duro y triste período de nuestra historia, en que se trató al que pensaba distinto como a un enemigo, podemos enumerar algunas de las cuantiosas acciones llevadas a cabo por el régimen:

Se incorporó a los libros de lectura escolares, textos e imágenes exaltando la figura del matrimonio presidencial poniéndolos como próceres, se impuso el nombre de Perón y Eva Perón a provincias, ciudades, pueblos, barrios, hospitales, etc. Al pelearse con la Iglesia reemplazo imágenes religiosas por el retrato de ambos, sancionó la ley de divorcio vincular, sus acólitos incendiaron y profanaron doce Iglesias de la Ciudad de Buenos Aires y la Curia Metropolitana, haciendo que la policía y los bomberos no actuaran a tiempo pese a estar todas en el radio céntrico y cerca de la Casa Rosada. Cambió la Constitución Nacional vulnerando la mayoría exigida para su modificación en 1949, dispuso el luto obligatorio cuando murió Eva. Fueron incendiadas la Casa Radical, la Casa del Pueblo, la sede del Partido Demócrata Nacional y el Jockey Club. Encarceló a adversarios políticos, entre ellos al líder radical Ricardo Balbín. Clausuró y confiscó el diario La Prensa, también clausuró “La Vanguardia” y “La Nueva Provincia” entre otros. Instituyó la medalla de la lealtad peronista, creó los jefes de manzana cuya misión era señalar a los opositores.

Dividió a la familia argentina, se desató la inflación como nunca había ocurrido. Las frases predilectas eran “Alpargatas sí, libros no”. “Haga patria mate un estudiante”. Fue la época del “San Perón” y de la infaltable marcha aduladora del “jefe” en la que entre otras barbaridades se lo menciona como ¡el primer trabajador!

DIVULGADOR DE VIOLENCIA

Sus famosas arengas a la multitud en la Plaza de Mayo, se basaron siempre en denostar a los que pensaban distinto y en promover la violencia.

Es así como desde los balcones de la Casa de Gobierno se escucharon frases como: “El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan” (2/8/46). “Levantaremos orcas en todo el país para colgar a los opositores” (8/9/47). “Vamos a salir a la calle, de una sola vez, para que no vuelvan nunca más ni los hijos de ellos” (8/6/51). “Distribuiremos alambre de enfardar para colgar a nuestros enemigos” (31/8/51). “Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden en contra de las autoridades…puede ser muerto por cualquier argentino” (31/8/55). “Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos” (31/8/55).

También es recordada su famosa frase ¡Al enemigo ni justicia!, la cual volvió repetir por televisión en junio de 1972.

LA VUELTA

En 1973, con la vuelta del peronismo en el poder: Cámpora, Lastiri, Perón y María Estela Martínez, se inició otro de los períodos más violentos de nuestra historia. El terrorismo subversivo con atentados explosivos que causaron miles de víctimas, los secuestros y asesinatos de Rucci, Mor Roig, del Comisario Gral. Villar y su esposa, del Capitán Viola y su pequeña hija, el secuestro y asesinato del Cnel. Larrabure, son parte de una larga lista de víctimas.

Huelgas, desabastecimiento, el famoso “Rodrigazo” que significó un incremento inflacionario entre un 200 y 400% de un día para el otro, “el brujo” López Rega que era el hombre más influyente sobre Perón y su mujer, ascendió de Cabo de la Policía Federal a Comisario General (Decreto 1350 del 3/5/74) y fue el mentor de la famosa organización parapolicial denominada Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).

Pasaron 49 años de la muerte de Perón. Su legado y sus herederos políticos son los mayores responsables de este dramático presente que vivimos.

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