El rincón del historiador

¿Pepe Galleta o un guapo en camiseta?


Resulta que las almas bellas de Argentina, los capullitos de luz, hombres y mujeres educados por Eugenia de Chikof ponen el grito en el cielo por los pésimos modales y peores palabras del presidente Javier Milei. En este caso particular, por su controversia con el Presidente español y su mujer.

Aclaro que no comparto el estilo personal del Presidente. Más que un barra brava, como dicen algunos periodistas, parece un personaje salido de una poesía del Malevo Muñoz, apenas un matón de vodevil. Creo fuertemente en el estilo del general Julio A. Roca cuando le decía a su concuñado: “En política no se debe herir a nadie, ni lanzar palabras irreparables, porque uno no sabe si el enemigo con quien hoy se combate será mi amigo mañana”. Pero bueno, es posible que Roca aparezca una sola vez en nuestra historia. Mientras tanto seguimos andando.

SEPULCROS BLANQUEADOS

De todos modos la hipocresía del progresismo y la izquierda no tiene límites. Se agarran la cabeza frente al desenfreno del Presidente, que se parece más a un personaje de Pepe Biondi, que a los asesinos que ellos exaltan. Por ejemplo Fidel Castro o el Che Guevara. Nada dijeron, ni lo recuerdan ahora, cuando hace veinte años su valorado Fidel llamó lamebotas de los yanquis y monigote de los Estados Unidos al Presidente de La Rua. Y luego cuando ya estaba Duhalde, y Ruckauf era el Canciller, el criminal de la Habana aseguró que “el gobierno argentino está integrado por un montón de hipócritas, pigmeos y cucarachas. Y si alguna vez dije que De La Rua era un lamebotas, el actual gobierno está por debajo ya; no se sabe en qué nivel, lo que están lamiendo ya son las sobras, las ruinas”.

LOS AMIGOS DE UNOS Y LOS AMIGOS DE OTROS

Y ya que de impostores hablamos, con unos renglones más alcanza para sacarles la careta. Resulta que el Presidente se reconoce como un gran admirador de Margaret Thatcher. En verdad tanto su gobierno como el de Reagan significaron una novedosa actualización del capitalismo. Una revolución. Luego el comunismo cayó y se derrumbó el Muro de Berlín. Ganaron las democracias occidentales. ¡Bien!

Milei admira esa revolución capitalista. A partir de este respeto y valoración de la Dama de Hierro la progresía afirma que Milei es un traidor a la Patria porque con ese arrobamiento se entregan las Malvinas. La picardía de la izquierda es muy chiquita, no desprecian a Thatcher por Malvinas, la odian porque con ella triunfó al capitalismo. La Guerra de Malvinas la llevaron adelante las FF.AA. que años antes había vencido a la subversión. Por lo tanto para la izquierda y la progresía la guerra está bajo observación, fundamentalmente sus Jefes.

La izquierda y la progresía debiera ser más juiciosa en sus opiniones puesto que sus amados héroes, Fidel y el Che provocaron, por sus disparates ideológicos, un baño de sangre en América Hispana