El filme `La odisea de los giles' se estrena este viernes en cuarenta pantallas de Japón­

Películas que tienden puentes­

Al cumplirse este año ocho décadas de la llegada del cine argentino a aquel país, la cinta dirigida por Sebastian Borensztein refuerza ese vínculo. Interés nipón por los thrillers y las películas de género.­

 

­­Distintos han sido los acercamientos culturales entre Japón y nuestro país a lo largo del tiempo. El tango es, indudablemente, una fuente inagotable de atracción entre los dos países. Una relación que se inició en 1920 con un noble de extraño nombre, Tsunayoshi `Tsunami' Megata, descendiente de samuráis, que luego de su estada en París, convertido en notable bailarín de tango (asiduo del cabaret El Garrón), introdujo en Japón discos del maestro Manuel Pizarro y la orquesta Bianco-Bachicha. Su entusiasmo aceleró la inclusión del tango en el catálogo del sello discográfico Víctor, hecho que sumado a la creación de una academia de tango gratuita en la que enseñaba a bailar a la aristocracia japonesa contribuyó a que el 2x4 se convirtiera en objeto de deseo de muchos japoneses.­

Desde 1930, bandoneonistas y orquestas típicas se multiplican hasta llegar a la exitosa presentación en Buenos Aires de la cantante japonesa Ranko Fujisawa, acompañada de su marido, el bandoneonista Shimpei Hayakawa, director de la orquesta típica Tokio (1953). Lo que vino después fueron peñas, academias y clubes de tango, y la moda de aprender castellano, especialmente el lunfardo, difundido en programas de radio y televisión, sin olvidar el surgimiento de bares con nombres alusivos como El Choclo o La Cumparsita. A la popularidad del tango en Tokio se refería el mítico cantante Edmundo Rivero (autor con Luis Alposta del tango `A lo Megata', que recuerda al noble oriental). ``Imagínense en uno de esos recitales el entusiasmo de unos señores japoneses, se les notaba campesinos, que se acercaron y ansiosos me preguntaron sobre Buenos Aires y cómo estaba el Gordo Pichuco, una gloria tanguera''.­

­PANTALLA GRANDE­

 

Otro acercamiento cultural innegable entre la Argentina y Japón es el cine, que desde 1941 se instala en el país oriental con las películas `La vida es un tango' y `Puerta cerrada', la primera dirigida por Manuel Romero con Florencio Parravicini, Tito Lusiardo y Hugo del Carril, y la segunda, premiada en la Muestra Internacional de Arte de Trieste, que con la dirección de Luis Saslavsky interpretaron Libertad Lamarque y Angel Magaña.­

Una y otra vez, a lo largo de los años, nuestra embajada en Japón, sumada a instituciones culturales como la Cinemateca o el Instituto Cervantes de Tokio, organizan muestras de cine argentino, una de cuyas últimas exhibiciones tuvo por escenario una fábrica de arroz recuperada, la Yamamoto Seika en Osaka, convertida en centro cultural y que dio a conocer cine experimental argentino contemporáneo.­

Este año se cumplen ochenta años de la presencia del cine argentino en Japón y durante agosto la cita se renueva con la recordada película `La odisea de los giles', producida por K&S y dirigida por Sebastian Borensztein, con actores como Ricardo Darín, Luis Brandoni, Veronica Llinás, Daniel Aráoz y otras figuras representativas.­

Las ciudades de Tokyo, Fukuoka, Kanagawa, Chiba, Osaka, Kyoto, Hyogo, Aichi, Hokkaido y Saitama proyectarán desde este viernes y en cuarenta pantallas `Heroicos perdedores' (`Heroic losers'), el rebautizado título de la película.­

La productora Film Factory ya tiene experiencias con Japón desde 2011, cuando presentó `Séptimo', un filme hispano-argentino también protagonizado por Ricardo Darín, y posteriormente, la muy premiada `Relatos salvajes', de Damian Szifron.­

``Las películas que más interesan a los compradores japoneses -comentan representantes de Film Factory- son los thrillers, seguidos de las películas de género y los buenos dramas''.­

En el pasado, la empresa Gaga distribuyó `Relatos salvajes' y `El ángel', de Luis Ortega, que resultaron hits en Japón, ``por lo que siempre están interesados en distribuir títulos argentinos'', agregan. En el momento en que `El ángel' se estaba convirtiendo en todo un fenómeno en Japón, los distribuidores nipones asistieron a un pase de la película `La odisea de los giles' en el festival de Toronto, también producida por K&S. Les gustó y la adquirieron porque tenía un buen diálogo, un final hilarante y ofrecía magníficas interpretaciones por parte de Ricardo y Chino Darín con Brandoni, con los que el público japonés ya estaba familiarizado por otras producciones.­

­DIFUSION­

Esta vez, con motivo de la pandemia, ninguna delegación pudo viajar. Sí lo hicieron en otras oportunidades figuras como Lorenzo `Toto' Ferro, cuando se estrenó `El ángel', que protagonizaba. La distribuidora japonesa generó sus propios materiales de difusión sobre el filme, previa consulta, e incluyó en este caso especial una entrevista a los productores.

Ya los futuros espectadores orientales pueden disfrutar de coloridos afiches publicitarios que no sólo incluyen las críticas internacionales de Variety, Hollywood Reporter o Rotten Tomatoes sobre `La odisea de los giles', sino elementos populares que se asocian con el país, como una foto del mate con su bombilla o una leyenda que dice `No llores por mí, Argentina', recordando el éxito internacional del musical `Evita', que luego fuera llevado al cine con la dirección de Alan Parker y la presencia de Madonna.­