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Paridad electoral que tensiona el suelo de la resistencia peronista

POR NICOLÁS CEREIJO *

La última medición de la consultora Opina Argentina, ofrece un escenario extremadamente parejo en suelo bonarense entre LLA (La Libertad Avanza) y el PJ Kirhcnerista. Ambos acaparan una intención de voto del 33 por ciento, núcleo duro alto para un Milei que le cuesta mucho dicha provincia y no tan alto para el suelo propio de la resistencia peronista. A esta paridad podemos sumarle algunos condimentos.

EL ROL DEL PRO

El primero tiene que ver con el rol del PRO, que de manera solitaria llega a un 10 por ciento, porcentaje que marcaría que en escenario de alianza electoral aumentaría las chances de triunfo. Y esto es un dato alentador para el electorado no peronista, que en su mayoría, independientemente de los actores de turno, no quiere el triunfo del kirchnerismo.

Es por eso que toma relevancia uno de los posibles escenarios que mide la consultora dirigida por Facundo Nejamkis tiene que ver con la alternativa opositora de centro. Y en ella plantea que una oferta electoral surgida de la unión del peronismo no K más la UCR vinculada fundamentalmente a Manes y Lousteau (traslucido en el nuevo bloque parlamentario de 12 miembros) alcanzaría un 13 por ciento de intención de voto, lo cual sería interesante dado que le permite sumar, tener voz propia y pensar en los armados ejecutivos de 2027 con más aire.

FUERTES INTERNAS

He aquí la importancia de dos internas. La peronista, porque Cristina entiende la necesidad de manejar la lapicera más aún con la sanción de la Boleta Única Papel. Si bien cuenta con un techo aún alto (cercano al 55 por ciento) la expresidenta sigue teniendo una imagen alta como dirigente opositora. Es una de las pocas con capacidad de ordenar listas y dejar todo listo para que Kicillof sea candidato presidenciable del 2027.

La otra interna importante es la radical. Si bien ambos sectores se manifiestan críticos a la gestión nacional, el que conduce Martín Lousteau tiene una mirada mucha más crítica e intransigente, mientras que la otra ala más pragmática, liderada cuatro de los cinco gobernadores que tiene el radicalismo y con peso también en la figura del senador Maxi Abad. Aquí el radicalismo le suma un componente no menor, que se trata con la relación con sus afiliados o votantes.

Es que el balotaje ha mostrado que mayoritariamente este sector votó a Milei, más que nada por ser la alternativa a Massa. Con lo cual, en el no peronismo la idea de un antipopulismo tiene mucho peso y eso, por ejemplo, dificulta la instalación de candidatos como Lousteau o Manes. Todo un dilema radical.

Es por eso que en un escenario bonaerense de paridad con municipios del conurbano como La Matanza, Lomas de Zamora o Florencio Valreal, donde Milei había obtenido el segundo lugar en las elecciones generales (lo que marca un voto más propio o “duro”), los dos principales actores muestras las siguientes características.

Por un lado, crecen las acciones libertarias y pone en aprietos a un PRO que no quiere perder identidad pero que sabe que solo está lejos. Por el otra el kirchnerismo se juega mucho desde lo simbólico. Sabe que perder la provincia de Buenos Aires podría ser un mal augurio para el 2027, no solo porque el más firme de los candidatos perdería en su suelo sino además por la sangría derramada al no poder compensar los diputados que cumplen su mandato.

* Analista político. Docente en la UBA (Universidad de Buenos Aires) y en la UCALP (Universidad Católica de La Plata).