Paciencia y esperanza

Sr. Director:

Todavía no han pasado 15 días del histórico balotaje del domingo 19 de noviembre pasado, cuando Javier Milei, con el 56% de los votos, resultó electo Presidente de la República Argentina.

Con apenas dos años recorridos en la política argentina, como Diputado Nacional, sin pertenecer a ninguna fuerza política tradicional del país, creando su propia fuerza política: "La Libertad Avanza", y sin estar manchado por ningún escándalo político o de corrupción de ninguna índole, llegó para terminar, si Dios quiere, definitivamente, con el desastroso modelo económico y de corrupción que tiene maniatado al país desde hace, por lo menos, 50 años.

Todo es nuevo en lo que se refiere a lo que está por venir. El pide un tiempo de apoyo y esfuerzo de dos años a la totalidad de la sociedad argentina. El indica que, si su modelo económico triunfa, en dos años se podría llegar a controlar definitivamente a la inflación, y en algunos años más se podría reducir notablemente la pobreza y la marginalidad estructural de nuestro país, se podría terminar con la inseguridad, y se podría llegar a tener una sociedad con pleno empleo y con buenos salarios, con o sin dolarización, en beneficio del conjunto de nuestra sociedad.

"Podríamos llegar a ser una de las naciones más desarrolladas del mundo, comparándonos con las naciones europeas más desarrolladas económica y socialmente", suele decir el Presidente electo.

Es lógico que, al ser algo totalmente nuevo en la política argentina, Milei tenga que afrontar muchas idas y vueltas dentro de su propio espacio político, y en su relación con otros espacios políticos, algunos más cercanos y otros más alejados de sus principales ideas económicas, y que tenga que recurrir a personas incluso alejadas al mundo político nacional. El tema es que sepa elegir a los más capaces, honestos e idóneos para que lo acompañen en esta hermosa tarea de lograr el definitivo despegue económico de la Argentina. Hombres y mujeres que trabajen junto a él, incansablemente, con honestidad y capacidad para lograr el mejor desarrollo del país, para que todos los hombres y mujeres de bien, y nuestros hijos, podamos vivir con tranquilidad, esperanza y felicidad en el suelo argentino. Para que retornen todos aquellos que se han ido, ya que nuestro país está lleno de oportunidades y de recursos naturales que el mundo necesita, y que con una dirección política honrada y eficiente, que si Dios quiere Milei puede llegar a encarnar, nuestra sociedad puede despegar definitivamente hacia el bien común y hacia un horizonte de trabajo y paz.

Todos los ciudadanos argentinos tenemos que tener paciencia y esperanza en este nuevo camino social y económico que comienza el próximo 10 de Diciembre, tanto los que votaron al nuevo Presidente como aquellos que no lo hicieron, ya que va a gobernar para todos nosotros, sabiendo que el principio del camino va a ser largo y doloroso, fruto de décadas de especulación, corrupción y malos manejos económicos de la clase política argentina, los cuales habrá que corregir, y sabiendo también que desde muchos sectores políticos, empresariales, sindicales y sociales se va a intentar poner palos en la rueda y precipitar el fracaso del nuevo Gobierno Nacional, por parte de intereses espúreos que querrán mantener sus propios beneficios en desmedro de la mayoría de la sociedad argentina.

Ante esto los hombres y mujeres de bien tendremos que prestar atención, trabajar dignamente y acompañar al nuevo Gobierno, con la esperanza que, con el tiempo, podamos disfrutar de una Argentina definitivamente próspera e inclusiva para toda nuestra sociedad.

 

DANIEL SACO

DNI: 16.559.976