LO QUE VENDRA

¿Otro lunes negro?: el peor resultado para los mercados

El viernes pasado una convicción se afianzó en el mercado financiero: ya está en precios de acciones, bonos y dólar una derrota del oficialismo entre cinco y ocho puntos en la provincia de Buenos Aires. Por encima de eso, otra corrida contra activos argentinos. Por abajo, fiesta.

Ocurrió el temido primer escenario. Techo de la banda cambiaria, a escena (el dólar cripto volaba a $ 1.470 cuando se escribía esta nota). El Merval, que ya perdió un 35% este año, más que rojo profundo, granate (en el premarket Galicia se desplomaba -8%). Se vislumbra un lunes negro, de altísima volatilidad.

¿En dónde podrá refugiarse ahora el ahorrista, ademas de la pulsión de siempre de comprar dólares para el colchón? Los expertos habían señalado los siguientes activos ante la posibilidad de una reconstrucción del populismo peronista:

* Cedear: Se compran en pesos y su precio ajusta por el dólar CCL. Pero se sugiere selectividad pues muchas cotizaciones en Estados Unidos se encuentran en máximos, por lo que no sería raro una corrección en Wall Street. Los papeles más mencionados son BRKB (el holding de Warren Buffet), GLD (el ETF que replica el precio del oro), KO (Coca-Cola), EWZ (el ETF de las empresas brasileñas).

* Obligaciones Negociables (en dólares) de empresas de primera línea como YPF, Pampa, Vista, Telecom y Cresud.

* Boncer: bonos en pesos que ajustan por inflación (CER), como el TX26, que ha quedado desarbitrado por el colapso del mercado de tasas.

EL SERVICE

Hay que aclarar que más allá del resultado electoral, flota otro consenso entre los economistas, incluso entre aquellos que simpatizan con la revolución libertaria: la macroeconomía necesita un service.

“La macro pide un dólar más alto y tasas de interés más bajas”, sentenció el economista Pablo Goldín de Macroview.

“No se puede vivir con estas tasas de interés. Estamos hablando de tasas de interés reales positivas de 2% mensuales o más. Y eso no se sostiene. La pregunta es cómo se descomprime esa olla”, le advirtió Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de la consultora Equilibra, al editor de Economía de este diario.

Pero las tasas no están en las nubes no sólo por el riesgo kuka como dice el Gobierno. Son el resultado también de groseros errores de política económica como el despelotado desarme de las LeFi, el último pasivo remunerado del Banco Central, en plena campaña electoral.

Esa decisión fue acompañada por una emisión monetaria de 11 billones de pesos (Miguel Angel Broda dixit) que, en parte, pudo ser esterilizada parcialmente con un brutal aumento de los encajes bancarios y dos emisiones de deuda pública fuera de programa. Pero también generó un problema de liquidez a los bancos (la tasa caución voló a niveles estratoféricos), destruyó el crédito y avivó la presión cambiaria, justo en el peor trimestre del año en cuanto a liquidación del agro y las petroleras. Un tiro en el pie, como se dice, pero con una pistola calibre 45.

Como cereza del postre, el Tesoro salió a vender divisas para evitar que el dólar se vaya al techo de la banda cambiaria en vísperas de elecciones. Se calcula que esa intervención quemó la semana pasada entre u$s 500 y 600 millones. Esto (como las tasas alocadas) es insostenible en el tiempo.

El Tesoro tiene 1.000 millones de dólares; las reservas netas del BCRA son u$s 5.000 millones, según el economista Ivan Carrino. Margen para intervenir el mercado cambiario no hay.

RECALIBRAR

¿Qué implica recalibrar la macro? Para casi todos los expertos, un nuevo régimen cambiario y monetario (con reglas precisas), seguramente sin las exóticas bandas cambiarias; un régimen que le permita al Banco Central acumular reservas, el talón de Aquiles del modelo actual, porque es el número que miran tanto los técnicos del Fondo Monetario como los inversores internacionales.

Es que, amigo lector, las reservas internacionales no son otra cosa que el indicador preferencial de la capacidad de pago de un país. Países con reservas de dólares elevadas (aún cuando la política sea un desquicio, como el Perú) tienen riesgo país bajo y no encuentram problemas para refinanciar sus deudas.

El mismo Gobierno había admitido que será imposible para la Argentina volver a los mercados voluntarios de crédito si no cae el riesgo país por debajo de los 600 puntos (y Estados Unidos baja la tasa). Hoy orilla las 900 unidades y con los resultados bonaerenses podría superar los 1.000. Los vencimientos de 2026 son muy exigentes, sumando intereses del FMI, los Bopreal y amortización e intereses de los bonos soberanos.

El valor actual del dólar no es un precio de equilibrio teniendo en cuenta los desequilibrios macro, le dijo Broda a Joaquín Morales Solá la semana pasada.

Independientemente de como voten los argentinos en octubre, vamos a otro valor de la divisa estadounidense y, por ende, más inflación parece ser la coincidencia de los entendidos.

¿Y la supertasa que tanto afecta a la producción y el consumo? “Vencen 8 mil millones de pesos esta semana y será a tasas más altas, lo cuál tendría más impacto en la economía real aún. El Gobierno puede subir más los encajes para que los bancos se anoten en las licitaciones para aportar los encajes con bonos”, conjeturaba anoche el analista Gustavo Neffa.