Otra abultada derrota infligida al Presidente por el Congreso
El Senado rechazó los vetos a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario.
Una amplia coalición opositora insistió por amplia mayoría con la sanción de dos leyes que había observado el Poder Ejecutivo porque aumentan el gasto público sin financiamiento genuino. Las normas recuperarán su vigencia definitiva.
La Cámara de Senadores rechazó los vetos del Poder Ejecutivo a las leyes de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica. Como la Cámara de Diputados ya había hecho lo propio dos semanas atrás, ambas normas recobrarán su plena vigencia cuando el presidente las promulgue o queden automáticamente promulgadas en un plazo de 10 días.
La primera norma aumenta las partidas para becas, investigaciones y, principalmente, para la indexación de los salarios del personal universitario docente y no docente. La segunda aumenta las partidas para el personal médico y administrativo del Hospital Garrahan y para gastos operativos.
La restitución de la emergencia pediátrica fue aprobada por 59 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones, mientras que la insistencia en la ley de financiamiento universitario fue aprobada por 58 votos a favor, 7 en contra y 4 abstenciones. Votaron a favor de los vetos kirchneristas y radicales, en contra los legisladores de LLA y se abstuvieron los macristas Alfredo De Angelis, Enrique Görling y María Huala. En el veto al financiamiento universitario también se abstuvo la radical Carolina Losada.
El Poder Ejecutivo había usado un argumento común para vetar ambas iniciativas: la necesidad de preservar el superávit fiscal en vista de que carecían de financiamiento genuino. Calculó el impacto fiscal directo de la “emergencia pediátrica” en 115 mil millones de pesos y alegó que para cubrir esa suma era necesario desfinanciar otros programas del área de salud. Ese costo es equivalente, por ejemplo, a un tercio del calendario total de vacunas. El presidente de la Nación consideró que el proyecto promovía el aumento del gasto público de manera desmedida e “irresponsable” por carecer de una fuente de financiamiento genuino.
En el caso del financiamiento universitario la ley dispone la indexación de los salarios del personal de acuerdo con la inflación, lo que para el período mayo-septiembre de 2024 equivale a un aumento de 32%.
Durante el debate la presidenta de la Comisión de Salud, la kirchnerista Lucía Corpacci, sostuvo que el presidente de la Nación gobernaba por medio de vetos y decretos sin respetar la división de poderes sin escuchar al Congreso, ni a la gente. Dijo sentir “vergüenza” de tener un presidente que negaba derechos.
A continuación, el también kirchnerista Eduardo de Pedro dijo también tener “vergüenza” del presidente de la Nación porque había vetado el aumento salarial para el personal de las universidades.
Los radicales se sumaron al rechazo al voto y, a su turno, la larretista Guadalupe Tagliaferri sostuvo que el gobierno se negaba a resolver los problemas de la sociedad alegando que no había plata, pero que esa afirmación era falsa. Opinó que se trataba de una cuestión de prioridades en el gasto y cuestionó la eliminación temporaria de las retenciones al agro, medida a la que atribuyó un costo fiscal de “entre 1.000 y 1.800 millones de dólares”.