Oscar Alende; intransigencia y política (segunda entrega)

En 1945 Moisés Lebensohn se había convertido en el dirigente intransigente por antonomasia de la Provincia de Buenos Aires, pero con proyección nacional. Creía que el país vivía una época pre-revolucionaria, que las causas populares no encontraban cauce en la vida interna del partido Radical, que algo iba a ocurrir. A Oscar Alende se le levantó la sanción partidaria que había suspendido su afiliación, a causa de haberse opuesto a la conducción conservadora, y regresó al Partido, incorporándose al Movimiento Intransigencia y Renovación junto a Arturo Frondizi, Ricardo Balbín y Crisólogo Larralde entre otros. La Declaración de Avellaneda, de abril de 1945, sentó las bases ideológicas y políticas del radicalismo intransigente. Proponía que la UCR debía recuperar la esencia yrigoyenista, afirmar la democracia como sistema político y las libertades individuales; el nacionalismo económico; la reforma agraria y los valores del ideal reformista de 1918. En 1948 las bases políticas de Avellaneda se convertirían en la plataforma partidaria de la U.C.R.

¿Qué diferenció al MIR del ascendente peronismo? En principio algunas cuestiones políticas e ideológicas de fondo, por un lado, y algunos aspectos de forma por el otro. La Intransigencia entendió que la transformación del país debía hacerse de abajo hacia arriba y dentro de los marcos institucionales.

Criticaron la organización piramidal y corporativa que planteaba Perón, pero claro está, no criticaron los logros políticos, sociales y económicos del primer peronismo, aunque sí el abandono de la política laicista, cara a la tradición radical. La Revolución de 1943 había instaurado la educación religiosa católica en las escuelas.

Las elecciones de 1946 que le dieron el triunfo al peronismo le dejaron al radicalismo una bancada de 44 diputados integrada tanto por unionistas como por intransigentes. Alende no aceptó integrar la lista de candidatos a diputados provinciales por discrepancias con la política de alianza del radicalismo: la Unión Democrática. Recién lo hará en la renovación parlamentaria de 1948 y ocupará una banca en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos. En 1950 fue elegido por sus pares para presidir el bloque partidario y al finalizar su mandato, en 1952, fue electo diputado nacional. Se estaba construyendo un nuevo liderazgo político.

 

INTERNA DE LOS PARTIDOS

El golpe de Estado que derrocó a Perón en 1955 trajo también consecuencias en la vida interna de los partidos políticos, y el radicalismo no fue la excepción. El vicepresidente de facto, almirante Isaac Francisco Rojas, presidió la Junta Consultiva, un organismo creado para darle apoyo civil al régimen dictatorial. Alende, por pedido de Frondizi, presidente del Comité Nacional de la UCR, encabezó la delegación radical junto a Miguel Ángel Zabala Ortíz, Juan Gauna y Oscar López Serrot.

En marzo de 1956 se eligieron las nuevas autoridades del Comité Nacional siendo reelegido Frondizi acompañado por Alende como vice. Pero en junio ocurrieron los fusilamientos del general Juan José Valle y otros civiles y militares que se sublevaron contra el gobierno de Pedro Eugenio Aramburu. Semejante acción fue el fin de la participación de Alende en la Junta y la enérgica protesta de Frondizi ante el luctuoso suceso.

En noviembre del ’56, se reunió en Tucumán la Convención Nacional de la UCR y eligió el binomio Frondizi-Alejandro Gómez como candidatos a presidente y vice respectivamente. Los delegados que respondían a Balbín, en coincidencia con unionistas y sabattinistas, abandonaron el recinto y rompieron el Partido. Al año siguiente los radicales marcharon separados a la Convención Constituyente reunida en Santa Fe, después de que el gobierno militar suprimiera por decreto la Constitución reformada en 1949. Los seguidores de Frondizi pasarían a denominarse radicales intransigentes y los de Balbín, radicales del pueblo.

Hay un dato para tener en cuenta: el sector liderado por Balbín obtuvo más votos que el conducido por Frondizi. Es posible que este resultado electoral convenciera a los militares de que, ante el llamado electoral programado para 1958, se impondrían en las urnas los mismos que ganaron más bancas en la Constituyente, es decir, el sector que se mostraba más propenso a un entendimiento con ellos y más alejado del peronismo. La historia demostró lo contrario.

Al decir de Alende la Convención “había nacido muerta”

. Sin embargo, por cuestión de disciplina partidaria aceptó presidir el bloque intransigente, sabiendo que se iban a retirar de la misma el primer día. Alende fue el referente del sector más enfrentado con los militares. Por contraposición, Frondizi pareció más cauto y propenso a seguir participando. Años después Alende declaró que tal vez ese haya sido el precio que Frondizi pagó para poder asumir como presidente de la Nación.

La UCRI se impuso en las elecciones del 23 de febrero de 1958. Frondizi resultó electo presidente de la Nación y Alende gobernador de la Provincia de Buenos Aires, acompañado por el dirigente de Junín, Arturo Crosetti.

El gobierno de Frondizi sufrirá presiones de todo tipo que pretenderá enfrentar con virajes en su estrategia política. La administración de Alende no fue ajena a estos inconvenientes, pero intentará llevar adelante un plan coherente de cuatro años con el objetivo de sostener los cambios estructurales propuestos.

En la próxima nota veremos cómo fue el gobierno de Alende y su joven ministro de Economía y Hacienda, Aldo Ferrer.