Olavarría ataca a Unión Soviética

El baúl de los recuerdos. Como si se tratase de una partida de TEG, el popular juego de estrategia bélica, Loma Negra sorprendió derrotando a una selección que se preparaba para el Mundial de 1982.

“China ataca a Kamchatka”. Varias generaciones de argentinos intentaron dominar el mundo gracias al TEG, un apasionante juego de mesa de estrategia bélica. El nombre formal de esa invención de la empresa Yetem era Plan Táctico y Estratégico de la Guerra. Mucha gente recibió una noción de geografía gracias al planisferio de 50 países en el que se libraba esa particular guerra. Olavarría no figuraba en el tablero, pero de esa ciudad partió una ofensiva inolvidable: Loma Negra, un modesto equipo impulsado por la inversión de la empresaria Amalia Lacroze de Fortabat, derrotó en un amistoso a la selección de la Unión Soviética, que hacía tres años que no perdía.

Yetem, una empresa argentina nacida en 1976, incluyó dos años más tarde en su famoso TEG a Kamchatka, una península ubicada al este de Rusia y bañada por las aguas del océano Pacífico. La verdad, casi nadie sabia dónde quedaba Kamchatka, pero todos repetían su nombre con asombrosa naturalidad. Del mismo modo, Konstantin Beskov, el entrenador de la Unión Soviética (URSS) sabía poco y nada de Olavarría y mucho menos de Lomas Negra cuando le ofrecieron jugar un partido en el tramo final de la puesta a punto para el Mundial de España 82.

Beskov había sido un famoso delantero soviético del Dínamo Kiev en las décadas del 40 y 50. Ya retirado, se dedicó a la dirección técnica y en ese carácter condujo a la selección que llevaba la sigla CCCP en el pecho al subcampeonato en la Eurocopa de 1964. Quizás hoy llame la atención, pero en esos tiempos ese equipo era una de las potencias del Viejo Continente. Tanto es así que en el 60 había obtenido el título en la primera edición de la originalmente denominada Copa de Naciones de Europa.

Oleg Blojin (en el centro) era la gran figura de la Unión Soviética.

El período de esplendor del fútbol de ese país se había agotado al comienzo de los años 70. Le costó una década recuperar terreno de la mano de figuras como el velocísimo delantero Oleg Blojin (ganador del Balón de Oro en 1975), el arquero Rinat Dasaev, los defensores Aleksandr Chivadze y Vladimir Bessonov y otros atacantes como Ramaz Shengelia y Yuri Gavrilov, entre otros. Ellos surgían como los herederos de la célebre Araña Negra Lev Yashin (considerado el mejor arquero del siglo XX y Balón de Oro en 1963), los goleadores Valentin Ivanov y Eduard Streltsov, el mediocampista Igor Netto y el defensor Albert Shesterniov.

Cuando viajó a la Argentina, la Unión Soviética iniciaba su último renacimiento futbolístico hasta su desaparición como país en 1991. Beskov había tomado las riendas del equipo en 1979 y bajo su mando se dio el regreso a los Mundiales después de 12 años. La última participación había sido en 1970. España 82 representaba el retorno de un seleccionado que siempre se ocultó en términos informativos detrás de la Cortina de hierro. Con esa suerte de misterio de filmes de espías de la Guerra Fría se hablaba del fútbol soviético…

Lo cierto es que la URSS se había clasificado con suma comodidad a la duodécima Copa del Mundo al liderar el Grupo 3 de Europa con seis triunfos y dos empates. Había marcado 20 goles en ocho partidos y su valla había caído solo dos veces. Su andar era tan confiable que mantuvo un invicto de 17 partidos hasta que pasó por Olavarría.

EL EQUIPO DE AMALITA

María Amalia Sara Lacroze se casó en segunda nupcias -estaba divorciada- con el empresario Alfredo Fortabat en 1955. Cuando falleció su esposo en 1976, Amalita se hizo cargo de Loma Negra SA, la compañía cementera fundada por Fortabat en 1927. Dueña de una de las fortunas más cuantiosas de la Argentina, hizo una apuesta por entonces revolucionaria: decidió invertir en el fútbol. Se trataba de una iniciativa que hoy se podría emparentar con la lluvia de petrodólares en las ligas más importantes del mundo.

Amalia Lacroze de Fortabat volcó los dólares de la empresa Loma Negra al fútbol de Olavarría.

Los dólares cementeros de Amalita desembarcaron en el Club Social y Deportivo Loma Negra, una institución surgida el 31 de mayo de 1929 en la zona sur de Olavarría. Cerca de allí, en la estancia San Jacinto, Alfredo Fortabat había descubierto en 1926 depósitos de piedra caliza que le dieron vida a Loma Negra Compañía Industrial Argentina SA. El lazo entre la entidad deportiva, la cementera y la ciudad es inevitable.

En enero de 1981 la viuda de Fortabat puso en marcha su proyecto futbolístico. Viajó a Buenos Aires con sabrosas ofertas para sumar al Celeste al arquero Luis Barbieri (con pasado en Atlanta y Racing), al defensor Carlos Squeo (ex Racing, Boca y Vélez e integrante de la Selección argentina en el Mundial de 1974), el mediocampista Osvaldo Rinaldi (jugó en San Lorenzo y fue campeón juvenil en Tokio junto a Diego Maradona y Ramón Díaz) y los delanteros Armando Mario Husillos (de Boca), Félix Lorenzo Orte (campeón con Rosario Central en 1980 y con largo paso por Banfield) y Pedro Remigio Magallanes (había estado en Independiente, Argentinos y Central), por citar solo a algunos.

A esas rutilantes incorporaciones le agregó un técnico de prestigio. Se trataba de Rogelio Domínguez, otrora gran arquero de Racing y el Real Madrid en los tiempos de reinado en las primeras ediciones de la Copa de Campeones de Europa de la mano de Alfredo Di Stéfano. Domínguez había conducido a una formación de Boca de juego espectacular entre 1973 y 1975 que no tuvo la recompensa de un título.

Loma Negra se clasificó para jugar el Nacional de 1981 y cumplió una excelente campaña. Ganó 7 partidos, empató 5 y perdió apenas 2 en la Zona B. En la cima de la tabla terminó el recordado Ferro dirigido por Carlos Timoteo Griguol, con 22 puntos en 14 fechas (tiempos de dos unidades por partido ganado), seguido por River y Loma Negra, ambos con 19. Los millonarios avanzaron a las instancias finales por mejor diferencia de gol que los olavarrienses.

El Celeste contó en sus filas con importantes jugadores del fútbol argentino de la época.

Un hecho que realza la actuación del equipo de Amalita es que los finalistas de ese certamen fueron, justamente, River y Ferro. El título quedó en manos del conjunto de Núñez, que ese año se reforzó nada más y nada menos que con El Matador Mario Alberto Kempes, la gran figura de la Selección argentina campeona del mundo en 1978.

LA HAZAÑA

Loma Negra sufrió una rápida eliminación en el Regional y no pudo acceder al Nacional de 1982. Amalita decidió que su equipo debía protagonizar algún hecho significativo a pesar de haber quedado fuera de carrera en los torneos organizados por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Entonces, aprovechó que la Unión Soviética tenía programada una gira como parte de su preparación para el Mundial 1982.

La empresaria desembolsó 30 mil dólares para tentar a los soviéticos a visitar la pujante ciudad bonaerense. La URSS había perdido por última vez el 21 de noviembre de 1979, cuando cayó 3-1 a manos de Alemania Federal en Tiflis. Dos de los goles los marcó la por entonces joven estrella Karl-Heinz Rummenigge y el restante fue obra de otro famoso delantero, Klaus Fischer. Desde ese momento, el seleccionado dirigido por Beskov acumulaba 17 partidos sin derrotas. En 1980 había doblegado 2-1 a Brasil en Río de Janeiro y empatado 1-1 con Argentina.

Loma Negra y el seleccionado soviético pisan el césped de la cancha de Racing de Olavarría.

El último tramo de la puesta a punto de los soviéticos se inició con un triunfo como visitante por 2-0 sobre Grecia en marzo del 82. Al mes siguiente viajó a Buenos Aires. El 14 de abril, apenas unos días después del inicio de la Guerra de Malvinas, las huestes de César Luis Menotti igualaron 1-1 con los soviéticos en Buenos Aires. El Pelado Díaz puso en ventaja a los albicelestes y Khoren Oganessian logró el empate.

Tres días más tarde, la URSS se presentó en el estadio de Racing de Olavarría, la cancha que usaba Loma Negra. Beskov les dio descanso a algunos titulares como Dasaev, Chivadze, Vitali Daraselia, Gavrilov y el célebre Blojin, que no solo hacía goles a raudales, sino que era capaz de correr los 100 metros llanos en 11 segundos.

Loma Negra salió a la cancha con las mejores galas. Las tribunas estaban repletas (la recaudación fue de 12 mil dólares, 18 mil menos de lo que costó contratar a los europeos). Aunque se sabía inferior, el equipo de Rogelio Domínguez no se refugió en su campo. Por el contrario, decidió tratar de jugarle de igual a igual a su rival. Si el partido se ponía difícil, aparecía la pierna fuerte para frenar a los soviéticos. Cuenta la leyenda que, en el entretiempo, un representante de la URSS fue al vestuario local para pedir que los celestes fueran menos rudos. No era cuestión de que un futbolista se lesionara apenas dos meses antes del Mundial…

Historia pura: el gol de Armando Mario Husillos. 

El duelo era duro y más parejo de lo esperado. Beskov, sorprendido, fue soltando a sus titulares a la cancha. Entre ellos, Blojin, Parecía insólito que Unión Soviética no pudiera con un poco menos que ignoto equipo argentino. Pero en fútbol todo es posible. Cerca del final, llovió un centro de Magallanes, Husillos cabeceó, recibió Orte y pateó. El guardavalla Victor Chanov, que había enfrentado a Maradona y Ramón Díaz en la final del Mundial juvenil de Japón en 1979, no retuvo la pelota, que cayó en poder de Husillos. El ex Boca la introdujo en el arco y desató la euforia de los olavarrienses.

El 1-0 no se modificó y Loma Negra consiguió la victoria más importante de su historia. Ni siquiera el TEG lo había previsto, pero ese 17 de abril de 1982 se pudo decir “Olavarría ataca a Unión Soviética”. Es más, ese día, Olavarría y Loma Negra doblegaron a la Unión Soviética.

LA SÍNTESIS

Loma Negra 1 – Unión Soviética 0

Loma Negra: Luis Alberto Barbieri; Carlos Squeo, Jorge Pellegrini, Norberto D’Angelo, Osvaldo Cristofanelli, Osvaldo Mazo, Osvaldo Rinaldi, Carlos Sosa (José Luis Gaitán), Félix Orte, Armando Mario Husillos, Pedro Magallanes. DT: Rogelio Domínguez.

Unión Soviética: Victor Chanov; Tengis Sulakvelidze, Dimitri Jovaulev (Aleksandr Chivadze), Sergei Baltacha, Anatoli Demianenko; Fedor Tchesenkov (Leonid Buryak), Andrei Bal, David Kipiani (Nodar Khizaniskhvili), Khoren Oganessian (Oleg Blojin); Sergei Andreev (Vitali Daraselia), Yuri Blokhian. DT: Konstantin Beskov.

Incidencias

Segundo tiempo: 35m gol de Husillos (LN).

Estadio: Racing (Olavarría). Árbitro: Carlos Coradina. Fecha: 17 de abril de 1982.