Noticias alarmantes en la guerra sin restricciones

La semana pasada, los rusos informaron haber conquistado por completo el óblast de Luhansk. Esto se preveía desde hacía meses y constituye un éxito estratégico para Rusia. También se anunció la captura de Dachne, en el quinto óblast, pero por ahora no ha tenido impacto en el curso de la guerra. No obstante, el Kremlin intenta utilizarla para dominar el espacio informativo. El mencionado río Vovcha discurre a lo largo de la frontera entre Zaporiyia y el óblast de Dnipropetrovsk, y al parecer los rusos han logrado cruzarlo en dos puntos: uno cerca de Dachne y otro a ocho kilómetros al oeste, cerca de la ciudad de Yalta.

Con respecto a la actitud estratégica defensiva actual de Ucrania, observamos diversos debates en las redes sociales. Algunos comandantes, incluidos algunos de alto rango, critican duramente la máxima de defender estas ciudades ucranianas en este sector central hasta el último soldado. ¿Tiene sentido? ¿O no sería mejor retirarse tierra adentro a una línea defensiva más favorable -por ejemplo, a lo largo de un río- e interceptar allí a los rusos? Es el debate de ceder espacio para ocupar una posición defensiva más fuerte y favorable.

El Jefe del Estado Mayor General ucraniano, Syrskyi, respondió a la presión afirmando que, en el futuro, Ucrania intentaría una defensa móvil. Es decir, ceder el paso cuando fuera necesario y luego destruir el avance de las tropas rusas mediante contraataques selectivos. Pero se necesitan medios, recursos, y sobre todo recursos humanos, que son los recursos críticos hoy en Ucrania.

 

CAMPO DE BATALLA

La situación en el campo de batalla, sigue siendo muy tensa y la franja de combate está completamente desbordada. Los comandantes lo declaran públicamente. Tienen una brigada para defender una franja de terreno de 30 a 35 kilómetros. Eso es demasiado. Sobre todo porque la brigada no cuenta con los 5.000 soldados necesarios, sino solo con 2.500. Esto solo funciona con vigilancia con drones, que puede utilizarse para identificar brechas y, de ser necesario, cerrarlas con drones de ataque. Eso ya no funciona si los rusos lanzan un ataque masivo apoyados con morteros, artillería y apoyo de fuego aéreo. De esa forma se torna muy difícil mantener el sector. Y por eso los rusos toman un promedio de 15 a 20 kilómetros cuadrados cada día. En mayo y junio, más de 1.000 km².

 

OTROS PELIGROS

En estos días leemos una explosiva noticia en los medios occidentales: ¿BlackRock se retira de la reconstrucción de Ucrania?

Se acerca la cuarta Conferencia Internacional sobre la Reconstrucción de Ucrania, organizada por Italia en Roma los días 10 y 11 de julio. Sin embargo, las perspectivas de recuperación del atormentado país, se tornan cada vez más inciertas y críticas, debido a una premisa fundamental: el fin del conflicto no parece estar cerca. Ante la incertidumbre sistémica, hasta BlackRock, que se encontraba entre los mayores impulsores de los proyectos de reconstrucción de Ucrania, está a punto de marcharse. Esto es un indicio de que las mentiras de la Niebla de la guerra 2.0, que en reiteradas ocasiones advertimos en La Prensa, están saliendo a la luz.

Recordemos que Black Rock y JPMorgan respaldan un fondo de inversión de 15.000 millones de dólares para reconstruir Ucrania. Reconstruir Ucrania costaría casi medio billón de dólares. Eso decían el 14 de marzo de 2024. La perspectiva de una continuación del conflicto y una ampliación de las zonas bajo ocupación de Moscú, por un lado, y la idea de que una disminución del apoyo estadounidense podría contribuir a una mayor presión de Rusia sobre Ucrania.

 

EL VIL METAL

El vil metal… mueve la guerra. Fondos como Black Rock, después de todo, no operan como agencias benéficas. Carecen de ideologías, tienen objetivos lucrativos. «Somos sostenibles porque somos capitalistas», escribió el director ejecutivo Larry Fink a inversores y clientes en 2022, explicando el interés de Black Rock en la economía verde, antes de un cambio de ritmo abrupto tras la victoria electoral de Donald Trump y un auge de las inversiones en sectores como el GNL.

Así pues, en Ucrania, Black Rock sin duda actuó en sintonía con el sistema de financiación estadounidense, el aparato federal y la Casa Blanca para proporcionar un marco para la financiación de proyectos para el futuro de Ucrania cuando la situación en Kiev parecía más prometedora, teniendo en cuenta que la verdadera guía seguía siendo la posibilidad de participar en el gran acuerdo de reconstrucción.

 

MOVIMIENTOS PROVOCATIVOS

¡Pero atentos!, el partido de la guerra, no se rendirá y buscará seguir desangrando a Ucrania y a toda Europa. Por eso hay que ver los próximos movimientos provocadores atlantistas. El Reino Unido pretende consolidar su influencia en Estonia para liderar el frente Ártico-Báltico.

El posible despliegue allí de cazas F-35A con capacidad nuclear, que podrían estar equipados con armas nucleares aire-tierra estadounidenses dado que el Reino Unido ya no tiene las suyas, daría a Londres un papel principal en la gestión del frente conjunto Ártico-Báltico contra Rusia, que se espera que permanezca incluso después de que termine el conflicto ucraniano.

El ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, declaró al periódico Postimees tras la Cumbre de la OTAN del mes pasado que su país está interesado en recibir aviones F-35A con capacidad nuclear de sus aliados. El medio sugirió que el Reino Unido podría desplegar algunos de los 12 que planea adquirir.

El otro anuncio del Reino Unido, de unirse a la misión de aviones nucleares de doble capacidad de la OTAN, plantea la posibilidad de que estos aviones puedan estar equipados con armas nucleares estadounidenses, dado que el Reino Unido ya no cuenta con esa capacidad.

El Wall Street Journal explicó cómo el Reino Unido cambia su doctrina nuclear con la compra de aviones estadounidenses, lo que podría llevar a que obtenga las mencionadas armas nucleares de Estados Unidos. Mientras tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que la disposición de Estonia a acoger aviones con capacidad nuclear de cualquier país de la OTAN representa un peligro inmediato para Rusia. Todo esto tras la advertencia del Servicio de Espionaje Exterior ruso a mediados de junio de que los británicos y los ucranianos están tramando dos provocaciones de falsa bandera en el Báltico para involucrar a Trump en la guerra.

Dado que a finales de abril se evaluó que Estonia podría convertirse en el próximo foco de tensión en Europa, es probable que permitan al Reino Unido desplegar F-35A con capacidad nuclear en la Base Militar de Tapa, donde ya cuenta con algunas tropas como parte de su mayor despliegue en el extranjero. En resumen, se puede concluir que el Reino Unido está expandiendo activamente su influencia en el Báltico con pretextos antirrusos y a través de medios conexos, con Estonia desempeñando un papel destacado al albergar a sus fuerzas regionales.

 

EL FRENTE BALTICO

El frente báltico de esta nueva Guerra Fría está conectado con el ártico debido a la incorporación de Finlandia a la alianza en 2023 y a la respuesta de Rusia reforzando sus fuerzas a lo largo de su frontera para disuadir las amenazas provenientes de la OTAN. Este frente conjunto, que se prevé que se mantenga tenso incluso tras el fin del conflicto ucraniano, también verá la construcción de la “Línea de Defensa de la UE”, que se extenderá a lo largo de las fronteras orientales de Finlandia, los Estados Bálticos y Polonia con Rusia y Bielorrusia, como un telón de acero del siglo XXI.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró recientemente que la UE se está convirtiendo en una extensión de la OTAN, lo que se confirma con el papel de estos países en la “Línea de Defensa de la UE”, su compromiso reafirmado con Ucrania durante la última Cumbre de la OTAN y el “Plan ReArm Europe” de 800 000 millones de euros de la UE. Por lo tanto, el dilema de seguridad mencionado también afecta a la OTAN y a Rusia, y podría agravarse drásticamente incluso si se produjera una retirada mutua de fuerzas entre Rusia y EE. UU. en Europa Central y Oriental si Trump otorgara armas nucleares aire-tierra al Reino Unido.

El riesgo de que estalle una Tercera Guerra Mundial por un error de cálculo seguiría siendo altísimo en ese caso debido a la ambigüedad sobre si todos los F-35A pilotados por británicos que despegan desde Estonia (aunque solo sea para entrenamiento) están equipados con armas nucleares estadounidenses como parte de un ataque sorpresa de primer ataque. Este sombrío escenario solo puede evitarse si Trump se niega a proporcionar armas nucleares aire-tierra al Reino Unido, pero incluso si se niega, las tensiones entre la OTAN y Rusia persistirán incluso después de la paz en Ucrania debido al frente Ártico-Báltico, cada vez más liderado por los británicos.

En función de la vocación histórica demostrada por Gran Bretaña (de eso los argentinos, sabemos bastante…) podemos pensar: ¿Londres prepara una operación de falsa bandera en Estonia?.