No se disipó la incertidumbre

Aunque cosechó niveles de atención infrecuentes, el primer debate entre los candidatos presidenciales que se medirán en las elecciones de octubre difícilmente haya ayudado a alguien a decidir su voto.

Ninguno de los cinco participantes dijo nada que no haya dicho ya abundantemente en sus recorridas anteriores por los medios, ni tampoco lo dijo de manera más clara o diferente.

La única novedad fue la referencia de Sergio Massa respecto de la creación de una moneda digital argentina, sobre la que no dio mayores precisiones.

La trostkista Miriam Bregman y el peronista cordobés Juan Schiaretti aprovecharon la tranquilidad que les daba no tener nada que perder, la primera para recitar su acostumbrado catecismo, y el segundo para dejar sentado el reclamo del interior del país respecto de una gestión federal demasiado concentrada en el AMBA.

La cambiemita Patricia Bullrich se mostró más sólida en los enfrentamientos que en las propuestas, y el libertario Javier Milei, demasiado preocupado por no cometer errores, literalmente no dijo nada.

El candidato oficialista Massa apeló a todos los malabarismos verbales posibles para distinguirse del ministro Massa, aunque difícilmente haya logrado convencer sino a quienes ya están convencidos. Massa fue el único que tuvo una frase de empatía con las dificultades por las que atraviesa el pueblo argentino, y junto con Bullrich los únicos que se atrevieron a pronunciar la palabra "patria".  El próximo domingo asistiremos a un nuevo debate, pero a juzgar por lo que hemos visto en este primer encuentro la incertidumbre habrá de acompañarnos hasta el día del comicio.