EL RINCON DEL HISTORIADOR

Mujeres en la obra de Lucio Correa Morales

El 30 de junio se cumplió el centenario del fallecimiento del escultor Lucio Correa Morales, y no podíamos dejar de recordarlo en estas páginas. Lucio, nació en Navarro seis meses después de la batalla de Caseros, el 3 de julio de 1852 en el hogar de Salustiano Correa Morales y Francisca Oliver. Aquella población que nació como la ‘Guardia de San Lorenzo de Navarro’ en tiempos del virrey Vértiz, se hizo tristemente célebre por ser el escenario del fusilamiento del gobernador Manuel Dorrego en diciembre de 1828; pero pocas veces es recordada por ser la cuna de un renombrado artista como lo fue Correa Morales o de un destacado sacerdote Miguel De Andrea, que alcanzó el orden episcopal y fue un destacado referente de las causas vinculadas a la justicia social de acuerdo a la doctrina de la Iglesia.

Fue Sarmiento quien le consiguió una beca en 1874  para perfeccionarse en Italia, estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia, donde frecuentó a destacados maestros que además de cultivar su talento que lo convirtieron en el primer gran escultor argentino, supieron trasmitirle el don de la enseñanza, lo que lo convirtió años después en el gran maestro de una generación que dio artistas de la talla de Rogelio Yrurtia, Pedro Zonza Briano y Luis Perlotti. De regreso a Buenos Aires en 1882 expuso dos obras Indio Pampa y El Río de la Plata que merecieron el elogio de los críticos y los colocaron en un lugar destacado.

A LA MUJER

A la mujer dedicó distintas obras, una de ellas en mármol es la figura de su prima hermana Delia Correa Morales, una jovencita de 18 años, que el 26 de mayo de 1888, casó con Juan Cobo; y probablemente dado que fue realizada en ese año se haya tratado de un regalo de bodas a la pareja. La propietaria la donó en 1940 al Museo Nacional de Bellas Artes.

Otra de sus obras es la de la destacada docente Emma Nicolay de Capriles, de origen polaco, a la que Sarmiento conoció cuando era ministro argentino en los Estados Unidos, y a quien invitó a realizar su labor docente en el país, lo que hizo a partir de 1870. Fue la fundadora y directora de la Escuela Normal de Maestros que el año próximo celebra su 150 aniversario, cargo que desempeñó por una década hasta su fallecimiento el 30 de julio de 1884. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta, y una obra de Lucio Correa Morales la recuerda en ese lugar.

INDIA TEHUELCHE

La Cautiva es una figura de notable simbolismo, fue realizada en 1905, no es el caso tan habitual de la mujer blanca prisionero de los indios después de una incursión, sino que está inspirada en una india tehuelche, Sobre esta obra escribió el artista: “La he representado sentado en un resto de pared de adobe, mirando a los lejos el toldo que no volverá a ver jamás. Sus pequeños se esconden como pájaros asustados y el perro queda para seguir la larga fila de cautivos, como vivo recuerdo del lejano amor que se apagó con su sangre en defensa de su tribu”. Muchas veces vandalizada, se exhibe restaurada en el ingreso al Centro de Exposiciones de la Avenida Figueroa Alcorta y Libertador.