“Miro el contexto pero no me frena”
El productor teatral y empresario de sala Carlos Rottemberg anticipa una temporada atada a las condiciones climáticas. Este verano lleva a Mar del Plata nueve obras. “La primera semana de enero la temporada está casi jugada”, afirma.
El productor teatral y empresario de sala número uno de Mar del Plata tendrá este verano nueve espectáculos en cartel repartidos en sus seis escenarios. Carlos Rottemberg se muestra cauto aunque esperanzado de cara a una temporada estival atada al curso de la economía del país, y fija la primera semana de enero como un mojón para empezar a hablar de resultados.
-Habiendo debutado ya la primera de sus obras y siendo que el feriado de Carnaval cae recién el 3 y 4 de marzo, será un verano inusualmente largo...
-Nosotros seguimos hasta Carnaval, eso seguro. Son tres meses completos para algunos elencos. Es el caso de 'Mamma mía', por ejemplo, que arrancó el 6 de diciembre. Y después se irán sumando el resto de las obras. El último estreno lo tenemos nosotros el 6 de enero. Yo tengo un ida y vuelta muy especial con Mar del Plata, son ya 47 temporadas. Siento cariño por Mar del Plata, es una ciudad que me ha dado mucho y me siento muy bien tratado por el marplatense. Por eso digo que mi relación excede lo que es el teatro en sí, es una relación personal.
COYUNTURA
-Se viene agitando el fantasma de que la gente va a cambiar este verano la costa argentina por Brasil. ¿Cómo lo analiza?
-Nosotros tenemos una empresa constituida allá, con obligaciones, con equipos de trabajo en relación de dependencia durante todo el año. La coyuntura la miramos con un ojo, pero con el otro ojo miramos la empresa y esta empresa tiene que seguir funcionando. Podemos observar alrededor qué es lo que ocurre, pero no frenamos. En Mar del Plata, la inmensa mayoría de las empresas están abiertas todo el año, todos los años. Lo otro es fluctuante. Están los que van cuando les conviene y cuando no les conviene, no. No es mi estilo, por eso este orgullo de celebrar 47 temporadas consecutivas en la ciudad. No porque no me importe el contexto, lo que pasa a nivel nacional; por supuesto que me importa y que lo tengo que medir, tengo que conocer para poder actuar. Pero eso no me frena.
-¿Qué espera de esta temporada?
-Después de tantos años aprendí que el balance debo hacerlo en marzo. Escucho tantas cosas...A mí déjenme medir el movimiento de la Autovía 2 el 25 de diciembre. Ese es mi primer parámetro real. Sinceramente lo digo, no escucho mucho lo que dicen otros. No creo ni en mis propias premoniciones, mucho menos en las de otros. Claro que miro datos concretos como el nivel de reservas, el movimiento de gente. Pero yo soy de la Mar del Plata de la ruta angosta, la de la gente que planificaba las vacaciones mucho tiempo antes. Sin embargo, ahora la gente se levanta, en la Capital o la provincia de Buenos Aires, y si ve en el teléfono que va a llover cancela la reserva y no viaja. No hay dudas de que el balneario sigue siendo el principal atractivo de la costa. Por más que uno se dedique al teatro, a la gastronomía o a los tejidos, lo concreto es que el principal aliado turístico de la ciudad es el mar. Y, justamente, lo aleatorio del movimiento turístico es lo que me hace esperar un poquito para hablar de resultados.
-¿Cuándo cree que podrá trazar un primer balance?
-La primera semana de enero la temporada está casi jugada. El boca de urna del 25 de diciembre al 7 u 8 de enero no falla. No porque lo diga yo sino porque las estadísticas muestran que en esas dos semanas se cocina todo.
DESPEDIDA
-'Brujas' vuelve a Mar del Plata, donde se estrenó hace 34 años. ¿Es verdaderamente la despedida?
-Sí, lo es. De hecho, cada una de las actrices ya tiene otros compromisos para el año que viene. El 29 de septiembre 'Brujas' le dijo adiós a Buenos Aires y nos pareció lindo ponerle un broche de oro haciéndola nuevamente en la misma ciudad y el mismo teatro (Atlas) donde debutó.
-Al margen del entretenimiento y el humor que proponen Wali Iturriaga o títulos como 'Tom, Dick & Harry', 'Sean de termos y mabeles' y la obra de los hermanos Weinbaum, programó una comedia dramática surgida del off: 'Quieto'. ¿Qué lo animó?
-Considero que es una joyita y a mí me gusta trabajar siempre para las primeras mayorías y para las primeras minorías. No me quedo en un solo segmento de público ni en un único género teatral. El espectador es volátil y hay gustos y necesidades diversas, así como hay contenidos para cada segmento. En su justa medida, 'Quieto' representa una buena propuesta que nos ayuda a redondear una oferta teatral de muy alto nivel.