Mirador político

Milei, el mal menor

La casi totalidad de los medios y toda la oposición desbordan de críticas al Gobierno sin hacerle mella. En las urnas y encuestas, la sociedad sigue respaldándolo, a pesar del fuerte ajuste fiscal. La pregunta es por qué.

La causa principal es que mantiene bajo control el dólar y la inflación, aunque hay quienes descreen de esa explicación. La socióloga Liliana de Riz sostiene que hoy los ingresos son mayores en dólares, pero que el poder adquisitivo es menor y que el peso está sobrevaluado, pero vale poco, una sorprendente contradicción en los términos.

Más en general atribuye la actual situación a que la sociedad ve al ajuste y a Milei como el mal menor y a que no le encuentra sustituto, porque hay una crisis de representación. Ni una palabra sobre la credibilidad de sus críticos, ni de la responsabilidad de toda la dirigencia partidaria en el calamitoso empobrecimiento actual.

El caso de los medios es paradigmático. Hace un año y medio que perdieron cualquier atisbo de neutralidad y machacan para desgastar al Gobierno con denuncias como $Libra, el “cientificidio”, los médicos de Garrahan, los discapacitados, las vacunas, la “desmalvinización”, los “artistas” que ahora tienen que pagar de su bolsillo las películas que hagan, la “entrega”, el espionaje interno, el discurso del odio, la violencia verbal en las redes, la “crueldad”, etc. Todo con resultado nulo, ´porque no es el “éxito” de Milei, sino el fracaso de quienes lo precedieron lo que determina el escenario electoral de estos días. 

A la mayoría de los medios la sociedad les cree poco y en muchos casos ni los detecta. Su docencia republicana no convence a nadie. Hay episodios que demuestra por qué. El fin de semana pasado se difundió el caso de un canal K que dejó de funcionar, porque uno de los socios iba a dejar de pagar los sueldos de los empleados. El grupo empresario del cual el canal forma parte es propiedad de un sindicalista que controla el peronismo porteño y una amplia red de medios, mientras que el socio con problemas tiene como antecedente haber armado una frutería K en el barrio de Flores para vender a precios más baratos que los del Indec. Militaba en Kolina y su idea era un programa tipo “fruta para todos”. No funcionó y se dedicó al periodismo, para no renunciar a la fruta.

Los políticos son menos creíbles aun que los medios. Cuestionan la polarización porque radicaliza las posiciones y socava la emergencia de liderazgos alternativos. Falso. Los liderazgos no crecen, porque en el peronismo los aplastaron los Kirchner. El ejemplo de la pelea actual entre CFK y Axel Kicillof es apenas una muestra más de ese fenómeno. En la derecha, Milei tuvo que aplastar a Macri para que se corriera.

A lo que hay que agregar que no hay camino del medio por la desastrosa gestión de los políticos que lo promueven. Además, los “moderados” invocan un pluralismo que no practican. Cuando Raúl Alfonsín llegó al poder se quiso quedar con el peronismo mediante el famoso “tercer movimiento histórico”. Cuando en 2011 CFK ganó por el 54% fue “por todo”, pero gestionó tan mal que fracasó. Macri se consideró dueño de CABA y así le fue. El caudillismo es tal vez la peor lacra de la política nativa y no la inventó Milei. Tampoco Cristina Kirchner.