“Me siento una obrera de la actuación”

A sus 81 años, María Rosa Fugazot emprendió el desafío de protagonizar una obra musical en el CCK. Junto a Graciela Pal, Vicky Buchino y Edda Bustamante encarna a grandes heroínas de la Historia en ‘El origen. Las griegas’, dirigida por Belén Pasqualini.

Se podría decir que María Rosa Fugazot es una de las pocas capocómicas de la Argentina. Es un título que se ganó por trabajar al lado de los grandes del humor argentino de todos los tiempos, como Alberto Olmedo, Darío Vítori y Jorge Porcel, sólo por nombrar a algunos.

A sus ochenta y un años, y luego de protagonizar una interminable lista de éxitos teatrales, la viuda de César Bertrand no sólo sigue trabajando sino que se anima a nuevos desafíos, no necesariamente ligados al humor: protagoniza ‘El origen. Las griegas’, una producción original del Centro Cultural Kirchner en la que comparte cartel con Vicky Buchino, Graciela Pal y Edda Bustamante, La obra se presenta hoy y el próximo miércoles a las 20 hs.

“Es una experiencia preciosa, nos quedan dos funciones y ojalá se hagan algunas más porque realmente es un placer hacer esta obra”, aseguró la actriz ante La Prensa, a la vez que destacó la labor de Fernando Albinarrate en el piano. Porque la pieza dirigida por Belén Pasqualini, con dramaturgia de Valeria Groisman, es un híbrido entre el musical y el teatro leído, en el que las actrices revisitan algunas de las obras cumbre del teatro griego para reflexionar acerca del papel de la mujer en la sociedad.

Y si bien María Rosa admite que la puesta da cuenta de que la lucha de la mujer por sus derechos comenzó cuatrocientos años antes de Cristo, ella no está tan de acuerdo en llamarla ‘feminismo’: “En realidad, es el derecho que le cabe a toda mujer como ser humano, madre y esposa”, dice.
Habiendo participado en éxitos televisivos de los ‘80 como ‘Alberto y Susana’, ‘Operación ja ja’, y más acá en el tiempo, de ‘La peluquería de Don Mateo’ y la serie ‘Nada’, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, Fugazot es muy honesta a la hora de hablar de su situación económica actual: “Nunca fui millonaria; si no trabajo me muero de hambre como cualquier hijo de vecino. Hay mucha gente que cree que el artista está lleno de plata pero no es así. Agradezco no ser una carga para mis hijos”, mencionó la madre del actor y director René Bertrand y del músico Javier Caumont.


EL ORIGEN

-¿De qué va ‘El origen. Las griegas’?

-Son cuatro amigas hablando respecto a los griegos, que caen en la cuenta de que la lucha por los derechos de la mujer empezó cuatrocientos años antes de Cristo; es decir, el mal llamado feminismo, porque en realidad es el derecho que le cabe a toda mujer como ser humano, madre y esposa. A través de Antígona, Nerea y Helena de Troya se habla de la lucha que en aquellos tiempos tenían las mujeres para hacer valer sus derechos, porque eran casi adornos. En el caso de Helena, su belleza fue capaz de iniciar una guerra; a Antígona la matan por enterrar a su hermano, porque para ella es mucho más serio y doloroso faltar al deber humano de enterrar a su sangre y no dejarla en el campo de batalla a que se lo coman los bichos. O sea que ella prefiere no vivir su vida, porque muere sin casarse, sin tener hijos y sin nada, pero cree mucho más digno y lógico preservar su sangre. En el caso de Lisístrata, fue la primera revolucionaria que propone la huelga sexual para evitar las guerras. Así que son cuatro mujeres que muchos años antes de Cristo exponían sus vidas, su integridad, y usaban lo que tenían a mano para tratar de acabar con guerras insólitas, para terminar con ese dominio absurdo que te convertía en una cosa, no en una persona. Todo esto regado con nuestros comentarios y con el aporte de las canciones y la música de Albinarrate.

-¿Verdaderamente ha habido avances para el género femenino o son palabras y no hechos?

-Lo que a mí no me gusta son los extremos. Pelear por tus derechos y el respeto que te merecés como ser humano no significa pisar la cabeza del hombre porque nos necesitamos. Creo que la justicia y la balanza tendrían que medir en el mismo nivel, ni uno más arriba ni uno más abajo, porque así como criticamos el machismo tendríamos que criticar el feminismo. No se trata de destruir al otro sino de emparejar la cosa para que sea más llevadera para todos. No me gustan el machismo ni el feminismo, me gusta el equilibrio.

LABURANTE

-Luego de tanto camino recorrido, ¿qué es lo más positivo y negativo de su profesión?

-A mí me encanta meterme en el cuerpo de distintos personajes, el contacto directo con el público, por eso me gusta tanto el teatro. Creo que cuando te vas, lo único que te llevás es el cariño de la gente y el recuerdo que dejes en cada uno de los que te conocen. Me gusta eso de mi profesión. Pero no me gustan los egos. Yo exijo el respeto hacia mi trayectoria pero jamás me monto en el caballo ni me creo más que nadie...

-Nunca se tomó un descanso, ¿por qué razón?

-A mí me hace bien estar activa. Tengo 81 años y estoy entera; eso es parte de lo que me regala mi trabajo. La actividad que hago hace que me mantenga despierta, despabilada, consciente. Además, nunca fui millonaria, así que si no trabajo me muero de hambre como cualquier hijo de vecino. Hay mucha gente que cree que el artista está lleno de plata y no es así. Yo soy una laburante, me siento una obrera de esta profesión. Todo lo que tuve se lo di a mis hijos porque era lo que correspondía y porque los amo. Todo lo mío fue, es y será siempre para ellos y para mis nietos ahora. Lo único que pido es no ser una carga para nadie.

-¿Cambiaría algunas de las decisiones que tomó a lo largo de su vida?

-Hoy haría cosas diferentes, tal vez, pero no estoy arrepentida porque mi camino ha sido bastante bueno. No me quejo porque a mí me tocó una época en la que si trabajabas y luchabas salías adelante, y quisiera que todo el mundo supiera que sin trabajo, esfuerzo y pasión por lo que se hace no se logra nada en la vida. Pidiendo no se vive