McTiernan y un cine con sentido positivo

El director de 'Duro de matar' y 'Depredador' cautivó al Festival de Mar del Plata. "No sé si siempre las luchas las ganan los buenos, pero intento que por lo menos el futuro se vea mejor que el presente'', dijo el realizador.

­­El reconocido director de cine estadounidense John McTiernan ('Duro de matar 1', 'Duro de matar 3', 'Depredador', 'Jungla de cristal'), uno de los referentes del género de acción en los años '80 y '90, fue el invitado internacional estrella de la presente edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

Entrevistado por La Prensa, McTiernan (71) se mostró abierto al diálogo. Sus respuestas se caracterizan por la profundidad y el nivel de detalle. Se toma su tiempo para contestar, no sólo lo que se le pregunta sino también reflexiones personales sobre el cine y la realidad actual.­

 

-En su opinión, ¿qué elementos deben estar presente en una película de acción?­

-Una película de acción puede tener diferentes cosas, casi siempre lo que se encuentra presente es la idea de conflicto. (McTiernan se detiene, busca las palabras exactas, mira al horizonte del lobby del hotel y retoma su respuesta). En mis películas había muchas armas o espadas, pero...Voy a tratar de dar una respuesta más seria a tu pregunta: las personas, en general los hombres, a veces en diferentes situaciones se enfrentan a desafíos y a circunstancias difíciles. En las historias muchas veces tienen que desplegar ciertas habilidades para enfrentar esas circunstancias, pero también aprenden lecciones que van aplicando a situaciones de su vida. Los jóvenes aprenden a ser hombres muchas veces a través de historias y, en muchos casos, de historias de acción. Lo han hecho a lo largo de muchísimos años, antes alrededor de un fuego y ahora quizás en una película como las mías. Yo traté de reflejar esas lecciones acerca de cómo los jóvenes se transforman en hombres en la pantalla, así como otros hombres lo han hecho de diferentes maneras.­

-¿Qué ideas ha intentado transmitir en sus filmes?­

-He tratado de reflejar mensajes positivos; no necesariamente es lo que siempre pasa, ni creo que siempre los buenos ganen o las cosas salgan bien en la realidad, claro. Personalmente, no sé si siempre las luchas las ganan los buenos, pero intento que por lo menos el futuro se vea mejor que el presente. Los modelos que seguí en mi vida, mi padre, mi abuelo, muchas veces tomaban la decisión de cumplir un rol social para que yo pudiera crecer sin tantas preocupaciones. Me acuerdo que mi abuelo perdió su casa en la Gran Depresión en los años '30, tuvo que mudarse con una pequeña carpa y un tráiler cerca de un lago porque no tenía dinero. Perdió todo, pero en lugar de decirle a mi padre lo que realmente estaba pasando, le dijo que todo eso era una aventura, algo divertido. Ese fue el mensaje más positivo para trasladarle a los niños de la familia, que quizás sabían lo que estaba pasando pero que podían llegar a verlo con otro punto de vista.­

-¿Cómo aplica usted esa filosofía de vida?­

-Hay una idea que estoy queriendo trabajar, sobre un oficial de caballería en Estados Unidos que está a cargo de la última guerra contra los indios. No es un hombre muy religioso, pero reza en voz baja mientras cabalga, como un pequeño susurro; pero a veces, cuando quiere contagiar esa sensación a los otros oficiales, reza más fuerte para que lo escuchen. En el último día de la historia dice una plegaria conmovedora: 'Que Dios nos proteja del triunfo del hombre malo', lo que me resulta movilizante por la situación terrible que se está viviendo en los Estados Unidos, una situación que podría haberse evitado.­

­

ESPECTADOR­

-Si pudiera viajar a los '80, ¿qué le diría al joven John McTiernan antes de filmar películas como 'Duro de matar' y 'Depredador'?­

-No le diría una palabra. Sí le advertiría sobre otras cosas (risas), pero no le diría ni una palabra sobre el trabajo que está por hacer.­

-¿Vio algún filme en este Festival que le haya impactado?­

-Sí, justamente anoche vi una película que respondió para mí uno de los grandes misterios de la vida. Se trata de la película sobre Leonard Cohen ('Leornard Cohen, a Journey Song'). Las metáforas de sus letras son realmente increíbles, como un hacha en la cabeza. Es impresionante como construyó 'Halleluya' en diferentes partes: está la historia de la Biblia al principio y después está la historia de amor en Nueva York, lo que me llega desde lo personal porque yo estaba estudiando allí en los '70. La película se transforma, y luego hay un señor anciano reflexionando sobre su pasado. Las metáforas resuenan mucho unas con otras y uno se pregunta, ¿cómo lo logró? Pareciera que tenía una conexión directa con Dios y eso es algo difícil para la mayoría de nosotros; en general, nosotros no tenemos conexión directa con Dios sino que simplemente tenemos que trabajar duro. Es muy fuerte lo que sucedió con esa canción. El la compuso improvisando mientras estaba de gira, y luego la unió las diferentes partes. Sin duda, es una de las canciones más lindas de la música.­

­

LO QUE VENDRA­

-Se encuentra trabajando en su próximo proyecto, 'Tau Ceti Foxtrot', con Uma Thurman y Lawrence Fishburne. ¿Qué nos puede decir sobre el proceso de filmación y el género que aborda?­

-Espero poder hacerla, no estoy seguro; es un tanto extraña la película, por eso no sé si se va a llegar a realizar. Parece estar ambientada en el pasado, pero eso no termina de ser del todo correcto. Parece Europa socialmente, pero también el Lejano Oriente. A partir de ahí es que el espectador se da cuenta que están ocurriendo cosas extrañas. Es una combinación de misterio y acción. Finalmente, nos damos cuenta que la película transcurre en un planeta diferente, algo así como Star Trek. La premisa en esta película es 'don't interfere' (no interfieras). La idea científica detrás de la película es que no hay ni mamíferos ni humanos, sino que solamente hay un ADN que sobrevive al viaje interplanetario. Si uno tiene las mismas condiciones con el mismo ADN, se genera la misma criatura. Y las personas van a ir buscando este tipo de criaturas. En la película también hay militares retirados que viajan a estos planetas y tratan de interferir con la historia para que los buenos puedan avanzar y los malos no logren su cometido.­

Reflexivo y generoso en sus respuestas, luego de detener la grabación McTiernan se despide con simpatía y un fuerte apretón de manos. Un grande del cine en Mar del Plata, mano a mano con La Prensa