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Mc. Mafia: Los nuevos poderes dominando a “estados fallidos”

“Detrás de muchas fortunas se oculta un crimen” - H. Balzac

El mundo del crimen organizado se ha infiltrado en nuestras vidas y esta mundializado: drogas, mujeres para sexo pago dentro de organizaciones que las importan de país a país, armas, tecnologías incluso misilísticas, pornografía y tráfico de menores para estos fines, falsificación de marcas, trabajo ilegal a través del tráfico de personas.

Todo esto es una realidad que se inmiscuye en nuestras vidas y tiene que ver con el deterioro de la calidad humana, con la enfermedad, el delito, el envejecimiento precoz y la muerte temprana de los jóvenes.

Ahora el fentanilo aparece con fuerza domando voluntades y conquistando países a través de mercados políticamente organizados en donde el Poder ya no se consigue con armas y bayonetas como lo predijera G. Orwell: “solo bastaran drogas y propaganda” para dominar poblaciones.

Orwell en su obra “1984” parece entrever un futuro distópico en un futuro marcado por un Gran Hermano que nos vigila en donde el delito se hace poder.

Otro libro que relata la situación actual es el de A. Huxley en donde habrá un “poder blando” en donde las drogas y el consumismo serán los elementos de control en su libro “Un mundo feliz”.

Ambos Orwell y Huxley anuncian un Poder que será superior a los Estados a través de una nueva “ingeniería social”.

Las mafias formaran parte de esta ingeniería social de dominio de las poblaciones y así funcionan como una totalidad desde las mafias albanokosovares hasta las mejicanas, colombianas, el tren de Aragua, etc.

El estudio en Europa de la naciente mafia albanokosovar surgidas de los servicios secretos comunistas reciclados y desde los grupos paramilitares luego de saquear Kosovo y Croacia, así como la mafia de Bulgaria también surgida de los estertores del régimen soviético; todas se unieron en un principio en empresas semiilegales aprovechando la primera etapa de transición capitalista del régimen.

Rápidamente se ligaron a mafias estructuradas como la calabresa con núcleos en toda Europa y América Latina. Todas aprovechan las herramientas de la informática y la caída de los Estados Nacionales (por crisis de gobernabilidad, pobreza, etc.) que se han transformado en lo que hoy se llaman Estados Fallidos (M. Glenny- El crimen sin fronteras). Estos Estados Fallidos tienen menor capacidad policial y judicial y menor inteligencia en sus servicios estatales para enfrentar un delito que es superior en armas, posicionamiento estratégico en los territorios, así como en un control de las geografías de los barrios y enclaves.

LA CAIDA DEL CAPITAL HUMANO Y SOCIAL

Vocación, circunstancia y proyecto son las bases de lo humano. Por la vocación recibimos el llamado a ser personas que con un proyecto de vida es el argumento de nuestra existencia, es nuestra justificación del paso por este tiempo de vida. La circunstancia es lo que está aquí junto a nosotros y que no nos golpea la puerta para entrar. Es la realidad con su carga de gracia, espanto y/o paz.

Circunstancia, vocación y proyecto son según Ortega y Gasset la arquitectura de nuestra vida. Nuestro devenir como personas es darle contenido a un proyecto y a la vocación; además de la circunstancia es imposible fugarse. La fuga es imposible salvo que deliremos(psicosis) o nos droguemos.

Pero esto es solo por un tiempo ya que cuando la dosis de drogas se acaba aparece lo negado con mucha fuerza.

Negar la realidad es convocar a la tragedia en forma de sobredosis, accidentes por consumo, envejecimiento precoz. La tragedia es el precio por huir de las circunstancias.

HANDICAP POSITIVO

Para estructurar un proyecto, darle contenido a la vida en una vocación y asumir la circunstancia, aunque sea dolorosa hoy la cultura se transforma en el hándicap positivo. Esa cultura hoy se llama capital social y humano; leyes, ordenamiento, parentesco, barrios protegidos del delito y la venta de drogas, escuelas, relaciones institucionales fuertes. Los países se definen por esta calidad institucional. Eso es una cultura que permite un desarrollo saludable. Es una realidad que crezco sanamente entre un tejido de valores, ordenes, pautas, prohibiciones y normas; hoy todo esto en muchos lugares parece estar dado vuelta. Muchos crecen en un contexto de antivalores y de barbarie.

Un acompañante terapéutico me relata que con una paciente visita la casa en un barrio crítico de la Ciudad de Buenos Aires. Le asombra el paisaje: decenas y decenas de personas caminan de una manera frenética y aislada unos de otros; todos están drogados. Tienen distintas edades, desde 10 años hasta 45, reconoce este espectador privilegiado, pero atónito. A todos ellos el paco los convoca.

Son “muertos vivos”. Vendedores por doquier. Le comento al acompañante que la reinserción o sea la vuelta a casa es imposible en ese lugar. Se tendrán que mudar. ¿Podrán? Además del cambio personal y familiar hay que cambiar de contexto. Pasar de un contexto bárbaro a uno humano.

La droga como elemento masivo en los barrios es el signo de la barbarie de hoy. Pero es el signo también del negocio de hoy en el hombre miserablemente reducido a ser hombre-mercancía. Es solo un consumidor, de sustancias en este caso.

Mi maestro en adicciones L. Cancrini (Italia) decía en México: “en un barrio donde hay muchos adolescentes y hay mucha oferta de drogas, gana la droga”. En la edad de máxima vulnerabilidad biológica y psicológica gana la oferta de ilusiones.

Pero detrás hay un negocio. Uno de los tantos de la Mc Mafia. Los jóvenes son reclutados para un trabajo por la dosis y algo más de dinero por las organizaciones; éstas a su vez son un eslabón de una cadena globalizada. Imponen un Poder en los territorios. No se necesita estudiar mucho para ser un transportista de drogas. Se envilece la cultura. Decae la vida social y la palabra desaparece siendo la violencia la carta de presentación de esa sociedad.

NUEVOS CAMPOS DE CONCENTRACION

En una villa del conurbano una psicóloga va a rescatar un paciente con los padres para que comience un tratamiento. Ingresa a un “fumadero de paco”.

Le asombra la cantidad de chicos aislados también unos de otros concentrados en esa fuga de muerte con una cierta dosis de excitación que consiguen. Es un nuevo campo de concentración sin alambrados. Son ellos también de la Mc. Mafia, como escala final de los “desarmaderos-cementerios” en que nos hemos transformado.

Mc Mafia es una organización internacional que mueve el 20 % de la economía mundial (Estados Canallas – T. Napoleone). Desde las rutas del sexo hasta las marcas prestigiadas falsificadas.

El paco de nuestras villas y barrios críticos es el residuo del clorhidrato de cocaína que recorrerá los salones prestigiados.

Unos y otros, “paqueros” y cocainómanos se unirán en el “final anunciado” de los “desarmaderos –cementerios”. A un costado quedarán miles en su deterioro que luego serán noticia por su desgraciado e impactante final si son conocidos o sino vivirán con suerte en refugios sociales (hospitales, cárceles por delitos que en muchos casos está asociado al consumo) o terminarán en las múltiples cunetas y cloacas de la ciudad sin un destino de mármol. Ignorados como fue su vida: “nadies entre nadies”.

Son olvido. Lo que queda es el dinero que han producido. Fueron solo hombres-mercancías. Ya se gastaron. Se murió. Se agotó su ciclo económico.

* Director general de Gradiva - Rehabilitación en adicciones.