“Massa y Milei expresan diferentes modelos de la experiencia peronista”

El balotaje entre Unión por la Patria y La Libertad Avanza significa una derrota del antiperonismo, destaca el politólogo Julio Burdman. Las semejanzas de los candidatos con Menem, CFK y Duhalde.

Las proyecciones y las encuestas se han vuelto esquivas para los expertos pero, sin embargo, es palpable la sensación de que el balotaje del próximo 19 tendrá a Sergio Massa y Javier Milei cabeza a cabeza en un final de bandera verde.

En el juego de los parecidos el politólogo Julio Burdman recalca que Milei, el libertario, podría llevar adelante una gestión con el sello de Carlos Menem, mientras que Massa “tiene cosas de Menem, de Cristina y también de Duhalde”.

-¿Sigue las encuestas que circulan por estos días? ¿Qué opinión tiene al respecto?

-Honestamente no porque si bien creo en el instrumento de la medición, esta circunstancia es muy particular y eso hace que el instrumento sea menos eficaz que en otras situaciones. Por un lado, medir para balotaje es mucho más fácil porque es una sola dimensión y sólo hay dos opciones. Es más fácil cerciorarse que la opción que uno recoge sea cierta. Pero al mismo tiempo estamos en un momento de tanta volatilidad del electorado que creo que las encuestas terminan teniendo menos sentido que habitualmente. Por lo tanto, las tomaría más con pinzas que lo habitual. Intuitivamente uno tiene que considerar que esto está muy parejo por el sencillo hecho que nada más y nada menos que la propia Bullrich (Patricia) está apoyando a Milei muy activamente. Lo hizo apenas arrancó la campaña del balotaje, no hubo ningún tipo de titubeo. Y eso seguramente condiciona a los votantes. Acá no hubo, que es lo importante en cualquier observación, un efecto Le Pen (Jean-Marie), no se aglutinó toda la política detrás de una opción. Claramente se dividió en dos el espectro y eso no puede no tener consecuencias.

-¿Qué le da el soporte político de Macri a Milei?

-Lo más importante es que facilita la confianza en Milei del votante de Macri. Lo que uno pudo observar en diversos estudios cualitativos o cuantitativos es que el votante de Macri no confiaba demasiado en Milei a nivel personal. Lo veía como un elemento ajeno a la discusión política reciente. Y creo que el aval activo de Macri y Bullrich, las dos figuras más legítimas del votante de Juntos por el Cambio, sin dudas le facilita a mucha gente votar a un candidato al que no pensaba votar.

-Los números de las PASO y la primera vuelta electoral indicarían que Milei tocó su techo. ¿La alianza con Macri lo robustece en su armado político?

-Creo que Milei perdió la elección, no salió primero y encontró su techo, pero pienso que el techo no era de él sino de su armado político. Lo que puso a Milei en riesgo fue cuando parte de sus asesores empezaron a hablar y no eran Milei, por lo tanto no tenían el mismo encanto de las cosas que podría ser Milei. Una cosa es que Milei diga una cosa rupturista y otra que lo haga Benegas Lynch, que no tenía legitimidad social para hablar. Por eso creo que se encontró como que iba con el motor a todo lo que daba y una carrocería que no aguantaba. Creo que con Macri ganó esa carrocería. Milei ahora está mejor que antes. De ser un candidato sin partido ahora es un candidato con partido. El partido ahora es esta red de dirigentes de Juntos por el Cambio que logró sumar. Es más importante lo que logró sumar que la serie de diputados que se le fueron. Es un costo que paga para sumar un partido real.

EL ARQUITECTO

-¿Se resignifica la figura de Macri como un jugador importante en el terreno político?

-No estoy muy de acuerdo con eso. Yo veo que circularon muchas lecturas exaltadoras de la figura de Macri que a mí no me cierran. Creo que Macri es un derrotado en esta elección. Su construcción política salió tercera, teniendo hace un año y medio la elección relativamente fácil. Y eso tuvo mucho que ver con sus propios errores estratégicos. Ahora Macri confluye en Milei, pero con un Milei que le gana la elección a su propio espacio. También me genera cierta desconfianza esa idea de que ahora Macri maneja a Milei. En esa negociación, que no sé cómo habrá resultado porque fue privada, me cuesta imaginar un Milei débil entregado a Macri. No me caben dudas de que Milei sabe que el apoyo de Macri es sustantivo y seguramente esto va a implicar en un hipotético triunfo una participación importante de Juntos por el Cambio en su gobierno, pero creo que Milei sigue siendo en esa mesa una figura fuerte. Viene de hacer una especie de epopeya. El hombre armó de la nada y con dos pesos con cincuenta una fuerza que salió primera en las PASO.

-Llamó la atención la velocidad con que, al día siguiente de la elección, se juntaron para sellar la alianza.

-También es cierto que si Macri no se ponía al frente del proceso en un contexto en el cual Juntos por el Cambio se estaba desintegrando por haber salido tercero y porque se pusieron en evidencia todas las grietas internas que había en una coalición que nunca funcionó bien, si no lo hacía se iban a pasar uno a uno las segunda líneas. Como ocurrió con Iguacel (Javier) y Waldo Wolff. Si Macri no se apresuraba, cada día se le iban a ir más dirigentes al lado de Milei y él se iba a quedar con todo eso gratis.

-¿Fue un liderazgo forzado?

-Claro, y no por nada jugó la carta más fuerte que tenía, qu es la propia Bullrich. Ella mismo dijo: ‘En nombre de mis votantes me pongo en este lugar’. Ahí la jugada fue bastante fuerte por estas circunstancias especiales.

-Si llegase a ganar Milei, ¿el armado político de Juntos por el Cambio, que ahora lo sostiene, podría aportarle algo de equilibrio a su afán por desguazar el Estado?

-Sí, porque además va a implicar un conjunto de restricciones y compromisos. Milei tenía la capacidad de mandar una propuesta muy rupturista por lo suelto que estaba. Casi que no tenía compromisos con el sistema. Podía proponer cualquier cosa porque no tenía costos. Ahora sí tiene costos porque se empiezan a sumar personas que tienen compromisos asumidos, personas con compromisos territoriales. Por lo tanto creo que Milei se corre de la derecha a la centro derecha. Tal vez no él como persona pero sí su proyecto político.

TEMOR

-¿Qué opina de los votantes que expresan miedo por el proyecto de La Libertad Avanza?

-Hay mucho de eso y creo que es parte del atractivo de Sergio Massa, que él logró concentrar ese temor. Es un voto muy defensivo. La estrategia de Massa fue inteligente porque dado que tenía poco para mostrar en materia de gestión logró tener progreso en una suerte de defensa de status quos varios, de valores varios, y por eso logró reunir a una parte importante del electorado argentino que no quiere que haya rupturas. También Massa va a seguir creciendo sobre la base del temor a Milei. Quedará por verse si el temor a Milei puede convertirse en una coalición mayoritaria.

-¿Ha demostrado habilidad Massa para moverse en este escenario incómodo de ser un candidato que debe proponer algo distinto y, al mismo tiempo, ser el ministro de Economía del kirchnerismo?

-Los dos, Massa y Milei se han movido con mucha habilidad. Por eso desplazaron los dos a Cristina y a Mauricio. Se está produciendo una renovación a gran escala del sistema partidario argentino y eso lo operaron Massa y Milei. Los dos hicieron cosas milagrosas. Milei formó de la nada un movimiento político popular, y Massa logró de la nada quedarse con los escombros de una coalición en problemas y se transformó en su virtual líder. Los dos son hábiles y buenos políticos. Massa se movió muy bien si tenemos en cuenta la adversidad casi absoluta al ser funcionario de un gobierno con muy poco para mostrar.

-Pensando en una victoria de Massa, ¿se transformará en Menem o en Cristina?

-Es interesante. Creo que tiene un poco de cada uno y también tiene mucho de Duhalde. También Milei puede ser Menem. Paradójicamente, aunque pensemos que estamos ante una crisis del peronismo, estamos en una suerte de disputa de distintos modelos de peronismo. Es como que la fuerza antiperonista quedó desplazada y acá tenemos a dos emergentes, Massa y Milei, que expresan de alguna forma diferentes modelos de la experiencia peronista de la democracia. Creo que Milei es quien aspira a ser el nuevo Menem, y Massa es una suerte de duhaldismo/kirchnerismo que también busca absorber la figura de Alfonsín. Son dos opciones afines a ciertas experiencias históricas del peronismo. En el fondo todo este proceso es una derrota del anti peronismo.

-¿Cómo puede jugar la saturación que parte del electorado tiene con la gestión kirchnerista?

-Ese es uno de los puntos más fuertes que tiene a favor Milei. Justamente el sentimiento antikirchnerista le permitió sellar el acuerdo con Macri y Bullrich, que de no mediar ese sentimiento sonaría como fuertemente paradójico. Milei había hecho toda una campaña de diferenciación, demoledora de Juntos por el Cambio, pero pudo superar eso gracias al sentimiento antikirchnerista. Es decir, el antikirchnerismo está sirviendo de voligoma al entendimiento Milei-Macri-Bullrich.

-Circuló la versión de que Massa podría darle el Ministerio de Economía a Horacio Rodríguez Larreta o bien a Carlos Melconian. ¿Juntos por el Cambio se transformó en el árbitro de esta elección?

-Todo este rápido derrumbe de Juntos expresa todos los problemas que venían teniendo desde el día uno. Una coalición electoral que nunca logró organizarse como coalición política, que careció de mesa de coordinación, que en el gobierno no funcionó como coalición tampoco. Arrastraba un montón de resquemores y desconfianzas mutuas. La velocidad del derrumbe expresaba todo ese vacío que había en el sustrato de todo esto. Era una coalición muy vacía pero que tenía una fuerte orientación electoral por parte de Macri y Bullrich como su principal heredera. Juntos por el Cambio se desarma pero Macri y Bullrich van a ser capaces de orientar buena parte de esos votos. Por eso es tan peligrosa para Massa esta conformación.

-¿Estima que habrá una fuerte inclinación al voto en blanco?

Va a haber bastante de eso. Voto en blanco y abstención van a estar a la orden del día, pero también pienso que el balotaje va a convocar mucho voto positivo. No me lo imagino algo como en 1963, donde la ausencia de opciones -fue proscripto el peronismo- hace que el voto en blanco sea la primera opción. Mucho votante de Juntos por el Cambio y de Schiaretti también va a terminar optando por alguna de las dos opciones.