Massa se juega su última carta; Camaño enfrentada a Stolbizer

Lo que vendrá. El fundador del Frente Renovador ha perdido credibilidad política y su propia ambición lo condenó a un nuevo fracaso electoral, tal vez el último.

Todavía no se silencian los rumores de la actitud de Sergio Massa ente sus más fieles seguidores del Frente Renovador, que no terminan de entender porqué su líder jugó tan mal su movida política ante la formación de alianzas. "Se equivocó y ahora lo peor es que en veinticuatro horas se convirtió en el enemigo de lo que tanto le costó construir", comenta uno de los voceros del partido.

"Traicionó a Graciela (Camaño) de una manera poco valiente por intentar conseguir una limosna de los Kirchner", asegura indignada una de las secretarias de la diputada.

Sin dudas Massa demoró demasiado su decisión y en pocos días abandonó Alternativa Federal, intentó pactar con Cambiemos y terminó como peón del kirchnerismo.

A pesar de esto el tigrense buscará en estos pocos días que quedan hasta el 22 cuando vence el plazo para la entrega de listas de candidatos, convencer a Cristina Fernández de ir a una PASO contra la fórmula que ella forma con su elegido Alberto Fernández.

La ex presidente tiene al respecto una posición intransigente y no quiere ni oír hablar de elecciones internas porque le parece que Massa no tiene que tener más poder que el encabezar la lista de Diputados Nacionales por la Provincia de Buenos Aires. "Ya puso a su hijo Máximo como segundo en esa lista, no mueve más piezas por Massa", confirmo a La Prensa uno de los organizadores del Instituto Patria.

Seguramente el próximo jueves desde el Frente de Todos harán oficial el acuerdo impuesto por la ex presidente. Los colaboradores de Massa sostienen que la fórmula Macri-Pichetto puede complicar la elección y que una PASO en el kirchnerismo le daría más credibilidad al nuevo Frente.

El fundador del Frente Renovador ha perdido credibilidad política y su propia ambición lo condenó a un nuevo fracaso electoral, tal vez el último.

UN CAZADOR LLAMADO LAVAGNA

Desde su Consenso Federal 2030, que acordó llevar como vice a Juan Manuel Urtubey, el ex ministro de economía Roberto Lavagna intentará captar la mayor cantidad posible de dirigentes del radicalismo que todavía no terminan de digerir la inclusión de Pichetto en la coalición gobernante.

Intenta llegar a las PASO con la mayor cantidad de posibilidades posibles, pero eso dependerá si la formula de Juntos por el Cambio, que sacudió el escenario electoral con la inclusión del jefe del bloque justicialista del Senado como vice de Macri, si cae en las encuestas cosa que hasta ahora no parece demasiado posible porque lo que crece es el clima de polarización entre los votantes.

Los analistas evalúan que el propio Lavagna compite en ese segmento de votantes con el Frente Despertar que armó el economista José Luis Espert quien figura como candidato a presidente. Ambos frentes pueden restarle votos a Macri y tal vez por eso sea que Pichetto se apuró en elogiar a Espert públicamente  e invitarlo a colaborar con el Gobierno en caso de ganar.

Marco Lavagna ya organizó una serie de reuniones con radicales de más de setenta distritos bonaerenses, algo que intensificará esta semana. 

"Lavagna no surgió como oferta sino como demanda de un sector del electorado que rechaza a Macri y a Cristina. Con las fórmulas esa demanda es menor, se fueron los referentes y perdimos candidatos a intendentes fuertes, como el rector de la Universidad de La Plata, Fernando Tauer", comentó a un medio digital un reconocido dirigente radical que ya no asiste a las reuniones de la oficina de Consenso Federal 2030.

La desconfianza gana terreno entre los caza-cabezas radicales de Lavagna y de Espert que muchos aseguran acabarán prestándose dirigentes a los que tendrán que convencer de participar en coaliciones sin posibilidades de triunfo.

VIDAL CON LA LUPA EN LA MANO

Si algo preocupa a la gobernadora bonaerense por estos días, es la definición de quién se quedará con la candidatura a la gobernación representando al frente de Lavagna. Dos mujeres disputan su papel decisivo dentro de Consenso Federal 2030. Margarita Stolbizer y Graciela Camaño, ambas quieren encabezar la lista de Diputados Nacionales por la Provincia para asegurarse un lugar destacado en el Congreso y se niegan a aceptar aparecer en las listas como candidatas a la gobernación de Buenos Aires, sabiendo que la lucha contra María Eugenia Vidal y Axel Kicillof está perdida de antemano.

A Vidal la presencia en ese lugar de Stolbizer,  la incomoda porque tiene un mensaje y una imagen que se parece mucho a de ella. Por ahora no hay definición  pero Camaño cuenta con un aliado muy influyente, su marido, el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo, un hombre ligado a Roberto Lavagna desde el inicio de su decisión de volver al ruedo político. Quienes conocen al gremialista saben muy bien que solo le interesa el poder y que hará lo que sea necesario para su mujer encabeza la lista de diputados para desde el Congreso apuntar al Consejo de la Magistratura.

Margarita deberá entonces salir a recorrer la provincia sin demasiadas esperanzas, salvo que haya un acuerdo con la propia Vidal, algo que no descarta Juan Manuel Urtubey, el vice de Lavagna, que es un entusiasta de los pactos con consenso.

El gobernador de Salta sabe que la relación entre Stolbizer y Vidal se enfrió en los últimos meses pero que siempre ha sido muy buena por lo que confía que recomponerla no será una tarea demasiado difícil. En esta disputa crecen las posibilidades para el neurocientífico Facundo Manes que quiere incursionar en el mundo político y la oferta del lavagnismo lo seduce. 

Como último corrillo político se supo que entre mañana y pasado, Miguel Angel Pichetto tendrá un almuerzo a solas con Elisa Carrió, a quien nunca llamó "Lilita", según el senador "por respeto".

Esta reunión es muy importante porque desde la Coalición Cívica saben que a la diputada no le hizo mucha gracia el acuerdo de su amigo Macri con el peronismo. Pichettto intentará convencerla que tienen objetivos comunes que superan las posibles diferencias ideológicas que puedan tener. Macri solo se quedará tranquilo cuando vea la foto de los dos juntos.