Más de la mitad de los adolescentes probó alcohol antes de los 15 años
La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires publicó un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos que expone una preocupante realidad sobre el consumo de alcohol en adolescentes bonaerenses.
Realizado entre una población escolarizada de 18.000 jóvenes de entre 12 y 21 años, el estudio revela que el 68% de los encuestados ha consumido alcohol al menos una vez, y que la iniciación en el consumo ocurre de manera temprana: el 71,5% comenzó a beber antes de los 15 años, y el 56% de los adolescentes de entre 12 y 15 años ya ha probado alcohol.
El Defensor del Pueblo Adjunto, Walter Martello, destacó que este estudio, con una tasa de respuesta del 95,7%, constituye “el relevamiento más grande en jóvenes escolarizados sobre consumo de alcohol en la provincia”.
La investigación, presentada en vísperas del Día Mundial sin Alcohol, pretende servir como base para desarrollar políticas preventivas, subrayando la necesidad de adaptar el lenguaje y las estrategias de comunicación dirigidas a los adolescentes en un contexto en el que las redes sociales facilitan la influencia de la industria del alcohol.
Uno de los datos que más preocupan es el alto porcentaje de jóvenes que beben en exceso: más del 13% de los encuestados admitió consumir cinco o más bebidas alcohólicas en una sola ocasión, un patrón de consumo intensivo o “binge drinking” que incrementa los riesgos de daños físicos y psicológicos.
Este tipo de consumo episódico y acelerado es una tendencia especialmente común en menores de 34 años, y en promedio se da hasta cuatro veces al mes, según estudios internacionales.
Además de estas cifras, el informe señala que el 91% de quienes ya han probado el alcohol lo hicieron en el último año, y un 64,95% en el último mes, mostrando que el consumo en estos jóvenes no es esporádico.
Las mujeres lideran en frecuencia de consumo respecto a los varones, lo que el estudio vincula con una prevalencia de preferencias por bebidas como el fernet y el vodka.
Otros hallazgos del estudio ponen en evidencia la facilidad con la que los adolescentes acceden a bebidas alcohólicas, a pesar de las restricciones legales: más del 40% de los encuestados, en su mayoría menores, informó haber comprado alcohol directamente, mientras que el 31% reconoció consumir con frecuencia diaria o semanal.
Finalmente, el informe subraya una situación de alto riesgo: un 36% de las jóvenes encuestadas manifestó haber viajado en un automóvil conducido por alguien que había consumido alcohol, lo que representa un grave peligro para su seguridad.
Este dato pone de relieve la urgencia de políticas que promuevan la responsabilidad y la prevención del consumo de alcohol en adolescentes.
La Defensoría del Pueblo instó a las autoridades a intervenir de manera activa para reducir estos índices y a reforzar las campañas educativas en un intento por frenar el consumo temprano de alcohol y los riesgos asociados a esta conducta.