Los tiempos del rector Bergoglio

El 31 de marzo de 2013 La Prensa publicó una entrevista al por entonces rector del Colegio Máximo de San Miguel y al profesor de Biblia, quienes recordaron el paso del Papa Francisco al mando de la institución.

El actual Papa Francisco fue un hombre dedicado a la docencia y la formación. En su paso por el Colegio Máximo de San Miguel, dejó muy buenos recuerdos y enseñanzas. Así lo sostienen el actual rector de la institución, Juan José Berli, y el profesor de Biblia, Fernando Albistur.

Berli recuerda a Jorge Bergoglio como una persona "de cercanía paterna y alegre sencillez. Yo era novicio y él rector del Colegio Máximo. A veces nos visitaba y conversaba amablemente con nosotros. Al finalizar mi noviciado fue él quien me recibió aquí en el Colegio, donde lo tuve de superior unos tres meses. Aprendí de él su llaneza, su laboriosidad, su austeridad  y su cordialidad. Me impresionaba cuánto lo querían mis compañeros mayores  y cuánto deseaban aprender de él.

 

Juan José Berli, ex rector del Colegio Máximo, de San Miguel.

-¿Qué hizo cuando se enteró de que el nuevo Papa era Bergoglio?

- Estaba manejando y el celular no paraba de vibrar. Me detuve para ver que pasaba. Sentí mucha emoción, conmoción y sorpresa. Recibimos muchas felicitaciones. Caí en la cuenta, sorpresa y al mismo tiempo alegría, pero sin terminar de creer. También sentí un poco de susto por la enorme responsabilidad que caía a partir de ese momento sobre él. De repente, por lo que tanto estábamos rezando y que acontecía allá en Roma, se metió en el corazón y en la cabeza. Todo fue tomando un color muy diferente, inesperado. Acto seguido tuve una convicción que me acompaña permanentemente; a rezar aún más por su misión. Si todos necesitamos acompañarnos con la oración y la acción, ahora a él lo tendremos que ayudar aún mucho más frente a los desafíos que le esperan.

-¿Qué le puede aportar el Papa Francisco a la Iglesia en general y al Vaticano en su conjunto?

- Discernimiento, para llegar a los fundamentos de nuestra Fe en Jesucristo y su invitación a amar según Dios nos sueña; lucidez frente a las trampas de la injusticia social globalizada en la que todos quedamos atrapados; coherencia en la proclamación de los valores evangélicos que dignifican al ser humano; oportunidad de diálogo para reflexionar los signos del Reino de Dios en este mundo que tanto prescinde del Creador; reconciliación con la inculturación del Evangelio en muchas otras realidades tan diferentes a la europea, repensadas desde una Teología madura; diálogo interreligioso, desde la humildad de la igualdad antes que desde un podio descalificador, es decir donde celebrar las coincidencias por el bien común de la humanidad y conversar con adultez e interés acerca de lo que nos diferencia.

- Tal como ocurre en el Estado, usted como rector sabe como hay que administrar y qué cosas han hecho bien o mal las anteriores conducciones. ¿Cómo evalúa el rectorado de Bergoglio en el Colegio Máximo?

- El Colegio Máximo como casa de formación de los jesuitas,  es un edificio que data de unos 80 años. En el paso de Jorge por este edificio tanto cuando fue Provincial (6 años) como cuando estuvo de rector (otros 6 años)  se preocupó por ir recuperando lo que estaba abandonado y deshabitado, con mucho cariño al legado de los mayores. Coincidía con el reverdecimiento de vocaciones que le siguió a la crisis post conciliar de la Iglesia, así que también le tocó preocuparse por la manutención de los estudiantes y los gastos para llevar adelante las facultades de Filosofía y Teología.

Unido a la formación quiero destacar su fomento para trabajar en la pastoral en las capillas y parroquias, evangelizando con el ejemplo, la seriedad y la preocupación por las personas de los barrios vecinos y aledaños del Colegio.

Fue una verdadera preocupación para la formación de los futuros sacerdotes y hermanos jesuitas. En síntesis, evalúo su gestión como de reordenamiento y proyección, un marcar pautas para el futuro, que permitieron no solo mantenerse en pie sino además crecer en lo material y espiritual.

- La presidenta Cristina Fernández le pidió a Francisco que interceda en el conflicto por Malvinas. ¿Entiende que la Iglesia puede meterse en política?

- Todos los cristianos laicos que contribuyen en la Iglesia, están llamados a participar con seriedad y responsabilidad en la conducción política de sus naciones. El Documento de Puebla va a distinguir dos sentidos en la expresión "política": una en sentido amplio, la búsqueda del bien común que involucraría a toda la Iglesia, también al clero; otra en cuanto se refiere a "partidos", que sería el campo propio de los laicos. En cambio, los que ejercen un rol jerárquico en la Iglesia, por su misma función pastoral, por ser padres de todos, no deben ejercer la política partidaria. Lo cual no exime a los pastores de manifestar sus desacuerdos con los abusos, con las injusticias, con las guerras, con la trata de personas o con otras situaciones políticas de los gobiernos del mundo; ni estaría de más que bendigan con sus exhortaciones los aciertos en las luchas por cambiar la pobreza, el hambre, el analfabetismo, la degradación de la persona humana, el materialismo abusivo, etcétera.

Entiendo que el pedido de la Presidenta es un deseo que el Papa discernirá cómo traducir. Seguramente no por la línea de decirle al Gobierno británico lo que la Cancillería argentina puede y debe hacer, sino en orden a la intercesión con Dios y a la invitación a ambos países de una resolución pacífica para sus respectivos desacuerdos.

Era común que los militares revisaran la escuela de los jesuitas

"Ayudó a gente a salir del país"


"Cuando lo conocía ya era igual que ahora y es la impresión que tiene todo el mundo: la sencillez, la cercanía con la gente, el dominio de la situación; lo veía seguro, sobre todo en el trato. Era un hombre de Dios, un hombre de fe, entregado a servir y trabajar". El padre Fernando Albistur, profesor de Biblia del Colegio Máximo,  comienza a recordar así a Francisco, el primer Papa argentino y Latinoamericano.

- ¿Como rector era exigente?

- No podemos separar su vida espiritual de sus cualidades humanas, pero tenía un carácter fime. Tenía una sagacidad, un olfato para responder a los problemas, notable. Pero a la vez tenía cariño, porque te podía retar pero a la media hora te estaba contando un cuento o haciendo un chiste, como diciendo "no pasó nada".

- Desde muchos sectores del Gobierno lo acusaron de no haber hecho lo suficiente en la dictadura para proteger a dos sacerdotes.

- En 1976 recibió como seminaristas a tres muchachos de La Rioja que estaban con Monseñor Angelelli. Los recibió aquí en el Colegio Máximo, los becó -prácticamente gratis- para que hicieran sus estudios, y fue como una ayuda, los protegió, porque poco antes habían asesinado a otros dos sacerdotes que trabajaban con Angelelli. En ese momento Jorge Bergoglio les dijo que tengan cuidado y sean prudentes, porque siempre había visitas de los militares. Al menos una vez al año venían y buscaban material político, pero salvo eso no tuvimos mayores problemas. Podríamos haberlos tenido sí, porque también ayudó a otros a salir del país, pero gracias a Dios no los tuvimos.