‘La mujer de la fila’ (Argentina, 2024). Dirección: Benjamín Avila. Guion: B. Ávila, Marcelo Müller. Actores: Natalia Oreiro, Alberto Ammann, Federico Heinrich, Amparo Noguera. Duración: 105 min. Clasificación: apta para mayores de 13 años.
El desafío de realizar un filme con una sola estrella rutilante, como en este caso Natalia Oreiro, es no dejar la historia desbalanceada. Hay que poner mucho ojo en el casting para que todos sus interlocutores sepan acompañar la potencia de la máxima figura. La historia podrá ser conmovedora, la realización superar los estandartes del cine nacional, pero la existencia de una contrafigura de peso siempre tranquiliza al espectador. Si no, es como esa silla con una pata floja que tensiona a quien quiere descansar en ella.
‘La mujer de la fila’ sufre ese síndrome de ausencia hasta que aparece el personaje interpretado por Alberto Ammann (un poco tarde) y ahí todo se regula. Incluso la actuación de Oreiro toma otro peso específico. Sus idas y vueltas, aun en el silencio, dicen mucho y la película pasa a otra categoría, de experimental a thriller.
HISTORIA REAL
El filme dirigido por Benjamín Avila (‘Infancia clandestina’, también junto a Oreiro, y ‘El jugador’) rompe la métrica cinematográfica solo por una cuestión vital: es una historia basada en hechos reales. Y aunque a fines narrativos el núcleo de la crónica haya sido cambiado, no altera la esencia de lo que se quiere contar y mucho menos la emotividad.
Todo cambia en la vida de Andrea (Oreiro) cuando su hijo Gustavo (Federico Heinrich) es encarcelado por un delito que se desconoce. La única certeza es la vehemencia con la que la policía entra en su hogar y se lo lleva detenido. El resto es la incertidumbre y con ella, la empatía que se genera con la desesperación de la protagonista, a la cual acompañamos en su transformación de agente inmobiliaria y madre de tres hijos, al rol que da título y pie a la cinta.
La trama, así, entra en un espiral de conjeturas. Y entre esa bruma que invisibiliza la verdad emergen escenas entre poéticas y dramáticas. Ya ver a Oreiro despojada de todo maquillaje es un indicador. Verla recorrer esa fila interminable de ingreso con todos los filtros que debe padecer para visitar a su hijo en la cárcel nos hunde en la historia. Claro, el director se empecina en no dejarnos disfrutar de esa angustia. Incluyendo reiteradas alusiones al club Independiente (del cual debe ser hincha) nos transporta inmediatamente al ‘It’ de Andy Muschietti y nos saca del clímax. La aparición de la exboxeadora Marcela ‘Tigresa’ Acuña también desconcierta y más que un simpático cameo termina siendo una distracción narrativa.
Pese a esos detalles no tan insignificantes, la historia es un toro que arrasa. Y cuando promediando el filme, entre el desconsuelo de un juicio que parece estancado y una madre que va entrando en razones, el personaje de Alejo (Ammann) le agrega otra línea argumental a la historia, ya no hay una sola protagonista errante sino un duelo de misterios por dilucidar.
‘La mujer de la fila’ cuenta la génesis de Andrea Casamento, figura clave en el activismo y la defensa de los derechos de las personas privadas de la libertad en la Argentina, con una Natalia Oreiro excelsa y un Alberto Ammann que potencia en sí, el vuelo de la historia y de todos sus protagonistas.
Calificación: Buena