Los desafíos de la gestión Milei

El nuevo gobierno deberá estabilizar la economía para ponerle un freno a la inflación de tres dígitos. Se impondrá el ajuste con políticas de shock. Urge agilizar el comercio exterior y bajar la cantidad de impuestos. La visión de los economistas Fabio Rodríguez y Aldo Abram.

Por estas horas la República Argentina ya tendrá en funciones a su nuevo presidente de la Nación, Javier Gerardo Milei. Mañana, sin demora y a sabiendas de que en este país el gradualismo es un recurso inútil, el flamante mandatario enviará al Congreso el paquete de medidas para poner en marcha la economía tras más de una década de estancamiento.

La gestión Milei implementará una dinámica de shock. Palo y a la bolsa. Tras las lecciones aprendidas del gobierno de Mauricio Macri, que se fue deshaciendo sobre la marcha a partir de medidas débiles pautadas sobre una prolongada línea de tiempo, La Libertad Avanza actuará a partir del principio teórico de que siempre es mejor hacer todo el daño junto y de un solo golpe.

El frente de combate es extenso aunque no inabarcable. La hoja de ruta libertaria tiene marcados algunos puntos en rojo: ajuste, es decir recorte del gasto público; estabilización de la economía para reducir la inflación; gobernabilidad para pasar por el Congreso las leyes necesarias; reforma impositiva y flujo comercial, donde se inscribe la libertad para importar y exportar y el avance en la firma de tratados de libre comercio.

En el tintero queda la dolarización, estandarte de la campaña electoral, proyecto que podría ser retomado más temprano que tarde si el Gobierno consigue la suma necesaria de dólares como para realizar la conversión del sistema (ver aparte).

AJUSTE

Los desafíos son múltiples para la gestión Milei. No le alcanzarán los 100 días de la luna de miel para encausar una economía descarrilada que ha terminado por parir en los últimos años una enorme masa de pobreza e indigencia. ¿Cuánto tiempo de sacrificio y austeridad será capaz de soportar una sociedad volátil que hoy vota para la derecha y mañana retorna a la izquierda?

El último documento de la Fundación Capital, encabezada por el economista Martín Redrado, destaca que “la cuestión fiscal será el eje central para generar un cambio de expectativas y recuperar la confianza del sector privado. El ajuste de cinco puntos del producto para alcanzar el resultado financiero neutro que las autoridades buscan es sin dudas difícil de alcanzar, pero sumamente necesario para terminar con la emisión y para bajar la brecha cambiaria”.

Y añade que “el esfuerzo por el lado del gasto deberá ser de magnitud. De esta forma, los gastos de capital, subsidios económicos y transferencias corrientes a provincias podrían ser el núcleo de los ajustes, aunque no lo explicarán en su totalidad. En un marco de estanflación profundizada, el apoyo político será clave para su implementación”. Aquí es donde entra a jugar la tan mentada gobernabilidad. Ya veremos.

“Ya se han insinuado algunas pistas o ideas de por dónde arrancaría. Sobre todo con Caputo (Luis) en el Ministerio de Economía -destaca el economista Fabio Rodríguez, socio director de M&R Asociados-. Parecería que el orden es un mensaje de shock fiscal muy fuerte, ir rápido a equilibrio sabiendo que son 3 puntos de déficit primario y 5 de financiero. Ahí se va a mirar mucho por dónde van los recortes”.

“También se va a estar mirando si sincera de entrada algunos precios, básicamente el tipo de cambio oficial. Ver hacia dónde lo lleva, si lo devalúa de entrada, cómo queda la brecha. Dependerá mucho de la credibilidad que genere y con qué secuencia vaya dando los anuncios”, recalca.

INFLACION

El ojo de la tormenta es el proceso inflacionario. El equipo económico de Javier Milei deberá ponerle un freno rápido al proceso, detenerlo en pos de luego comenzar a revertirlo, antes de que se desgaste el apoyo que le dio el 56% de los votantes. La tarea dista de ser sencilla.

El economista Aldo Abram, director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, asegura que “necesitamos que el Banco Central pase a ser independiente y tenga prohibido financiar al gobierno de cualquier forma, recuperando su solvencia”.

También es necesario “salir cuanto antes a una unificación cambiaria, lo cual no quiere decir salirse del cepo. Eso llevará más tiempo. Es una de las materias que hay que encarar de manera urgente”.

En la mirada de Fabio Rodríguez, en cambio, queda claro que Milei ya ha dado señales de que practicará una especie de renovado gradualismo en lo que hace a la política monetaria, mientras ensaya las medidas de shock en otros rubros de la economía.

“Tendría más gradualismo en lo monetario y financiero, luego de haber reconocido que no se puede salir del cepo con la cantidad de pesos que hay atrapados -subraya Rodríguez-. El excedente de pesos tiene que ver con resolver el balance del Banco Central, esto es Leliqs y su espejo, que son los depósitos”.

Las dudas, sin embargo, están a la orden del día. “No le veo un componente fuerte de parar la indexación -sostiene-. Me deja gusto a poco respecto a la capacidad para detener la inercia inflacionaria. Producto de que no imaginamos que plantee políticas de ingresos. No está muy claro cómo atacará la indexación”.

El proceso inflacionario no detiene su marcha. “Macri la duplicó y Alberto la triplicó”, grafica Fabio Rodríguez. “Milei se sienta con una inflación que está corriendo a más de 200%, tomando los últimos tres meses anualizados. Y con 40% de pobreza. La misión y dilema uno es estabilizar. La situación de precios obviamente está en una zona muy caliente. Obviamente algunas de las medidas que podría tomar en principio también la pueden seguir aumentando”.

Y añade: “La combinación de esta inflación muy acelerada, más la pobreza, también deja límites estrechos en lo que hace a la sustentabilidad social que puede tener cualquier ensayo de estabilización. El punto uno es ver qué programa ensaya inmediatamente con la palabra y la misión de estabilizar la inflación. Sabemos que ha dejado o congelado la dolarización como método de shock por su inviabilidad. No queda otra que plantear la estabilización con las recetas más conocidas o tradicionales”.

Es decir que “no queda otra cosa más que pensar en política fiscal y sinceramiento de algunos precios como arranque de una estabilización que pueda llegar a tener éxito. Política monetaria y financiera, es decir cómo va a enfrentar todos los compromisos, y política cambiaria”.

REFORMA IMPOSITIVA

A la hora de lubricar el andamiaje económico surgen necesidades que, bajo la lupa liberal, deberán ser afrontadas cuanto antes. Una de ellas es la reforma impositiva, con el fin de quitarle al sector privado el peso de los gravámenes que le impone el Estado.

Según Aldo Abram, “hay que hacer una profunda reforma del Estado para que le sirva a los argentinos. En la medida en que lo hagamos, podremos hacer también una reforma tributaria. Nuestro país en el ranking del Banco Mundial está número 21 entre los que más exprimen a sus empresas, de un total de 191 países”.

Es decir, sostiene, que “hay 170 países que le dan un mejor trato a las empresas desde lo impositivo y nosotros estamos esperando que alguien venga a invertir acá. Claramente que una vez que volvamos más eficiente al Estado, y más chico también, vamos a poder bajar esos impuestos. No sólo los de las empresas sino también los de la gente”.

“Una persona trabaja casi la mitad del mes para pagar impuestos y no llega al día 30 -enfatiza el economista-. La reforma llevará dos o tres años, según el proyecto que tiene Libertad y Progreso y que esperamos que aplique el gobierno de Javier Milei”.

“Hay que bajar la cantidad de dinero que se gasta de más. Así podremos reducir la presión tributaria. Eso nos permitirá liberar crédito. Del total de depósitos bancarios que hay hoy en el sistema, sólo un tercio pasa al sector privado como crédito. Todo lo chupa el Estado para financiar el exceso de gasto”.

De acuerdo a los datos del Vademecum tributario que elabora el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), una persona con un perfil de 21 ítems de consumo puede llegar a pagar hasta 48 tributos distintos de los cuales un 56% son de origen nacional, 15% son de origen provincial y el 29% son de origen municipal.

El único impuesto que afecta a todos los ítems de consumo propuestos es el Impuesto al Valor Agregado, mientras que el segundo lugar está ocupado por el impuesto a los ingresos brutos y la tasa por inspección de seguridad e higiene (TISH).

COMERCIO EXTERIOR

El ideal de La Libertad Avanza es allanar el camino del comercio exterior a partir del libre acceso al mercado cambiario para pagar las importaciones, y la quita de retenciones a las exportaciones para beneficiar a los sectores que venden al exterior, principalmente al agro.

Además, recalca Aldo Abram, “hay 67.000 regulaciones que nos vuelven ineficientes. Esto vuelve todo burocrático y ganamos menos. Hay que ir a un nivel necesario de regulaciones. No se le puede decir a la gente a cuánto comprar o vender insumos, o de qué manera”.

El año que viene, pese al ajuste, podría no ser tan negativo. El economista Jorge Vasconcelos, en un paper escrito para el Ieral de la Fundación Mediterránea, recalca que “la balanza comercial podría alcanzar en 2024 un saldo positivo de 25,0 mil millones de dólares, que derivaría en un superávit de cuenta corriente del orden de los 9,0 mil millones de dólares, dado el saldo negativo esperado de los servicios reales y de la cuenta de intereses y dividendos. Suponiendo un flujo modesto de entrada de capitales el año próximo, las reservas del Banco Central podrían recomponerse en unos 12,0 mil millones de dólares”.

Si bien el mediano plazo puede ser auspicioso, en el corto imperan las urgencias. La deuda comercial con proveedores del exterior y casas matrices es una de ellas. En la semana la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham) estimó que la deuda comercial acumulada asciende a u$s 56.000 millones, y alertó sobre la situación crítica del sector productivo. A eso también tendrá que atender la gestión Milei, racionando las divisas.

MUÑECA

Por último y no menos importante es la capacidad que pueda llegar a exhibir el Gobierno de Javier Milei para negociar todo lo que haga falta en pos de alcanzar sus objetivos. Necesitará hacerlo en el Congreso de la Nación, pero también en el ámbito internacional, fundamentalmente con los organismos de crédito.

“En el músculo político hay muchas dudas sobre cómo va a enfrentar los cambios, más que nada los de shock -sostiene Fabio Rodríguez-. Siendo que sabemos que arranca con una fuerza propia del 15% en la Cámara de Diputados y 11% entre los senadores. Esto va a requerir de mucha política, mucho diálogo y llegar a muchos acuerdos con todo el arco político, sindical y de organizaciones sociales. Ahí hay un gran, gran signo de interrogación”.

Con respecto al pacto con el Fondo Monetario Internacional, el experto sostiene que “debería haber a mediados de enero algo bastante certero de que se encamina hacia un nuevo acuerdo. Hay muy buenos adelantos para lograrlo, que por lo menos desahogue los vencimientos actuales, prorrogando los plazos y postergando vencimientos. No esperaría mucho de dinero fresco”.