Por las embajadas

“Los derechos de las mujeres no tienen partidos políticos”

La frase de Beatriz Argimón del título resonó en el salón de la casa de los Mendes Gonçalves, hoy residencia del Embajador del Uruguay.
La terrible tormenta que a esa hora se abatía sobre la ciudad, no fue obstáculo para que escuchara a la vicepresidente de la vecina orilla numeroso público; el cuerpo diplomático, especialmente femenino estaba representado por las embajadoras de Costa Rica, Ecuador, Finlandia y Méjico, a las que se sumaban los jefes o representantes de las misiones de Bélgica, Cuba, El Salvador, Marruecos y Paraguay.
Estaban presentes entre otras mujeres: Teresa Calandra, Eleonora Pueyrredon, Silvia Lospenatto, Mercedes Pons, Carla Algeri, María Laura Leguizamón, Alicia De Antonis, Lucía Morelli, María Taquini de Blaquier y Evelyn Scheild, que desde distintos ámbitos han honrado la labor de la mujer en la vida pública y privada. También se encontraban en la sala legisladores, gente de la cultura, de los medios y empresarios.
El embajador Carlos Enciso dio la bienvenida a los presentes e hizo un breve comentario de la oradora a la que definió como una “mujer de la centralidad política”.
Beatriz Argimón comenzó agradeciendo al embajador su compañero de militancia en el Partido Nacional y en la Cámara de Diputados, recordando “su rica trayectoria política” que como intendente de La Florida durante dos mandatos y ahora en Buenos Aires, no hace sino demostrar que es una de esas personas “que hacen del servicio público una forma de vida”. Igualmente destacó la labor de su esposa María Noel Cruci que lo acompaña en la militancia.

UN MONOLOGO
“De mi experiencia política podría hacer un monólogo en un teatro” fueron sus palabras para iniciar la disertación sobre Desafíos para la mujer en la política Latinoamericana.
Milita en política desde los 17 años y sin reparo dijo que tiene 62 años. Recordó brevemente sus primeras experiencias como edil en Montevideo hasta ser la primera mujer que ejerce la vicepresidencia en el Uruguay, con la idea de “dejar un mundo mejor para las nuevas generaciones”.
El tema de la mujer en la vida política no es un tema de populismos, alineamientos o sectas, es una necesidad, es una necesidad, “pero esa lucha tiene que ir acompañada por algo más, que es destacar a la familia como el valor fundamental” en la que ellas tienen un papel relevante.
Hizo una rápida recorrida por la historia del Uruguay, recordando que fue el primer país en el que votaron las mujeres, en una elección la que los vecinos de una pequeña localidad debían decidir por plebiscito a que Departamento iban a pertenecer. Justamente, algunas damas fueron las líderes del movimiento en cada lugar, y las mujeres votaron, aunque las elecciones se anularon.
Recordó después que Uruguay es el primer país de Latinoamérica en tener el divorcio, pero por la sola voluntad de la mujer en 1912. Y todo se debió a los amores del presidente Batlle y Ordoñez, y a un legislador que introdujo esa posibilidad para congraciarse con el mandatario. Y finalmente, que la mujer puede administrarse sus bienes.
Recordó el período legislativo del 2000 en su país, y la etapa de mayor producción de leyes por las mujeres. Recordó que pronto en México habrá de elegirse presidente y será una mujer, ya que son dos las que se presentan por cada partido. Destacó que en Uruguay, el Poder Legislativo es el que mejor opinión tiene entre la población, y que es el lugar desde donde se deben producir los cambios, pero lejos de banderías incluyendo en el siglo XXI no sólo a las de las grandes ciudades sino también a las del interior profundo.

REFLEXIONES
La clase magistral de Beatriz Argimón fue rubricada con un fuerte aplauso por la concurrencia
. A la hora de las reflexiones se sumaron con interesantes visiones de sus países las embajadoras de Costa Rica, Ginette Campos Rojas; de Ecuador, Lotty Frah Andrade Abdo; y de México, Lilia Rossbach Suárez.
Ésta última provocó una sonrisa en los presentes cuando recordó que su país es “muy machista” y hasta en las canciones populares: “Y sigo siendo el rey… ¿Y por que no una reina”.
La reunión finalizó con una copa donde los asistentes departieron comentando la excelente impresión de la disertación, mientras la vicepresidente con total llaneza se prestaba a los requerimientos de los presentes.
Se comentaba que Uruguay es un país serio y previsible, con respeto a las instituciones, independencia de poderes y a los derechos de las personas, a raíz de una declaración del Jefe de Gobierno de la CABA, sobre que los uruguayos “nos robaron empresas”, cuando en realidad nos ganaron porque saben dar seguridad jurídica, respeto a quienes allí se radican y cercanía, como se veía en ese momento.
Enterada que La Prensa iba a cubrir el acto, la señora Argimón nos recordó lo que había afirmado: “el Partido Nacional lucha por la Libertad, no a la que se presenta en forma violenta, sino al diálogo y la unidad, que es lo que nos representa”. Algo que este diario defiende desde hace casi 155 años.