Los ciudadanos estadounidenses están preocupados por el futuro de su país

Para los norteamericanos, su país va camino a acumular una deuda pública creciente. También a mantener una brecha entre ricos y pobres con tendencia a profundizarse y a un problema de ocupación que crecerá de la mano del progreso tecnológico.

Una de las más prestigiosas instituciones especializadas en el estudio de las tendencias sociales y demográficas, el Pew Research Center, acaba de dar a conocer un interesante trabajo acerca de cómo ven los norteamericanos su futuro, en los próximos 30 años. Las respuestas sugieren que mayoritariamente perciben una nación en decadencia, no sólo en materia económica y política, sino con una creciente pérdida de relevancia en el escenario internacional. Esto pese a que el 56% de los encuestados sostiene ser optimista acerca del futuro de los Estados Unidos. 

Para los norteamericanos, su país va camino a acumular una deuda pública creciente. También a mantener una brecha entre ricos y pobres con tendencia a profundizarse y a un problema de ocupación que crecerá de la mano del progreso tecnológico y que se expresará en una pérdida sensible de muchos de los actuales puestos de trabajo.

A lo que agregan que la economía norteamericana será más débil, el cuidado de la salud más caro, la defensa del medio ambiente más compleja y que los ciudadanos mayores tendrán dificultades en la etapa final de su vida en cuanto a poder mantener los niveles de ingresos y confort a los que están acostumbrados.

Respecto del terrorismo, los norteamericanos creen que no estarán exentos de atentados, incluyendo los masivos, del tipo del perverso que apuntara en su momento contra las Torres Gemelas.

Consultados sobre su presente, siete de cada diez norteamericanos expresa no estar satisfecho con la situación en que viven, lo que refleja indirectamente un aumento en la desconfianza hacia el futuro.

Nueve de cada diez norteamericanos encuestados predice que pronto una mujer será electa presidente. Dos de cada tres norteamericanos sostienen lo mismo respecto de sus conciudadanos de origen hispano.

TECNOFILIA

Pero no todo es pesimismo, desde que más de la mitad de los norteamericanos sostiene que la tecnología nos deparará sorpresas positivas, incluyendo la posible cura de enfermedades complejas, como el Alzheimer. 

Las autoridades gubernamentales sostienen que en el 2050 las minorías norteamericanas, sumadas que sean, conformarán la mayoría de la población del país. Para el 42% de los encuestados, esto no es ni bueno ni malo. Para el 35% de los mismos esa evolución es, en cambio, positiva. A lo que se suma un 23% de respuestas que sostienen que el crecimiento de las minorías respecto del total de la población es algo preocupante y, por ende, negativo. 

Las respuestas pesimistas respecto del futuro de su país son más altas entre la población blanca. Los ciudadanos de color y los hispanos son menos negativos respecto de la evolución futura de las minorías. El 46% de los norteamericanos de raza blanca, el 25% de aquellos a los que -bien o mal- se denomina hispanos, y el 18% de los norteamericanos de color sostienen que el crecimiento de las minorías generará un inevitable debilitamiento de las costumbres y de los valores tradicionales de los norteamericanos.

Otra preocupación recientemente identificada por el estudio que comentamos tiene que ver con la edad promedio de la población. Para el 2050, en los Estados Unidos habrá más gente de 65 años que jóvenes menores de 18. Lo que anticipa un envejecimiento de la sociedad norteamericana, en su conjunto, con todas sus consecuencias.

Cuando la encuesta en cuestión investiga si los norteamericanos confían -o no- en su gobierno para resolver los problemas que el futuro parece traer aparejados, el 80% expresa su desconfianza, tanto en las autoridades, como en la clase política. Por oposición, la mayoría de los norteamericanos cree que las soluciones vendrán de la mano de la ciencia y de la tecnología, así como de los centros educacionales y universitarios. Por todo esto, los entrevistados agregan a sus principales preocupaciones la necesidad de privilegiar el gasto en educación y en investigación científica. En esto último, los demócratas son más insistentes que los republicanos.

Entre las preocupaciones más citadas por los entrevistados aparece un 60% que expresa su preocupación por el cambio climático y por el deterioro del medio ambiente.

POR PARTIDO

Cuando las preguntas se dirigen específicamente a los republicanos, la identificación de las preocupaciones se relacionan con tres temas prioritarios: i) reducir el número de inmigrantes ilegales; ii) controlar la deuda pública, y iii) evitar el aumento de la presión tributaria. Para los demócratas, en cambio, las principales preocupaciones son: i) el cambio climático; ii) las diferencias de ingresos; y iii) el costo de la seguridad social. Muy distintas.

Si uno se pregunta si los dos partidos políticos norteamericanos acercarán sus posturas respecto de los problemas del futuro, la mayoría considera que no y agrega que cree que el país va camino a estar aún más dividido que hoy.

Entre las respuestas que cabe destacar debe incluirse que la mayoría de los norteamericanos cree que los mayores estarán cada vez menos preparados financieramente para su jubilación y retiro, así como que la mayor parte de la población tendrá que trabajar hasta los 70 años para tener su futuro asegurado. En general, todos apuestan a que los ingresos de la seguridad social que hoy reciben los jubilados en el país del norte, tienen por delante un camino de declinación. Estas respuestas hacen evidente que, respecto de su futuro financiero, los norteamericanos son más bien pesimistas.

Entre las expectativas y preocupaciones más populares está claramente todo lo que tiene que ver con la salud. Tan es así, que un 68% de los norteamericanos considera que, respecto del futuro, esta es la prioridad más significativa. 

CUESTION RACIAL

En términos generales, los norteamericanos de color y los de origen hispánico son más optimistas sobre su futuro en los Estados Unidos que aquellos de raza blanca. Entre los últimos, tan sólo un poco más de la mitad de los encuestados expresó confiar en el futuro de su país.

Respecto de la evolución de la llamada cuestión racial, que por tanto tiempo ha dividido al país del norte, el 54% de los ciudadanos de raza blanca es optimista. Pero ese porcentaje disminuye al 43% cuando se trata de norteamericanos de color y al 45% en el caso de los norteamericanos de origen hispano. En términos agregados, sólo el 40% de los norteamericanos cree -en cambio- que la cuestión racial no va a mejorar.

En otro orden de cosas, el 43% de los norteamericanos supone que su país está inmerso en un proceso grave de deterioro moral. Entre ellos, la preocupación de los republicanos supera, en esto, a la de los demócratas. A lo que se agrega que esa preocupación es también más alta entre las mujeres que entre los varones, y entre los norteamericanos mayores que entre los jóvenes.

Aproximadamente la mitad de los norteamericanos sostiene que la influencia de la religión irá paulatinamente perdiendo importancia.

El tinte negativo respecto del futuro de los Estados Unidos es más intenso entre las personas menos educadas que entre aquellos que han podido acceder a un nivel alto en esa materia. 

Finalmente, más de la mitad de los norteamericanos cree que el matrimonio -como institución- irá siendo reemplazado por otro tipo de uniones en el futuro. Solamente los encuestados de color suponen que el porcentaje de matrimonios aumentará en el futuro. Curiosamente, en la actualidad los norteamericanos de color tienen índices de matrimonio sustancialmente menores que los que ostentan los hispanos y los de raza blanca. Los últimos tienen un porcentaje de casamientos del orden del 54%. Los hispanos, uno cercano al 46%, y los hombres y mujeres de color, tan sólo del 31%. 

Estos son los principales resultados de una encuesta sobre el futuro de los norteamericanos que vale la pena conocer y tener en cuenta, por todo lo que ella procura poder anticipar.