Los ajustes que se pueden venir en la final del Oeste

Las claves a corregir para el segundo juego de la serie que lidera 1 a 0 Dallas Mavericks sobre Minnesota Timberwolves.

Dallas Mavericks logró un triunfo casi milagroso con un porcentaje de tiro de tres puntos de 24 por ciento y sólo convirtiendo 6 triples tras 25 intentos. Sin duda, Jason Kidd estará trabajando en esos ajustes.

La victoria de los texanos se explica en la dupla explosiva de Luka Doncic y Kyle Irving que aportó 63 puntos y 12 asistencias que significaron 27 puntos, por lo que no estuvieron involucrados sólo en 18 puntos de su equipo. No es algo imposible que eso se repita, pero se debe tener el grado de dificultad de las anotaciones que tuvieron ante la mejor defensa de la liga. El entrenador de los Lobos Chris Finch también está pensando en pequeños cambios para intentar controlar el goleo de las dos armas letales de los Mavs.

La otra clave del primer juego fue el gran porcentaje de tiros de dos puntos para los dirigidos por Jason Kidd: convirtió 37 sobre 62 tiros que ejecutó (59%), lo que contrastó con el los disparos de tres puntos: hizo 6 triples de los 25 que ejecutó (24%). Los números de Minnesota en el tiro exterior fueron muy superiores: encestaron 18 de 49 intentos (36,7%).

Minnesota también deberá pensar que en el primer tramo del juego se despegó en el marcador por una actuación sobresaliente de Jaden McDaniels, con números que no venía aportando. Es una situación que en un segundo juego podría llegar a no repetirse. McDaniels fue determinante en esos primeros minutos encestando todo lo que tiraba desde los 7,24 metros, terminó con 21 puntos el primer tiempo. También fue factor sorpresa Kyle Anderson quien terminó con 7 puntos en ese primer parcial.

Finch también se debe haber ido preocupado por cómo la defensa de Dallas controló a Anthony Edwards, quien prácticamente no pudo penetrar debajo del aro como hace habitualmente y fue bien controlado cada vez que intentó un contrataque. También fue bien marcado -sobretodo en la pintura- Karl-Anthony Towns, quien sólo aportó 8 puntos bajo los tableros. 

Las claves del triunfo estuvieron en la inesperada defensa que hicieron los Mavericks, que no permitieron corridas de su rival, la eficacia en los tiros de dos puntos, y ganar la pulseada en los rebotes pese al poder de los locales en los tableros con Rudy Gobert y Towns. Dallas tomó 48 rebotes (11 ofensivos) y Minnesota terminó con 40 (10 ofensivos). Dallas tuvo una ventaja de 62-38 en puntos sobre la pintura. Una mención especial merece Daniel Gafford  a quien le tocó bailar con la más fea y salió airoso. Tanto el francés como el dominicano-estadounidense tienen considerable ventaja en altura, pero el pívot de los Mavs se la bancó.

También viene dando un aporte fundamental el pívote Dereck Lively, quien con tan solo 20 años, se anima a todo y ha mostrado una personalidad impresionante. En el primer juego contra los Timberwolves tuvo un aporte en todos los rubros: 9 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias. Ha sido una grata sorpresa en esta postemporada el juego del novato de 2,16 metros, quien en sus primeros Playoffs demostró que sabe lo que tiene que hacer. El va y cumple su tarea, se faja con los grandotes, baja rebotes y ejecuta tiros simples debajo del aro: con Minnesota terminó con 4 aciertos de sus cuatro intentos.

Hay dos jugadores que no figuraron tanto en los números ofensivos pero fueron los encargados de contener a Edwards: el alero Derrick Jones Jr. y P.J Washington, quien además aportó dos de los sólo 6 triples de su equipo. El número 25 de Dallas tuvo dos bloqueos y una defensa fundamental sobre la estrella de los Timberwolves. Finch y el propio Edwards deberán idear una manera de superar esa barrera y que el escolta encuentre los espacios para hacer daño con sus penetraciones.

“Tuvimos un ataque terrible al final. Malos disparos, balones perdidos, falta de serenidad”, lamentó Finch. “Tenemos que ser mejores en los momentos clave”.