Locura en la NBA: Draymond Green tomó por el cuello a Rudy Gobert

Tras un forcejeó entre Klay Thompson y Jaden McDaniels, el veterano alero de los Warriors se colgó del pívot frances y le aplicó una llave de sumisión en la garganta. Habían transcurrido menos de dos minutos de juego y el score iba, todavía 0 a 0.

Había gente aún instalándose en sus asientos. Los fanáticos más rezagados estaban en las afueras del estadio preparando su ingreso cuando los silbatazos histéricos de los árbitros resonaron en el Chase Center de San Francisco.

No se habían completado los primeros dos minutos del partido entre Golden State Warriors y Minnessota Timberwolves cuando la locura se adueñó del espectáculo.

Un lanzamiento fallido convirtió a la jugada más intrascendente del encuentro en la más determinante.

Es que Klay Thompson y Jaden McDaniels se trenzaron en un forcejeo (muy lejos del rebote) que, si bien no pasó de zamarreos de camisetas con la rotura de la del Golden State incluida, se extendió hasta la mitad de la cancha.

Ahí, en ese momento, tomó protagonismo una acción exagerada y peligrosa. Rudy Gobert (2,16 metros), en –tal vez- un intento por separar, tomó por detrás a Thompson y Draymond Green (1,98) se le colgó del cuello. Con una llave, el veterano jugador de los Warriors arrastró al pívot francés varios metros sin que nadie pudiera calmarlo.

Fue su entrenador, Steve Kerr, quien logró apaciguar la ira del alero. Bober quedó desparramado en el parquet mientras entre jugadores y entrenadores auxiliares retenían a Green.

Los árbitros se acercaron a repasar la jugada en la pantalla de la mesa de control, una especie de VAR.

La decisión fue categórica: tres expulsados con más de 46 minutos por jugar y sin abrir el score. Gobert no fue sancionado porque los jueces entendieron que él no agredió a Thompson cuando lo tomó por detrás, algo que pareció bastante lógico. Aún así, la escena en el pabellón californiano fue ridícula, inexplicable e injustificable.

 

FUERA DE SÍ

Green es un jugador clave en la organización de los Warriors. El conjunto californiano depositó en él un liderazgo dentro del plantel que nadie, no siquiera Stephen Curry se anima a cuestionar.

Pero en ocasiones, el veterano alero pierde la cabeza. El año pasado, en un entrenamiento previo al inicio de la temporada, Green atacó a si entonces compañero Jordan Poole (ahora en Whashington Wizards).

Green salió a pedir disculpas públicamente, y aseguró que su comportamiento no era un ejemplo para los jóvenes ni que representaba el espíritu de los Warriors. Aceptó su equivocación y pidió perdón.

Pero sus malas acciones se sucedieron. En abril de este año, el capitán de los Warriors pisó a Domantas Sabonis, de Sacramento Kings, en el pecho cuando éste estaba caído.

Y ahora la llave en el cuello a Gobert. Green es un gran jugador. Con carácter, con liderazgo y con mentalidad ganadora. Consiguió cuatro anillos de campeón con la franquicia de San Francisco, pero su temperamento es un problema para él, y sobre todo para los demás.

 

EL PARTIDO

Luego del incidente se reanudó el partido, el primero de los Warriors como locales en el torneo In-Season que debutó este año.

Un Karl-Anthony Towns efectivo rubricó con 33 puntos un 46.2% en tiros de campo con 41,7% de triples (5 de 12) y 100% desde la línea de libres. Así el dominicano lideró a su equipo al triunfo por 104 a 101 ante los Warriors que sufireron, además de las tempranas expulsiones de dos de sus jugadores estrella, la ausencia de Curry.

De todas formas el encuentro se mantuvo parejo y se definió con un triple del zurdo Mike Conley con 8,6 segundos por jugar