VISTO Y OÍDO

Lo que oyó Caputo

El largo tironeo con el “staff” del FMI por dólares frescos parece estar acercándose a un final feliz para la Argentina. Fuentes de Washington confiaron que altos funcionarios del organismo le aseguraron al ministro Luis Caputo que para conseguirlos no se le pide una devaluación, sino “una hoja de ruta para flexibilizar la política cambiaria”. El asunto es la correcta decodificación del lenguaje burocrático. Según conocedores del tema sería un préstamo condicionado a una devaluación poselectoral con el compromiso adicional de que los dólares no serán utilizados para defender el tipo de cambio.

Jorge Macri y las PASO

El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, consiguió el viernes que la legislatura porteña aprobara la eliminación de las PASO 2025 proyecto que lo tuvo en vilo, porque la sesión inicialmente planeada para el jueves había fracasado. Se cayó por que no estaban los votos del peronismo. Desde el PJ le explicaron que no estaba en Buenos Aires Juan Manuel Olmos, operado del partido. Había viajado a Roma para interiorizarse de la salud del Papa. Los macristas no sabían qué pensar, pero al final llegó el visto bueno y junto con el PJ el minoritario bloque del PRO consiguió suspender las primarias abiertas.


Candidatos amarillos

La gestión de Jorge Macri no es muy apreciada por los vecinos de CABA, sin embargo, la dirigencia partidaria está ansiosa para saber a quién beneficiará su lapicera ubicándolo al tope de la lista de candidatos. Se destacan en ese empeño Laura Alonso, muy preocupada por la proliferación de sin techo que llegan del conurbano, y Fernán Quirós, ex ministro de Salud de Horacio Rodríguez Larreta, que tuvo un fuerte protagonismo durante la pandemia. El otro dirigente que quiere ser candidato es Waldo Wolf, pero está cuestionado por las repetidas fugas de presos de comisarías de CABA.


Propuesta de campaña

Otra preocupación del PRO en CABA es la suciedad del espacio público. En particular como consecuencia de quienes revuelven en la basura para poder subsistir y que esparcen por calles y veredas los desperdicios colocados en los actuales contenedores. Como parte de la campaña el gobierno impulsará su reemplazo por otros nuevos que tendrán tapas mucho más reducidas para impedir que los que sacan la basura puedan meterse dentro. Seguro que la reducción de la basura desparramada por la calle tendrá la aprobación de los vecinos, pero hay dudas acerca de cómo reaccionarán los cartoneros.