Ley de continuidad y ley de cierre: principios para comprender nuestras percepciones
La palabra Gestalt, es una palabra proveniente del idioma alemán que no tiene una traducción directa al castellano, pero que en su contexto significa “totalidad”, esta palabra explica cómo percibimos la totalidad de las cosas.
En el uso de las imágenes se usaron, durante años, las leyes de la Gestalt, para percibir las formas, se le dio uso en cine, fotografía y en especial en publicidad. Más allá de esas leyes de percepción visual, nuestra mente aplica esas mismas leyes a la percepción de los hechos cotidianos, las leyes de la percepción visual se aplican a la percepción psicológica, de ahí que la psicología de la Gestalt también utilice esos principios para comprender cómo observamos las cosas.
La terapia de la Gestalt posee entre sus consignas una que expresa “el todo es más que la suma de las partes”.
Una de las leyes de la percepción que se aplica a la psicología también, es la ley de continuidad. Según este principio, los elementos que sostienen un patrón o una dirección definida tienden a agruparse juntos como parte de un todo. El cerebro humano percibe elementos continuos, aunque éstos tengan algo que los interrumpa. Esto se debe, de acuerdo a quienes trabajan desde el paradigma gestáltico, a que en realidad "no escuchamos con nuestros oídos y no vemos con nuestros ojos, sino que escuchamos y vemos con nuestro cerebro". No es lo que vemos y oímos, sino cómo nuestro cerebro lo cierra y hace una totalidad de eso.
Desde la percepción visual, esta ley puede verse en muchas fotografías e imágenes. Desde lo psicológico va a influir en cómo percibimos la propia existencia.
Desde los aspectos positivos, muchas veces el asociar situaciones y encontrar patrones en común y una suerte de continuidad, ayuda a darle sentido a la experiencia, las cosas que carecen de sentido generan incertidumbre y ansiedad.
Muchas veces estas relaciones inconscientes ayudan a que bajen los niveles de ansiedad y tensión frente a ciertas situaciones. Esta ley de continuidad también se convierte en algo muy importante dentro del área de la educación. Los aprendizajes se evidencian mucho más cuando hay continuidad y correlación entre los elementos a aprender. Empleando afinidades, simbolismos e interconexiones hay mejores resultados en la enseñanza y en la interpretación de los conceptos a aprender, ya que es más fácil poder hacer “insight” o darse cuenta de lo que se está observando.
Los psicólogos de la Gestalt formulan que el aprendizaje humano, en su mayor parte, se produce por insight, o comprensión súbita, esto quiere decir que el paso de la ignorancia al saber ocurre de forma repentina.
Igualmente, esto, en algunos casos, puede tener aspectos negativos. Por ejemplo, cuando una pareja sufre una ruptura y no se hace un buen cierre, puede que uno de los miembros en una nueva pareja continúe poniendo atributos de la pareja anterior a la relación, repitiendo patrones negativos, aunque “trate” de no hacerlo. En su percepción esta nueva relación continúa con aspectos de la anterior, sin entenderlo como algo completamente nuevo.
La ley de continuidad puede observarse, en ocasiones, en nuestra vida, cuando surge la pregunta ¿Por qué siempre me pasa esto? Esas cosas que parecen repetirse una y otra vez, muy probablemente, ni siempre tengan relación real, pero nuestra mente las agrupa y la toma como una totalidad, como un mismo patrón que vuelve una y otra vez.
Es aquí donde entra en juego otra de las leyes de la Gestalt.
La ley de cierre, todo lo que no cierra, tiende a repetirse hasta encontrar un cierre.
Las conclusiones son importantes para no repetir patrones, para no continuar repetidas veces haciendo un mismo patrón de conducta o de interpretación. Lo que no cierra tiende a repetirse inconscientemente hasta encontrar un cierre. Por eso muchas veces tener ciertos “rituales de cierre” es tan necesario para el ser humano, ya que eso evita que las cosas continúen en el tiempo, que los patrones se repitan, que las situaciones vuelvan una y otra vez, ya sea de manera real o en nuestra interpretación.
Dr. Flavio Calvo
Doctor en psicología, docente, tallerista y autor (M.N. 66.869)