“Las redes son el mal de esta época”

Veinte años después de haber hecho ‘Animal humano’ por primera vez, Jorgelina Aruzzi decidió volver a reflotar este texto que escribió junto a Guillermo Cacace, en el que despliega toda su potencia actoral para darle vida a una mujer que ha sido puesta en el blanco de los prejuicios del barrio. Tras algunas funciones a finales del año pasado, la obra volvió a estar en cartel hace unos días y se presentará hasta mediados de abril en el teatro Astros.

“Estoy muy contenta. Me pone nerviosa, sobre todo, el hecho de que sea un unipersonal porque estás ahí sola, pero lo disfruto mucho y la gente también. Sucede algo con lo que cuenta ‘Animal humano’, y por los climas que va generando, que el público va de la risa a la oscuridad y surfea entre lo trágico y lo cómico, que me parece que es lo interesante del espectáculo”, explica Aruzzi, quien viene de hacer ‘El beso’ en la temporada de verano en Mar del Plata y por estos días se encuentra a pleno con los ensayos de ‘Felicidades’, la nueva apuesta teatral de Adrián Suar en la que compartirá cartel con Griselda Siciliani, Benjamín Vicuña y Peto Menahem.

MUNDO PELIGROSO

-¿Con qué se encuentra la gente que va a ver ‘Animal humano’?

-Van a espiar a una mujer que está muy sola y con esta falsa ilusión de que las redes son una compañía. Pasar tiempo en las redes parece como el mundo real, ¿verdad? Esta es una mujer que está llena de sobreinformación, como estamos todos, pero esa información que recibe le hace replantear un conflicto que tiene desde hace muchos años. Entonces, es una especie de alegato que ella hace sobre lo que ocurrió en el pasado. En un principio la obra es muy graciosa, pero después se va metiendo un mundo más oscuro, más trágico, y eso hace que no sea un espectáculo de comedia absoluto, al contrario.

-¿Cómo fue reencontrarse con este texto que había hecho en sus comienzos?

-A mí ‘Animal humano’ me encanta porque fue mi primer unipersonal. Si bien yo siempre hago unipersonales y me gusta escribir, salir al ruedo y actuar, nosotros habíamos hecho esta obra hace veinte años más o menos, y al día de hoy pasaron muchas cosas. Más allá de que yo crecí como actriz y Guillermo Cacace como director, surgieron las redes, yo me hice vegetariana, que también eso rodea el mundo de ‘Animal humano’. Pero principalmente, se cierre un círculo de cómo comencé y cómo estoy hoy con el público, mi forma de actuar, cómo me planto en el escenario.

Dirigido por Guillermo Cacace, coautor junto con Aruzzi, ‘Animal humano’ sube a escena los domingos en el Astros.

-¿Qué diferencias encuentra en estas dos décadas años?

-Que la gente reconoce el trabajo y va a sacar una entrada para verme. Creo que nos pasa a Guille y a mí esto de convocar, que hace veinte años por ahí no pasaba. Hay algo de eso, el reencuentro con el público y con mi actriz madura.

VOLVER AL RUEDO

-¿Por qué decidieron retomar este texto?

-El año pasado yo tenía un bache y Andrea Stivel nos ofreció el teatro, entonces Guille me preguntó si quería hacer algo y le dije de retomar esta obra. Tuvimos que volver a armarla, pero era un texto que teníamos muy a mano de haberlo trabajado juntos.

-¿Cómo es su vínculo con las redes sociales?

-No tengo una buena opinión de las redes sociales. Para mí es el mal de la época. Si bien las redes te acercan, también te alejan muchísimo, son individualistas, narcisistas, confunden la información, son tendenciosas, cualquiera opina de cualquier cosa. Yo siempre doy un ejemplo que es que vi en Instagram que había que poner la palta en agua para que se conserve, lo hice y a la semana la misma chica que había dicho lo de la palta pidió disculpas porque eso traía salmonella. Entonces a mí me parece que es algo fuera de control y que nos hace mucho daño, a los adultos y a los chicos también. No obstante, estamos todos adentro de ese mundo y es muy difícil salir.

-Usted tiene una hija adolescente, ¿cómo maneja este tema con ella?

-Hablamos mucho de que no todo es verdad, de quién lo dijo, si es médico, o de dónde lo sacaron. Pero bueno, todos tenemos ahora una cultura de las redes de información tan rápida, tan espontánea, y nos quedamos con una sola verdad. Todos sabemos que es peligroso, pero todos lo seguimos haciendo.

LO QUE VIENE

-Usted que fue parte de una de las últimas ficciones de televisión de aire, ‘El primero de nosotros’. ¿Cómo ve lo que está pasando con la industria en este momento?

-Creo que con la industria está pasando lo mismo que con nuestra cultura: se está lavando, despersonalizando, hay una falta de identidad. Se siguen sacando los recursos de una industria que funcionaba perfectamente, que daba dinero. Y por otro lado, lo que no hay que perder es la identidad. Lo que tenía la tira diaria era que había un planteo social como lo fue, por ejemplo, el tema del aborto. Yo estaba en ‘100 días para enamorarse’, donde se habló de ese tema y del cambio de género, y eso acercó a la gente, nos identificaba desde un lugar muy nuestro. Hoy estamos un poco lejos de la identificación, más allá de que hay muy poco producto nuestro. Además, creo que cambió el paradigma. Así como en un momento desaparecieron los discos y los músicos dejaron de tocar en vivo como tocaban antes en los boliches y en los bailes, ahora también cambió el paradigma. Pero lo importante es no perder la identidad, el patrimonio cultural. Cuando hacemos una serie, aunque sea una o dos en el año, que tenga nuestra identidad. No tratar de emular series de afuera.

-¿Qué nos puede adelantar sobre la serie de Carlos Menem que estuvo grabando?

-Puedo contar poco, pero ahí estuvimos con un elenco genial. Wino (Ariel Winograd), que es el director, es alucinante. Lo que pasa en la serie es que trabajás a nivel cine y está buenísimo, los tiempos que te da la serie para trabajar y la preparación tienen algo que es re positivo. Sobre mi personaje no puedo contar mucho, pero sí puedo decir que es ficticio.

-¿Cómo se prepara para el estreno de ‘Felicidades’ en El Nacional?

-Estamos ensayando, la verdad que nos divertimos un montón. Son intensos los ensayos, pero es alucinante. Eso fue lo que más me sedujo para aceptar: el equipo, la potencia que tienen. Trabajar con amigos, pasarla bien. Y con respecto a mi personaje, sólo puedo decir que es una invitada que no está invitada.