“Las pymes vivimos día a día”

La incertidumbre económica impide a los empresarios administrar con criterio, destaca el presidente de CAME, Alfredo González. Se hizo sentir el impacto de la devaluación. Tensión en torno al pago del bono a los empleados.

 

La devaluación ejecutada tras las PASO vino a complicar aún más una situación económica que ya estaba por de- más deteriorada. La medida disparó el inmediato aumento de precios, la escalada del dólar paralelo y el incremento de los costos para el sector productivo.

En el entramado empresarial hay compañías con una dimensión suficiente como para capear el temporal y esperar hasta diciembre, pero para las pequeñas y medianas empresas el azote es implacable. El calendario electoral se les ha vuelto elástico, interminable.

Los empresarios navegan sin radar. No hay planificación posible. “Las pymes vivimos semana a semana, día a día”, explica el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González.

González no necesita que le cuenten qué tipo de malabares tiene que hacer un hombre de negocios en esta Argentina tan incierta. Dueño de una fábrica de muebles de oficina en el Parque Industrial de Puerto Tirol, provincia de Chaco, produce y comercializa sus productos en todo el país. Sabe de no tener precios, de listas infladas, de insumos importados escasos, de consumo en baja.

Lo que viene para la Argentina es incierto, pero ante la fascinación de algunas propuestas dolarizadoras, los empresarios convergen en un punto: quieren un modelo económico que les permita tener una moneda fuerte y un Banco Central que respalde al sector productivo.

A CIEGAS

-¿Cómo está atravesando este momento la pequeña y mediana empresa?

-Se está viviendo con dificultades en los últimos meses con estos cimbronazos de la macroeconomía que le van generando a la micro y mediana empresa problemas, le golpea bastante por dos vías en el proceso inflacionario. Una por precios y la otra no tener la certeza de en qué momento va a reponer el stock perdido. Al no tener una espalda financiera como para decir no entrego mercadería o no vendo hoy, porque uno tiene que seguir cumpliendo y necesita tener el cash flow diario, eso hace que por ahí vendamos a ciegas productos que no sabemos si cuando los reponemos en qué margen pudimos haberlo vendido. Inclusive muchas veces lo vendemos a pérdida, pero al necesitar la caja diaria uno avanza de esa manera. Eso nos va afectando. Las circunstancias macroeconómicas no son para nada agradables. Mientras no se tenga cierta certidumbre y previsibilidad en la macro, eso no va a poder bajar hacia la micro en buena forma. Es fundamental que el Gobierno encuentre la forma de poder contener la macro y poder manejarla, que haya cierto grado de certidumbre. Eso nos va a dar un poco de aire para poder seguir con nuestros emprendimientos o nuestras empresas con las puertas abiertas.

-¿Recibieron algún beneficio en el paquete de medidas lanzado tras las PASO?

-Indirectamente seguramente que sí porque toda inyección de dinero que se va generando es para consumo in- terno. Seguramente vamos a tener, a medida que se concreten las situaciones anunciadas, alguna forma de poder generar una venta distinta. Pero lo que nosotros necesitamos es tener mayor previsibilidad. Nosotros somos toma- dores de listas de precios, no somos generadores, y ante esa dificultad que se va produciendo indudablemente se nos complica mucho la operatoria.

EL BONO

-¿Qué postura tomaron desde CAME en torno al bono anunciado por el Gobierno? ¿Lo van a pagar?

-La postura de CAME fue clara: el sistema de actualización del sueldo de los trabajadores del sector privado es el sistema de paritarias. No me voy a cansar de repetirlo, porque la gente que está en la Organización Internacional del Trabajo lo dice, es un sistema realmente muy bueno y que pocos países lo tienen. Creo que se debe seguir res- petando. Desde nuestro lado es lo poco que podemos brindarles a nuestros asociados y representado en materia de previsibilidad. Es decir, que en una forma ordenada se negocien los salarios. Generalmente se negociaban anualmente pero el año pasado comenzamos a hacer re- visiones de seis meses y este año es cada tres meses. Arrancamos en abril y firmamos por tres meses. Volvimos a sentarnos en julio y cerramos, y haciendo una previsión de 7,5% en cada mes. Por lo que en octubre ya nos reuniremos nuevamente para ajustar en relación a la inflación. Creo que el Gobierno debiera respetar ese sistema por- que este bono será pagado por algunos que puedan, pero muchos no lo van a pagar. Y los que pudieron, igualmente algún tipo de descalabro financiero y económico les va a generar. Más allá de que la micro lo pueda absorber y que las pequeñas lo puedan hacer en 50%, y que las medianas lo absorberán en paritarias, el dinero hay que tenerlo hoy. Además, nos ponen en una situación incómoda frente al trabajador. Las micro y medianas empresas represen- tamos al 99% de las empresas de la Argentina. De ese 99%, casi el 75% es de un formato que va de 1 a 10 empleados. Tenemos una relación cuasi familiar con los empleados. Si no pagamos estamos en una situación muy difícil, pero también está la dificultad de poder pagar en tiempo y forma. Seguramente muchos podrán y otros tanto no. Veremos cómo lo vamos acomodando. Nosotros bajo ningún punto de vista estuvimos de acuerdo con este formato. Ya lo expresamos en el bono de fin de año. No estamos haciendo oposición al Gobierno, sólo aclaramos y valoramos el sistema de paritarias con el que estamos trabajando.

-Cuando se sientan en paritarias con la mesa sindical, ¿cómo son las negociaciones?

-Siempre hay buena voluntad, por eso es un ejemplo. Claro que se trata de una mesa de negociación y pasa lo que tiene que pasar en la mesa. Pero cuando nos levantamos, acordamos. Es un sistema muy bueno. Los sindicatos buscan lo mejor para sus representados y nosotros lo mejor para nosotros y nuestros trabajadores.

75% de las pymes argentinas tiene una planta de no más de 10 empleados.

 

IMPORTACIONES

-Al momento de producir, ¿los que tienen que importar insumos logran acceder al dólar?

-En esta semana se fueron liberando pagos y va cambiando de a poco la situación. Espero que las condiciones sean otras de acá en adelante para poder tener certezas en ese sentido. Hay empresas que necesitan de algún componente importado y eso dificulta muchísimo todo el proceso. A partir del mes pasado comenzó a sentirse el parate en la rama industrial pyme. Venía en baja pero no llegaba a cifras negativas. Dio -3,5% interanualmente. Eso va demostrando este proceso de desgaste que hubo con las autorizaciones, no solamente las SIRA sino también la autorización del coeficiente financiero y después la autorización para poder pagar a los proveedores en el extranjero.

-¿Los proveedores entienden la situación, tienen paciencia?

-Algunos sí y otros no. Porque qué confianza pueden tenernos si les vamos fallando constantemente. No es fácil. Generar un mercado para poder exportar y generar con- fianza con un proveedor extranjero no es fácil. No de- pende de la capacidad nuestra. Por ahí la empresa interiormente tiene la capacidad para poder pagar, pero si el Gobierno no tiene las divisas para poder transferir estamos en lo mismo.

-Y tampoco se cambia de proveedor de un día para el otro.

-No es lo mismo estar en la Argentina, donde uno cambia de proveedor mañana a la mañana. Hoy le compramos la pintura al de la esquina y pasado al de la otra esquina. No es así.

-A partir de la aceleración inflacionaria, ¿le subieron mucho los costos?

-El aumento es directo. Después de las PASO no tuvimos listas de precios por unos días y luego comenzamos a recibirla con aumentos por encima del 22%. La devaluación del 22% es técnica. En lo concreto fue un poco más alto, lamentablemente.

-¿Cómo impactó en materia de logística?

-Pegó internamente y externamente. Porque recordemos que después de la pandemia el hemisferio sur quedó descolgado del norte, y el norte ha monopolizado toda la parte logística. Los grandes transbordadores llegan hasta Santos, Brasil, y de allí se hace el cambio hasta acá. Eso tarda más días y genera más costos. Se normalizó la falta de contenedores pero el tiempo de operación no.

-¿Detectan una caída del consumo?

-Claro. No solamente del consumo pyme sino también del mercado industrial, que fue bajando en los últimos meses. Eso indudablemente nos afecta muchísimo. Vivimos del consumo interno. La venta minorista dio el mes pasado un 3,6; en julio fue 3,2%.

-A partir de la escalada inflacionaria el Banco Central aumentó las tasas de manera considerable. ¿Disponen de alguna línea de crédito accesible para la producción o es un terreno imposible de pisar?

-Hay tasas subsidiadas a través del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales. En el mercado mismo no existe. Hay tasas de entre el 50 y el 60%, pero por su- puesto no son muchas las compañías que pueden llegar a tomarlo.

-Falta mucho para diciembre y el cambio de gobierno. ¿Cómo evalúan el panorama, esto de tener que seguir gestionando la empresa sin tener un rumbo claro?

-Me encantaría poder responder pero la verdad es que vamos semana a semana, día a día. Siempre hay algunos movimientos, algunos anuncios, algunas restricciones. Nos vamos acomodando. El poder de resiliencia del empresariado pyme argentino es realmente increíble. Hemos pasado muchísimas crisis, varias, pero también vivimos la crisis de los puertos cerrados durante la pandemia a es- cala mundial. Realmente fue muy dañina y aun así, si bien muchas no pudieron continuar con las puertas abiertas, la gran mayoría sí. Siempre decimos que necesitamos polí- ticas diferenciadas, necesitamos que los candidatos que hoy están en juego puedan tener una mirada.

-¿Tomaron contacto con los candidatos?

-El 4 de octubre es nuestra reunión federal en CAME donde van a estar diez representantes de los sectores pro- ductivos de cada provincia. Vamos a ser casi 250 dirigen- tes de todo el país. Nosotros les estamos haciendo la invitación a los candidatos, veremos qué nos proponen, qué nos traen mirando para adelante, qué propuesto tienen para los sectores pymes de la Argentina. CAME representa a la economía regional, con 132 entidades del campo y la agricultura familiar; la industria pyme que es la mayor generadora de mano de obra y todos los demás rubros transversales como el turismo que están represen- tados aquí. Tenemos un abanico del sector productivo real en esta entidad.

-Usted es de Chaco. ¿Hay una mirada distinta en torno al proyecto de país entre los empresarios de las provincias y los que se encuentran en el AMBA?

-La visión es la misma, salir adelante y seguir trabajando, pero las posibilidades son distintas. Cada kilómetro que uno se aleja del puerto de Buenos Aires los costos se multiplican. Por eso el 70% de la industria pyme de la Argentina está en el cordón del Conurbano.

EL SECTOR PRODUCTIVO, CONTRA LA DOLARIZACION

“Queremos una moneda fuerte”

En la recta final hacia las elecciones presidenciales de octubre, los candidatos sopesan recetas para poner en caja a la inflación y domesticar al dólar. La propuesta más ex- trema es la que encarna Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, quien impulsa la dolarización de la economía argentina. El impacto sobre el sector productivo y las exportaciones sería sensible.

-Se habla de una posible dolarización de la economía, esquema que sofocaría la inflación pero, al mismo tiempo, nos volvería caros para exportar y abriría las puertas de la importación. ¿Qué opina?

-Todos los empresarios y dirigentes que estamos en CAME somos empresarios, pequeños, micro y medianos. Somos empresarios y no necesitamos que nos vengan a contar cómo es la situación porque la vivimos día a día. Voy a responder desde el llano y no técnicamente porque no soy un profesional de la economía. Puedo decir que nosotros, los empresarios pymes de todos los sectores productivos, pretendemos tener una moneda fuerte y un Banco Central fuerte que esté direccionado al sector pro- ductivo. Esa es la mejor manera para soñar una Argentina productiva. Es indudable que se necesitan cambiar algunas condiciones pero sin dudas tener una moneda fuerte como tienen nuestros países vecinos, y un Banco Central fuerte, es fundamental para el sector productivo.

-Algún candidato habla de un desdoblamiento cambiario, de un dólar barato para el sector productivo y otro que flote, a precio de mercado, destinado al consumo. ¿Acordarían con esa política?

-Podría ser. Nosotros apuntamos a que las condiciones se vayan dando para que los sectores productivos avancemos porque somos los que vamos a sacar a la Argentina adelante. El sector empresario pyme es el que se queda en el país, el que reinvierte el ciento por ciento de las utilidades en cada pueblo y ciudad adonde está. Nosotros no sabemos especular financieramente, y no es que veamos con temor al sector financiero. Pero no sabemos hacerlo. Estamos aprendiendo nuevas herramientas en el mercado de capitales a través de la Comisión Nacional de Valores para poder saber en qué momento hacer nuestras inversiones. Pero no pasa de ahí, no hacemos grandes especulaciones financieras.