Jorge Macri empezó la toma de decisiones respecto de su gestión. Ya definió que Néstor Grindetti será su jefe de Gabinete, lo que para la burocracia que dejará Rodríguez Larreta no es una buena noticia. Asumió, además, la tarea de garantizar la fiscalización en el distrito a favor de Javier Milei algo que es también en beneficio propio. Trabaja con bajo perfil por una derrota de Sergio Massa con el que se ve venir problemas si llega a la Casa Rosada no sólo por la coparticipación de fondos federales, sino también porque dará aire a cualquier peronista porteño que quiera desafíar el apellido Macri.
Las internas del día después II
Tras el balotaje se espera un realineamiento general en el oficialismo y la oposición a partir de mañana. En la oposición Mauricio Macri tomará una victoria de Javier Milei como una reivindicación personal y pidió a su entorno una lista de funcionarios con experiencia en todos los niveles de la administración para acompañar al libertario. En el peronismo un triunfo de Sergio Massa sería la vuelta de la “renovación” y el progresivo aislamiento del kirchnerismo. El viaje de cristina Kirchner a Roma el fin de semana del balotaje es la señal más clara de toma de distancia respeto del proyecto personal de Massa.
Paolo y el libertario
El diario oficialista Página/12 informó que el líder de Techint, Paolo Rocca, era el único empresario de categoría uno que había contribuido en efectivo a la campaña de Javier Milei, una excepción para el “establishment” que apoyó con fervor la candidatura de Sergio Massa. Más aún señaló que Rocca frenó críticas públicas de dirigentes de la UIA al libertario. En realidad el empresario ha apoyado a dirigentes de distintos partidos a lo largo de las últimas décadas. Fue, por ejemplo, uno de los más destacados aportantes a la candidatura de Néstor Kirchner en 2023 como bien sabe Ricardo López Murphy.
Fiscales del PRO en Santa Fe
Santa Fe es un distrito clave para las chances de Javier Milei no sólo por la cantidad de votantes, sino también porque es antikirchnerista. Ahí el libertario no tiene dirigencia propia y el radicalismo, así como el socialismo que integraron Juntos por el Cambio no querían saber nada con él. Pero el problema lo resolvió Mauricio Macri convenciendo al presidente del PRO santafecino, Cristian Cunha, para que su partido controle las boletas y el escrutinio. En declaraciones públicas no sólo se comprometió a cuidar los votos de Milei, sino que afirmó que el oficialismo “para ganar puede hacer cualquier cosa”.