EL PULSO DE LOS MERCADOS

Las autoridades monetarias son personas muy peligrosas

Otra semana de desazón e intrigas por culpa de la Fed, tal como habíamos previsto en el artículo de la semana anterior. Jerome Powell volvió a advertir a los legisladores de Estados Unidos sobre la importancia de no perder de vista la meta histórica de inflación del 2 % anual. Recordemos que la última medición del CPI registró 4%. Todos estos años, los que operamos en los mercados hemos sufrido un problema serie de desinformación y mal manejo de expectativas por parte de la Reserva Federal.

En mi opinión fue un error haber hecho una pausa en la reunión de junio en el camino ascendente de la tasa para después amenazar con otras dos alzas más de aquí a fin de año, lo que llevaría el costo de dinero del 5,25 % anual al 5,75 %, cuanto menos. A la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos no le importa pues hacer saltar el desempleo del 3,7% actual a un eventual 5 %, lo que implicaría dos millones de ciudadanos perdiendo su trabajo. Se sube la tasa hasta que se rompa algo, pues.

Europa parece estar convencida de seguir por el mismo camino de Estados Unidos, el del rigor monetario. El Banco de Inglaterra subió el jueves las tasas de interés en medio punto, del 4,5 % al 5 %, el nivel más alto desde 2008, a fin de revertir la inflación interanual en el Reino Unido, que el pasado mayo se situó en el 8,7 %.

Volvemos a un escenario de tasas altas, amigo lector. Estos movimientos y comentarios volvieron a hacer trizas las esperanzas de los inversores de que esperan que esté cerca del final el ciclo de ajuste. Estamos en manos de gente muy peligrosa y los legisladores de Estados Unidos se lo dijeron en la cara al arrogante titular de la Fed: no se baja la inflación con aumentos de tasas en cualquier circunstancia.

Somos muchos los que creemos que el nivel de 2% de inflación en Estados Unidos recién podrá alcanzarse a fines de 2024, pero nos preguntamos: a qué costo. ¿Una gran recesión? ¿Alto desempleo? ¿Otra seguidilla de quiebras bancarias?

Por todo esto, los principales indicadores de Wall Street cerraron el viernes con pérdidas semanales, rompiendo con una racha de varias semanas con números positivos. Por ejemplo, después de ocho semanas al alza, el Nasdaq perdió más de un 1 %, el peor desempeño desde marzo.

El rendimiento de los bonos estadounidenses es tan alto, amigo lector, que resta incentivos a invertir en la Bolsa. Quisiera repetir que los que estamos en el mercado de las inversiones no somos unos necios que creemos que todo deben ser buenas noticias, pero no nos agrada la incompetente intervención estatal que distorsiona el libre juego de las fuerzas del mercado. Como ahora, donde el comportamiento de la Fed marca la cancha de aquí a fin de año con un superdólar.

Y la consecuencia inmedianta de esto son complicaciones bajistas de los commodities. Con el petróleo cerrando el viernes en 69,20 dólares; en 1.930, el oro; y 22,45, la plata. Espero otra caída del 5% adicional, si la Fed persiste con sus bravuconadas.