Laport todavía puede sorprender
Dueño de una trayectoria artística de más de cuatro décadas, el popular actor y cantante uruguayo asume un nuevo desafío en ‘La Sirenita' al encarnar al Rey Tritón. “Me sentí conmovido por la convocatoria”, admite.
En el micromundo de Osvaldo Laport siempre hay tiempo para el saludo afectuoso, el interés genuino por el interlocutor y la charla franca y sin prisa sobre temas de la vida. Siempre, aunque el encuentro se dé en uno de los ensayos finales de una mega producción teatral como ‘La Sirenita’ y la intención última del diálogo sea promocionar un proyecto que lo muestra en otro registro y que lo tiene sumamente entusiasmado.
En la primera versión argentina del musical de Disney, que debuta mañana en el Gran Rex, el célebre actor uruguayo encarna al Rey Tritón, dios de los mares y padre de la protagonista. Junto a él encabezan el elenco Albana Fuentes (La Sirenita), Evelyn Botto (la malvada Ursula), José María Listorti (Sebastián, el cangrejo) y un joven talento también llegado desde la otra orilla del Plata, Pablo Turturiello, en el rol del Príncipe Eric.
"Cuando me invitaron al casting porque me veían condiciones para este personaje -cuenta Laport-, más allá del privilegio de la convocatoria y del entusiasmo de mi mujer y de mi hija, que me empujaron a hacerlo, me sentí verdaderamente conmovido. Y hoy que esta obra ya es un hecho, que miro ensayar a mis compañeros y veo cómo funciona toda la maquinaria del cuento, realmente me sorprendo de lo que Ariel (del Mastro, el director) y todo el equipo han conseguido", sostiene en el mano a mano con La Prensa.
El primer indicio de que esto sería "maravilloso" lo tuvo Laport la vez que escuchó a la compañía ensayar con microfonía. "Veníamos haciendo la puesta a pulmón y el día que los escuché con el sonido me di cuenta de que esto iba a ser realmente muy grande", admite. "Es muy complejo el espectáculo, y si bien ensayamos con una planta escenográfica similar a la que tenemos ahora en el teatro, el traspaso al escenario fue difícil. Yo ya había empezado a ensayar con el vestuario y es un peso enorme para moverme en un decorado con desniveles, tratando de lograr además que el movimiento sea armónico. Es un reto verdaderamente", comparte.
PARA LA FAMILIA
Amén de las cuestiones técnicas, Laport se sincera sobre su deseo más íntimo al aceptar un proyecto diferente a casi todo lo que ha hecho a lo largo de más de cuarenta años de recorrido artístico: "me interesa el mensaje, que este Tritón que encarno no es un padre enojón, y muchos menos malo. La forma de actuar de Tritón tiene un por qué, no es rígido porque sí. En el fondo subyace la idea de la protección y la contención que pueden brindar una familia. Este es un espectáculo para las familias, sin duda, que lo va a disfrutar el público de todas las edades y les va a dar tema de conversación para después de la función".
-Corren con la dificultad de que cada espectador llega a la sala con una idea ya asentada de cómo son Ariel, Sebastián, Tritón y el resto de los personajes en su imaginario personal.
-Es así, tal cual, ahí está el desafío. Y en mi caso particular, no tengo tanto texto como para poder relajarme dentro de esas líneas. Energéticamente tienen que pasarme ciertas cosas para que el público las reciba, aun sin que medie la palabra.
-¿Vuelve a cantar?
-Algo muy chiquito esta vez. Lo último musical que hice fue 'El principito' en versión sinfónica, en una única función en el Movistar Arena; algo hermoso.
-Es su primera vez en una producción de esta envergadura, ¿verdad?
-Nunca había estado en algo así. Visualmente, esta obra es algo tremendo. La gente se va a sentir en Disney.
-¿Le divierte seguir experimentando cosas nuevas en la profesión?
-Me interesa cuando me ofrecen estos personajes atípicos. En el fondo no me sorprende sino que me gratifico sabiendo que todavía existen para mí invitaciones como esta. No deja de ser un oportunidad para seguir creciendo, aprendiendo y evolucionando.