Ska-P llenó el Luna Park en la gira despedida de su carrera

La valentía de ir contra el sistema

 


Recital de Ska-P. Músicos: Roberto Gañan Ojea, voz; José Miguel Redin, guitarra líder y coros; Julio César Sánchez, bajo y coros; Alberto Javier Amado, teclado y coros; Iván Guevo, batería; Alberto Iriondo, trompeta; Garikoitz Badiola Urkiza, trombón y helicón, y Juan Antonio Rivas, trompeta, violín y coros. El martes 7 en el Teatro de Flores.


 Si hay algo que no se le puede criticar a Ska-P es que durante toda su trayectoria han mantenido una línea ideológica acorde a sus creencias. Siempre encontrándose del lado de los oprimidos, llámense proletarios, pueblos o incluso animales, lo que les ha valido con el transcurso del tiempo miles de críticas e incluso problemas de censura que los llevaron casi al arresto, pero también aplausos Lo que se dice 100% punk.  Y si a ese punk le sumamos un ska bien tocado, la combinación claramente es perfecta.

Eran exactamente las 21.30 cuando los Ska-P salieron a un Luna Park que parecía el mismísimo infierno (acá no hay metáforas el calor dentro no solo lo sufría el público, los músicos también lo comentaron).

Las dos horas que duró el recital demostraron todo lo que aprendieron durante estos 30 años de carrera los madrileños, un show prolijo, sin fisuras musicales, y con toda la parafernalia que rodea sus recitales, llámese disfraces, banderas, actuaciones, etcétera. 

Y esos 120 minutos fueron suficientes para un recital que dejó a todos los asistentes satisfechos. El fuego lo abrió “Jaque al rey”, seguido de “El Gato López”, ese animal pobre que se vuelve fuerte y rebelde y se transformó en uno de los emblemas de la banda, y “Cannabis”, los cuales lograron despertar la efervescencia en el público.

PALESTINA

Con el transcurso del show sonaron los temas más controversiales de la banda, “Vergüenza”, canción de repudio a la tauromaquia, “Niño Soldado”, aborda el tema de los niños soldados en conflictos armados, e “Intifada”, de claro apoyo a la lucha del pueblo palestino, la cual recibió el apoyo del público en contraposición con la censura que sufrió en Alemania. Sobre el final de la primera parte se escuchó el cover “Ya no sos igual”, canción emblema de los locales 2 Minutos.

Para la segunda parte fue el momento de “Estampida” y “McDollar”, siendo el cierre con “El vals del obrero”. Un show impecable que demostró la vigencia de una banda que diciéndole adiós a los escenarios aún tienen mucho que mostrar. Ojalá sea un hasta luego y no una despedida definitiva, pero si lo es quedará un grato recuerdo entre quienes pudieron verlos por última vez en el país.

Calificación: Muy bueno