La última oportunidad
Señor director:
Con el país sumergido en el 45% de pobreza y el 10% de indigencia; con nuestra gigantesca deuda interna - externa; con el récord de impuestos que hemos logrado alcanzar a nivel mundial; con nuestro promedio de pérdida de 66 vidas por mes en manos del delito; con nuestros 80.000 niños en gestación asesinados cada año por médicos o drogas a quienes les han dado licencia para matar, la decadente clase política argentina se pregunta por qué un sujeto medio loco, con el pelo largo, que aborrece los privilegios de la casta política, que cree en la vida desde la concepción hasta la muerte natural, que respalda a la familia como la dueña de la potestad en la educación de sus hijos (en lugar de la ideologización pervertida que buscan imponernos desde los centros mundiales del poder económico que impulsa la agenda 2030), y que además cree que quien las hace debe pagarlas, ha podido poner en riesgo el status quo que hasta ayer le garantizaba a la casta Estado dependiente la rotación en el manejo del poder, en la administración de los negocios “non santos” y en el control de la Justicia, control mediante el cual aseguraban la necesaria impunidad requerida para poder disfrutar de una riqueza mal habida.
Nuestros políticos de siempre, esa rara mezcla de populistas socialistas y progresistas de Puerto Madero, aún no terminan de sorprenderse con esta derrota y sueltan comentarios tales como:
• El electorado está enojado y así lo demuestra.
• Esto sucedió por culpa del corte de boleta planificado por intendentes traicioneros.
• La gente no sabe lo que vota, les suprimirán todos los derechos y habrá sangre en las calles.
• Mira como votaron…. ¡a mí ahora, que no me pidan ni una p... papa, que coman tortita de barro!
¿Será cierto que los políticos y sus asalariados cómplices creen que el pueblo es poseedor de derechos que mañana podría perder?
¿Se referirán al trabajo? ¿Al salario digno y suficiente? ¿A la educación de calidad? ¿A la atención médica eficaz y oportuna? ¿Al haber jubilatorio? ¿A la seguridad?
Lo cierto es que este sujeto despeinado tiene numerosos jóvenes a su lado, y el apoyo de gente de trabajo de clase económica media y baja, y también de muchos abuelos, esa gente que ya ha visto y padecido el fracaso de los viejos políticos. Ellos quieren una oportunidad real para sus nietos.
Ustedes no tienen un verdadero plan de gobierno.
No están preparados ni desde el punto de vista intelectual ni moral, contando solo con esa ideologización ganada a fuerza de memorizar los pasquines de la facultad pública en la que tardaron décadas en recibirse. Y como si fuera poco, ustedes también carecen de la convicción que se necesita para poner orden y lógica en la administración de nuestra República contaminada.
Deben saber que cuando el Estado sea auditado con profesionalismo y profundidad, todos los ciudadanos podremos conocer el origen y las causas por las cuales han entregado un país fundido tanto en lo económico como en lo cultural, en lo moral, en lo que respecta a la infraestructura para la producción, en seguridad y en nuestra capacidad para defender el patrimonio Nacional.
Una clara plataforma, junto al detalle de cómo ponerla en práctica y una fuerte convicción. Eso posee el partido que les ha cantado “piedra libre”.
Vendrán tiempos difíciles en los cuales los palos de los falsos sindicalistas, de los peronistas, de los camporistas, de los cristinistas, de los comunistas y de los radicales socialistas estarán prestos para trabar la rueda. El pueblo votante tendrá que estar atento para defender esta última oportunidad.
Fabián E. Sotelo
DNI: 13.839.579