La transformación autoritaria

Dictaduras, autocracias, totalitarismos, populismos son términos sinónimos, que implican tres cosas características: sistemas que no respetan la democracia, toman a los adversarios como enemigos y alientan o toleran alguna forma de violencia.­

No podemos pasar por alto, no podemos ser indiferentes, ante el horror de los regímenes dictatoriales, porque los dictadores o autócratas son los adversarios acérrimos de la democracia.­

Se me ocurrió, buscar cuantas dictaduras mundiales hay en la actualidad, y me lleve una sorpresa, no pocas, 57 en total.

En América Latina, cuatro a saber: Miguel Díaz Canel de Cuba, Ariel Henry de Haití, Daniel Ortega de Nicaragua, y Nicolás Maduro de Venezuela.

Gozan no solo de buena salud, sino también de nuestra simpatía ideológica, y de nuestra tenaz defensa en cuanto foro haya, tal vez podría hacerse extensiva esta lista a China (tenemos yuanes en el BCRA, y una base en Neuquén), Rusia (intención de ser la puerta de entrada a Sudamérica y proveedor de vacunas ideológicas), e Irán (presencia de objetos voladores no identificados).­

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LA LLEGADA AL PODER­

­Entre las características esenciales de las dictaduras, hay matices que se entremezclan con el populismo autocrático y que recorre una serie de pasos lógicos.­

La indignación popular marcada por la frustración, la corrupción sistémica, el desempleo, la pobreza, inflación y la inmigración han sido siempre el caldo de cultivo para que nazcan los dictadores, porque la indignación vende y mucho.

Los dictadores saben interpretar el descontento general como nadie y se consideran auténticos mesías, verdaderos ungidos y únicos redentores.

Los dictadores se presentan como gente simple de pueblo, que entiende como nadie la naturaleza del resentimiento que ya existe; suelen tener un carisma arrollador; se podría decir que es uno de los tuyos y te cuida. Sus discursos son agresivos, grandilocuentes, llenos de una mística cuasi religiosa (Piensen en Hitler). Ofrecen una estética llena de majestuosidad y simbolismo.

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GOBIERNO­

­Una vez instalados en el poder comienza la destrucción sistemática de las instituciones, y la perpetuación en el poder. Venezuela 23 años, Cuba 64 años, sandinismo 53 años. ¿Por qué tanto tiempo?, porque gobiernan con el miedo. Buscan a toda costa, erosionar la división del Estado en sus tres poderes, siendo la joya preciada la independencia del poder judicial.

El culto al líder, constituye la esencia del régimen.­

La educación, el control de los medios, y la propaganda constituyen el pilar, de esa sociedad nueva que intentan construir.

El Libro rojo de Mao y el Libro verde de Kadhafi son ejemplos de cómo llevar a cabo la revolución educativa, constituyendo la Biblia del régimen, allí  condensan las verdades fiduciales a la cual se debe obedecer.

El adoctrinamiento de los niños es de vital importancia para reescribir la historia que comienza a partir de la llegada del dictador.­

Durante la primera época peronista (1945-1955), el régimen hizo uso de ellos para inculcar la ideología oficial. Entre otros, se usaron los siguientes libros de lectura: La Argentina de Perón, Pueblo feliz y Patria justa.­

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NUEVOS MODELOS­

­Según The Washington Post, los acontecimientos en China ofrecen la visión más clara del futuro. A través de la dominación del ciberespacio, el control de las redes sociales, la recopilación y el uso de big data e Inteligencia Artificial, cámaras de reconocimiento facial, el gobierno ha creado un medio de control sobre su pueblo más sofisticado, integral y más eficiente que Stalin y Hitler.­

Está adquiriendo la capacidad de saber todo de su población: adonde viaja, qué dice, qué hacen, qué piensa, cuáles son sus gustos, a quién conoce, con quién se reúne, cuánto gasta.

Es decir, a través de patrones o algoritmos, la ciencia y la tecnología, conducen a la perfección de la dictadura, a la anulación de las libertades individuales, y a la violación de la privacidad.­

¿Qué autócrata no querrá disponer de éste método de control?­

Las dictaduras no permiten el disenso ni la libertad de expresión. La verdad es una sola. Diversidad, multiplicidad, disenso, heterogeneidad, variedad, pluralismo son palabras ausentes, en el diccionario totalitario.

Así, los potenciales blancos del sistema pueden ser innumerables. basados, muchos de ellos en el prejuicio, y en la generalización abusiva, como dice Juan José Sebreli. Por ejemplo, una legitima protesta, puede ser predecible, y anulada.

Sin duda, películas como Minority Report o series como Black Mirror nos hablan del presente.