Mirador político

La proyección de Santa Fe

La primaria sanfesina mostró cuatro novedades que tendrán seguramente proyección nacional. En primer lugar, el fuerte deterioro del peronismo en las provincias centrales en las que la actividad privada todavía resiste y la mayoría de los votantes no recibe un cheque del gobernante de turno cada mes.
Si bien el clientelismo es un vicio que se extiende con el crecimiento de la pobreza, en las provincias del centro del país (Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos) tiene un peso menor que se traduce en un mayor rechazo al populismo. Que en esas provincias al kirchnerismo le va mal no es ninguna novedad, pero perder por 30 puntos es un mazazo del que parece imposible recuperarse en el corto plazo.

En segundo lugar, quedó a la vista que el vencedor de la jornada fue el radicalismo, en particular el sector al que pertenece Martín Lousteau. El triunfador, Maxi Pullaro lo reconoce como jefe político y se abrazó con él antes de sacarse fotos con Horacio Rodríguez Larreta, difundidas generosamente por los medios afines al jefe de gobierno. Pero la primera declaración del radical fue para vaticinar el triunfo de Lousteau en CABA.

Más allá de la foto, Rodríguez Larreta no se llevó nada sustancial del triunfo opositor. Para sacarse de encima la tutela de Mauricio Macri le entregó Juntos por el Cambio a los radicales, sin embargo, la cosa no parece que vaya a parar ahí. Si gana, deberá compartir el liderazgo de la futura coalición oficialista con los radicales y llenar los cuadros de la burocracia estatal con herederos de Alem e Yrigoyen. En el comité de la calle Alsina ya están afilando los lápices.

La tercera novedad es histórica. Los radicales no ganaban en Santa Fe desde tiempos de Illia y en aquella época lo lograron gracias a que el peronismo estaba proscrito. Desde el 83 con una dirigencia peronista en muchos casos en los límites del código penal los radicales perdieron siempre. En los 90 pasaron a perder  a manos de Carlos Rutemann y después a manos de los socialistas. Nunca fueron realmente competitivos. Hizo falta que apareciese el kirchnerismo con su persecución a los productores rurales y con candidatos de la talla de un Agustín Rossi o del camporista Cleri para que el milagro se produjera.

Por último, pero no menos importante, otra novedad es que Patricia Bullrich, que venía punteando en las encuestas y reclutando radicales contrarios a Gerardo Morales sufrió un claro revés en Santa Fe. En realidad la derrotada fue la senadora Losada, pero Bullrich no se desentendió de ella. Sin duda Bullrich eligió mal a su candidata para que pudiera ganarle un cuadro político sin ningún carisma como Pullaro, representante por excelencia de la corporación política. Pero las PASO eran provinciales, no nacionales, por lo que el resultado de agosto continúa siendo una incógnita.