La pelea nacional ahora corroe la campaña provincial

No hay tiempo para aplacar las internas. Aún con las esquirlas que dejó en cierre de las listas para las elecciones provinciales del 7 de setiembre, por delante asoma la campaña matizada con la puja por el armado de las listas nacionales para el mes de octubre que podría alumbrar una dispersión aún mayor de la observada en la conformación de los frentes electorales que irán a competir.

La Provincia de Buenos Aires remueva 35 bancas para el congreso de la nación y la elección de los postulantes también podría influir en la dinámica del proselitismo actual que se ha iniciado tímidamente con el accionar casi exclusivo del gobernador y los intendentes obligados a defender sus terruños. 

Una de las primeras esquirlas que rebotaron en las internas la protagonizaron esta semana Juan Grabois y Sergio Massa. La misma discusión de la Paso del 2023 ahora se vuelve a poner en escena. La semana pasada adelantamos que Cristina Kirchner lo quiere en los primeros lugares de la lista de diputados nacionales para octubre. Hasta los más osados se animan a decir que deslizó su nombre para que la encabece. Eso se parece más a un rumor que busca instalar la discusión y el veto para, de ser necesario, tener la excusa perfecta para abrirse y romper la unidad. Sobrevuelan los fantasmas de lo que alguna vez, suelto de cuerpo, el ex Ministro de Planificación Federal Julio De Vido declaró públicamente sobre Grabois: “Es un agente inorgánico de la SIDE”. Probarlo, sabemos, es muy difícil. 

La puja por el armado de esa nómina ya se largó. Con los intendentes preocupados por recolectar votos en sus distritos, el armado de la nómina nacional debería contemplar nombres que ayuden a empujar la campaña. Uno de los detalles que provoca el desdoblamiento es que asegurados sus concejos deliberantes o sus bancas en la legislatura, el entusiasmo para hacer campaña nacional decrece en los terruños. Salvo que sea un referente comunal el que se ponga al frente. Para ese casillero suena, desde hace semanas, el Intendente de Pilar Federico Achaval. El alcalde cae bien en cada campamento del frente electoral, pero además tiene espalda para sostener la campaña. Desde el massismo no ven a Sergio Massa con intenciones de estar en el tope de la oferta electoral, pero sí será decisiva su participación en la estrategia como lo ha sido en el diseño de Fuerza Patria. “Massa jugó en siete tableros al mismo tiempo”, definió un dirigente bonaerense que lo conoce muy bien desde los tiempos cuando se armó el Frente Renovador. 

Una reciente reunión en San Fernando para organizar la campaña en los distritos de la primera sección electoral dejó conclusiones que acercan aún más a la teoría de los tentáculos de Massa en diversos espacios políticos. Allí, entre lo que se habló con la presencia del gobernador Axel Kicillof es que los intendentes del peronismo cuiden las boletas de Somos Buenos Aires, la fuerza política de centro que se armó para lidiar con la grieta y encabeza en la sección el intendente de Tigre Julio Zamora. En una mesa chica, analizaron un informe sobre seis mil casos que detectó que 3 de cada 4 votantes posibles de Somos se lo quitarían a la Libertad Avanza. Según ese mismo trabajo, dicho espacio mide 4,2% y el 75% de sus votantes tienen como segunda opción la lista de La Libertad Avanza que encabeza Diego Valenzuela. 

Entre los dirigentes que terminan su mandato este año en la Cámara de Diputados, por el peronismo están Constanza María Alonso, Daniel Arroyo, Daniel Gollán, Rogelio Iparraguirre, Mónica Litza, Mónica Macha, Micaela Moran (FR), Leopoldo Moreau, Sergio Palazzo, Marcela Passo (FR), Julio Pereyra, Agustina Propato, Vanesa Siley, Brenda Vargas y Hugo Yasky. De todos ellos, la esposa de Martín Sabatella, Mónica Macha, consiguió lugar en la lista seccional de la primera. El resto, deberá pujar por un sitio que, haciendo una buena elección, podría mantener la cantidad de escaños que ponen en juego. 

Se entiende que ahora sumar a Juan Grabois o al Principios y Valores de Guillermo Moreno achique el margen de maniobra. De allí que se desprende con muchas chances la ruptura del hijo de “pajarito”, otrora militante de Guardia de Hierro en la década del 70. 

El problema mayor lo tendrá el Pro y Somos Buenos Aires. La decisión de los amarillos de ser absorbidos por la Libertad Avanza le quita margen de maniobra para poder renovar todas las bancas que ponen en juego. De los 7 que terminan su mandato, los nombres de Diego Santilli y Alejandro Finocchiaro aparecen como con más chances de estar en las listas ya que  Maria Sotolano, otra que culmina, y ahora integra la lista de candidatos a diputados provinciales por la tercera sección electoral. 

La construcción de Somos Buenos Aires arroja que difícilmente pueda terminar de la misma manera en la confluencia de partidos cuando se arme la lista nacional. Son muchos nombres a renovar para pocos lugares de expectativa real. Desde la  Coalición Cívica terminan su mandato Victoria Borrego, Marcela Campagnoli y  Juan Manuel López. Por su parte, de la lista que ingresó en 2021, deben renovar Emilio Monzó, Florencio Randazzo y Margarita Stolbizer, hoy agrupados en un mismo bloque. En tanto, los pertenecientes a Facundo Manes y Danya Tavela, concluyen ahora y, al menos en el caso del facultativo, buscaría renovar su banca. Este panorama hace presagiar que difícilmente lleguen unidos. En los papeles, el Gen de Stolbizer ya anunció que se aleja de Somos. Es el primer paso para lo que sería otra vez que la mano “oculta” de Sergio Massa haga de las suyas. Todos los caminos conducen a que Emilio Monzó y Margarita Stolbizer terminen armando otra lista con el sello de Nuevos Aires que juega en la elección del 7 de octubre con el abogado mediático Mauricio D´alessandro.  

La Libertad Avanza tendrá pura ganancia en el Congreso Nacional. Tan sólo se vencen los mandatos de José Luis Espert y Carolina Píparo. Es sabido que la predilección del Presidente de Nación es para que el economista encabece la lista en octubre y, salvo los dos lugares “entrables” que le darían al PRO, el resto se armará con tropa propia. Las pujas por los cierres provinciales podrían verse saldadas en la nómina nacional. Es decir que, la interna entre Karina Milei y Santiago Caputo podría tener un paréntesis cuando se definan los integrantes de ese listado. 

Para el oficialismo nacional la mirada estratégica está puesta en la elección de octubre a la que están seguros de ganar. Las proyecciones puertas adentro en el campamento libertario muestran que sería difícil sostener un comportamiento uniforme en las secciones electorales donde el peso de los intendentes hará de las suyas y la baja asistencia a votar será decisiva para lo que hemos denominado semanas atrás la “elección de los remises”. Ya se barajan apuestas donde se cree que la Libertad Avanza podría ganar en la quinta sección electoral y quizá en la estratégica Primera Sección. En el resto tendría dificultades. En la Tercera el peronismo es donde más pie hace y en la Segunda y Cuarta, las alternativas conformadas por los jefes comunales de la región podrían desnivelar a favor de Somos Buenos Aires y Hechos, la fuerza política creada por la familia Passaglia que administra San Nicolás. 

Pero como suele suceder en estos casos, no hay uniformidad de conceptos en tan disímiles mosaicos. Sucede en todas las tribus a las que hay que prestarle más atención en cómo se mueven internamente que en los adversarios que están enfrente. Mientras en Fuerza Patria se multiplican las voces que alientan la posibilidad del triunfo, no son pocos los que creen que la dinámica misma de las apetencias evitaría regalarle ese título a Axel Kicillof. Por otra parte, en la Libertad Avanza la pelea entre “territoriales” y las “fuerzas del cielo” no se agotan allí. Surgen detalles de disconformidad entre los mismos dirigentes que hoy están al frente de las coordinación en los terruños. Los supuestos protegidos de Sebastián Pareja también observaron que se tomaron decisiones sin conocer cabalmente la realidad de los barrios y sus dirigentes que podrían representarlos. Una vez más, asistimos a un escenario que claramente explica por qué hay una creciente sensación que la contienda de septiembre sólo le resuelve los problemas a “la casta”.