Alejado de la televisión, el actor y animador abrió una productora y regresa al teatro

La nueva vida de Lisandro Carret

Debuta esta noche con la comedia ‘Ponete en mis zapatos’ en el Multiescena. Llevará de gira por Estados Unidos a Los Palmeras y en diciembre asumirá un cargo público en Villa del Dique, su lugar en el mundo.

Habla de sus proyectos con el entusiasmo de un adolescente. Sueña en grande “pero con los pies en la tierra”, como se encarga de aclarar. A los 49 años, Lisandro Carret está viviendo un renacer después de abandonar la conducción televisiva y mientras se prepara para asumir nuevos desafíos como actor, como empresario y hasta en la función pública.

"Estoy saliendo de la zona de confort, que a veces de confort no tiene demasiado -admite-. Es el resultado de un proceso largo, no fue de un día para el otro. Ser capricorniano me lleva a tener siempre los pies sobre la tierra, más allá de que mi ascendente en Sagitario me haga un ser creativo y aventurero. También juega en esto la experiencia familiar. Mi viejo (el recordado actor Rafael ‘Pato’ Carret) tuvo proyectos en los que le fue muy bien y en otros muy mal. Entonces aprendí que esa posibilidad siempre hay que tenerla en cuenta. Más aún cuando ya tenés una familia y no podés embarcarte en una aventura de soltero”, dice.

Junto al director Pablo César, quien lo convocó para el filme ‘Después del final’.

Carret estuvo nueve años al frente del ciclo musical televisivo ‘Pasión de sábado’ (América), del que se alejó en julio pasado. "Pero este proceso comenzó hace cinco. Para entonces yo ya había hecho la experiencia de vivir en Estados Unidos. Me había ido a grabar un disco cuando terminé mi participación en 'Feliz Domingo' y me quedé tres años”. Su regreso al país se debió a complicaciones en la salud de su padre; Lisandro quiso estar a su lado. "Perdí la residencia y un montón de cosas pero no me importó nada, aunque siempre me quedó la espina de qué hubiese pasado si me quedaba", reconoce.

En 2018 se asoció con otro argentino, Marcelo Culotta, un empresario de referencia para la comunidad latina de Miami, y juntos fundaron la productora de contenidos, soluciones audiovisuales y espectáculos Jet Lag Entertainment. Superado el mazazo que significó la pandemia, los negocios comenzaron a florecer para ellos, aquí y allá. "Siento que estoy cosechando la siembra de muchos años -afirma-. Hacemos las cosas de manera muy prolija y eso lleva a que la gente quiera trabajar con nosotros".

PREPARADO

Licenciado en Comunicación Audiovisual, locutor nacional, coach ontológico, animador, actor, músico y compositor, Lisandro Carret abrazó a pie juntillas el consejo paterno de que “cuando llegue una oportunidad laboral no te encuentre tirado en la cama esperando sino preparado para poder aprovecharla”.
Nacido en Buenos Aires "por cuestiones de la obra social", a sus diez días de vida la familia regresó a Villa del Dique, Córdoba, "nuestro lugar en el mundo", que es donde hoy sigue viviendo y donde descansan los restos de su padre, del que el pasado 10 de septiembre se cumplió el centenario de su natalicio.

A partir de esta noche y en el teatro Multiescena, Lisandro Carret volverá a actuar en la calle Corrientes. 'Ponete en mis zapatos' es una comedia de dos personajes escrita por Ana Von Rebeur, que junto a Mónica Torres protagonizó hace quince años en Buenos Aires y Villa Carlos Paz. Aquella propuesta ha sido renovada ahora con la inclusión de elementos audiovisuales. "Yo la considero una experiencia sobre las vicisitudes del matrimonio ante el avance de la tecnología y las redes sociales", señala. "Es una propuesta para reírse mucho y también para reflexionar".

-¿Cuál de las muchas actividades que realiza lo describe mejor?

-Yo soy artista y me encanta. Desde chico experimenté todas las facetas del escenario desde el circo, donde cubrí todos los roles, de boletero a payaso y de mago a productor, sonidista y animador.

Hace poco tiempo regresó al Circo Rodas, donde trabajó varias temporadas, pero esta vez como presentador del Festival Internacional de Circo. "Fue entrar en el coreto (la antesala de la pista) y verlo a mi viejo mirándome ahí mismo, yo con catorce años, y todos los ángeles de la gente que ya no está, revoloteando", relata y se emociona hasta las lágrimas.

-¿Qué heredó de su padre?

-El amor por la familia y el respeto por el público y por los compañeros. También el profesionalismo, la costumbre de llegar temprano a los compromisos. Y disfrutar siempre el presente. Papá me dijo una vez 'a mí no me importa si llegás a ser el mejor actor del mundo, o si sos médico o albañil; a mí me importa que seas feliz'. Y cuando él ya no estuvo pude trasmutar el dolor en algo positivo y me comprometí a demostrarle que puedo estar un poco mejor cada día.

-El ‘Pato’ fue una persona muy querida por el público y respetada por sus colegas. Intuyo que algo de su hombría de bien pervive en usted.

-No tengas duda. Me han dicho 'no encuentro uno que hable mal de vos' (risas). Es que no me como ningún clavo, pero no tengo maldad. Aprendí a cuidarme en la profesión y en los negocios, y eso me lo enseñó mi viejo.

-¿Fue esa necesidad de resguardarse la que terminó con su salida de 'Pasión de sábado'?

-La decisión la tomaron ellos (los hermanos Serantoni, productores del programa). Yo les venía pidiendo permiso para viajar a Estados Unidos porque no todo lo de la productora se puede atender desde acá. Les pedí también poder hacer temporada de teatro en verano. Si el programa me hubiera dado los recursos económicos necesarios para vivir y dedicarme a eso por completo, lo hubiese hecho, pero no era así. No les gustó que abriera la productora, que pensara en volver al teatro. En agosto el canal iba a relanzar la programación, entonces se apuró mi salida.

-¿Y el cine? ¿Cómo fue que volvió hace poco tiempo al medio donde debutó a los cuatro años?

-Me convocó el director Pablo César, que hoy se ha convertido en un gran amigo. Tuve un personaje en 'Después del final', una película sobre la vida de la pintora y galerista Luz Castillo. Hice de su marido entre los cuarenta y los sesenta años. Natalia Cociuffo encarnó a Luz en esa etapa. ¡Imaginate! Estaba como un nene. Es mi tercera película. Debuté con papá en 'Patolandia nuclear' y después hice 'Hotel hotel', cine independiente, en 2010. Y ahora esto: el año que viene se va a estrenar en Francia y la vamos a proyectar en Miami también. Ahora Pablo tiene ganas de filmar en Estados Unidos y le ofrecí la productora para cualquier proyecto que quiera emprender allá. Tanto le entusiasmó la idea que va a ser el director de una división de Jet Lag dedicada al cine.

En la actualidad, la productora de Carret trabaja en el desarrollo integral de proyectos musicales y teatrales, y hasta tiene su propio programa de televisión. "Y ahora se viene la gira de Los Palmeras, que en abril viajan por primera vez en cincuenta años a los Estados Unidos", anuncia Lisandro entusiasmado. "Los llevaremos a Miami, Nueva York, Los Angeles, Washington y Las Vegas". La intimidad del tour será registrada por Pablo César con la expectativa de estrenar luego una serie documental.

TURISMO Y CULTURA

Esposo de Erika (diseñadora gráfica y experta en redes) y papá de Rafael y Dante, entre tantos compromisos artísticos y empresariales Carret tiene agendada una fecha muy especial para los próximos meses: el 10 de diciembre asumirá como secretario de Turismo y Cultura de Villa del Dique,en coincidencia con la llegada de Emiliano Torres a la intendencia de esa localidad. "Vamos a llevar a Córdoba y al Valle de Calamuchita a Miami y al mundo", anticipa. "Trabajé en turismo toda la vida y mantengo relación con las oficinas de turismo de todos los lugares que visité. Me voy a esforzar para atraer más visitantes a Córdoba y para instalar esta región en otros destinos”, planifica.

Descuenta que el día que asuma el cargo, desde algún lugar lo estará acompañando el ‘Pato’, inolvidable forjador de sonrisas con Los Cinco Grandes del Buen Humor, en la revista porteña y en sus espacios televisivos infantiles. “Está más presente que nunca. Hace poco, cuando se cumplió su centenario, hicimos un asadito y brindamos por él. Así lo hubiese querido”.