Opinión
La nueva batalla de Kursk con destino incierto
La recordada batalla de Kursk fue un gran enfrentamiento armado que se libró entre julio y agosto de 1943 en la región homónima de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Siguiendo el plan previsto en la Operación Ciudadela, las tropas del ejército alemán desencadenaron un último esfuerzo en el frente oriental contra el Ejército Rojo. Para ello, concentraron en la zona el grueso de sus fuerzas acorazadas y sus armas más modernas, todo ello al mando de algunos de sus generales más prestigiosos.
La idea de la conducción alemana, de una victoria cercana, no fue posible. La extensión de las reservas soviéticas era mucho mayor de lo que él creía. Estas reservas se utilizaron para reequipar al 5º Ejército de Tanques, que dio inicio a la Operación Polkovodets Rumyantsev, el 3 de agosto de 1943. El resultado fue una batalla de desgaste de hombres y materiales, cada vez más escasos, para Alemania. Después de ella, Alemania perdió la capacidad de realizar grandes operaciones ofensivas estratégicas en el frente oriental y la iniciativa estratégica, finalmente, pasó al Ejército Rojo.
LUCHA EN TERRITORIO FRONTERIZO
En el Kursk actual (2024) y al cierre de este artículo, las tropas ucranianas continúan luchando en el territorio fronterizo ruso. Pero conservar los territorios conquistados en la región de Kursk será extremadamente difícil. Existe el riesgo de que el frente ucraniano se extienda demasiado. Mientras tanto, Rusia sigue avanzando en Donbass a paso firme. La importante ciudad de Chassiv Yar a punto de caer en manos de los rusos.
Fuerzas parciales de un total de tres brigadas ucranianas avanzaron cada una hasta casi 15 kilómetros en territorio ruso y tomaron posesión del terreno al suroeste de Kursk. Ucrania intenta avanzar lo más lejos posible, especialmente con elementos ligeros y fuerzas especiales. Las rutas principales se evitan porque ya están siendo observadas por drones rusos y están siendo atacadas.
Como siempre en esta guerra, la información proporcionada por ambas partes en conflicto debe evaluarse con la mayor cautela. La niebla de la guerra 2.0 que venimos mencionando y el lector y seguidor “pinturita”, ya la sabe distinguir.
Las imágenes y vídeos de los soldados ucranianos de las aldeas que han capturado se utilizan principalmente para la guerra de información selectiva. Esto también se aplica a las imágenes de columnas rusas destruidas y soldados rusos capturados. Con ello se pretende crear una dinámica como la que tuvo lugar, en la zona de Járkov, en otoño de 2022. En ese momento, los soldados rusos pensaron que estaban a punto de ser flanqueados. Entonces se replegaron. Sin embargo, este enfoque sólo funciona en las primeras 72 horas de un ataque sorpresa y esta ventana de oportunidad ya pasó.
De acuerdo con nuestras observaciones, el ataque también sorprendió a muchos analistas occidentales. Nosotros lo adelantamos la semana pasada y hoy está más claro. Creemos que el objetivo estratégico de Ucrania es salir de los titulares negativos a corto plazo y fortalecer la moral de su propia población. A mediano plazo, se están haciendo intentos para inmovilizar a las fuerzas rusas que han sido reubicadas desde Donbass y, así, romper el impulso ruso allí.
Sin embargo, a largo plazo, el objetivo de Ucrania es mejorar su propia posición en el campo de batalla. De esta manera espera alcanzar una posición negociadora más favorable. La situación en Ucrania también debe verse en el contexto de un nuevo agravamiento de la situación en Oriente Medio. Si realmente se produjera un ataque de represalia iraní contra Israel, este tema dominará los titulares. Pero Ucrania necesita atención y presencia mediática si quiere seguir recibiendo apoyo, especialmente de Estados Unidos.
También estas declaraciones nos dan algo de luz en esta niebla 2.0: “Hay dos razones fundamentales detrás de la descarada incursión del régimen de Kiev en la región rusa de Kursk y de sus intentos de bombardear y capturar la estación de medición de gas de Sudzha”, dijo a ‘Sputnik’ el diputado eslovaco Milan Uhrik. "La primera razón es la proximidad de la región y la necesidad del régimen ucraniano de mostrar a sus patrocinadores occidentales algunos éxitos en el campo de batalla", explicó Uhrik, quien es líder del Movimiento de la República.
"El segundo objetivo es desestabilizar a los países que compran materias primas baratas a Rusia y, al mismo tiempo, no quieren suministrar armas al conflicto", sugirió el político, refiriéndose a Eslovaquia y Hungría, cuyos respectivos dirigentes se han opuesto constantemente a la transferencia de armas a Kiev y continuaron comprando suministros de petróleo y gas rusos en tránsito a través de Ucrania para garantizar su seguridad energética.
Pero, como adelantamos, las fuerzas ucranianas para negociar en fuerza, buscaron capturar la central nuclear. Se plantearon un objetivo muy difícil de lograr y no lo lograron, como lo hicieron en la pasada (y difundida) ofensiva de verano de 2023, que los desgastó mucho.
“CENTRAL DE KURSK”
Desde los primeros días de la invasión de Ucrania, los rusos han controlado la central eléctrica (ucraniana) de Zaporizhzhya, que es la central nuclear con mayor producción de electricidad de Europa y se encuentra entre las instalaciones de producción de energía más grandes del mundo. Sabemos lo crucial que es la cuestión de la infraestructura energética para Ucrania, que es bombardeada periódicamente por los rusos, con efectos devastadores. Ya en el canal único de televisión ucraniano se anuncian anuncios para sensibilizar a la población sobre el hecho de que a partir de octubre se reanudarán los apagones previstos para remediar la escasez de electricidad.
¿Es posible que el objetivo del ataque ucraniano sea alcanzar la central eléctrica de Kursk, o al menos amenazarla tanto que pueda llegar a un acuerdo con los rusos sobre la central eléctrica de Zaporizhzhya? Tal vez. Lo cierto es que la central rusa se encuentra a más de 70 kilómetros de la frontera con Ucrania y para lograr este objetivo las tropas de Kiev debían (¿debían?) realizar una penetración verdaderamente notable, que en pocos días ya parece haberse vuelto imposible.
Después de un avance inicial, las tropas ucranianas se retiraron a sectores donde pudieran establecer posiciones fortificadas y mantener terreno.
Hay informes de que unidades de ingenieros de combate ucranianas ya están trabajando en el sector. Colocaron campos minados en las carreteras que conducían a las posiciones ocupadas por las tropas ucranianas.
Los rusos sufrieron pérdidas de personal y material de las unidades fronterizas. El mando ruso del Grupo de Fuerzas del Norte desplegó en la región el Regimiento Akhmat (checheno), especializado en combate urbano y la 810 Brigada de Infantería de Marina, y estas tropas lograron estabilizar la situación. La aviación y la artillería rusas comienzan a atacar posiciones ucranianas.
No hay indicios de que los rusos estén enviando más tropas a la región desde el frente en el Donbass. En el momento actual, parece que los rusos mantendrán su estrategia de desgaste y fijación de tropas ucranianas, teniendo incluso que admitir la ocupación de parte de su territorio. De continuar la situación actual, el mando ucraniano estaría sacrificando valiosos recursos en personal y material en este nuevo frente, sin que los rusos se vean obligados a comprometer recursos significativos.
Algunos interrogantes que podemos hacernos: ¿dónde "encontró" Zelensky a los 10.000 hombres que ha estado utilizando para invadir la región rusa de Kursk durante una semana? ¿Será posible que sus fuerzas cuenten con tantos hombres para comprometerse a largo plazo en una empresa de resultado tan incierto? La respuesta más razonable todavía parece ser la siguiente: el objetivo de la ofensiva ucraniana es a corto plazo y Kursk es una carta que hay que jugar en poco tiempo. ¿Pero para qué?
DESAFÍO POR DELANTE
Ucrania debe conservar el territorio tomado militarmente. Esto significa que tiene que prepararse para una defensa sostenible. El gran riesgo para Ucrania reside en el hecho de que las preciosas reservas, que realmente se necesitan en el Donbass, ahora se agotarán en la región de Kursk. Si quieren conservar el espacio que han ganado al suroeste de Kursk, tienen que seguir sumando fuerzas y proporcionándoles soldados, equipo, armas y municiones. Los soldados también tienen que establecer posiciones defensivas bajo la constante amenaza rusa, especialmente desde el aire.
CONSECUENCIAS
Si los cálculos de los ucranianos no funcionan en los próximos días y semanas, a partir de ahora tendrán que abastecer un frente aún más largo. Rusia, por su parte, tiene hasta 700.000 soldados disponibles a finales de año, según declaraciones del Estado Mayor ucraniano. Esto significa que Rusia puede continuar la guerra de desgaste, a pesar de la incursión enemiga en Kursk. En el peor de los casos, Ucrania se excedió con su ofensiva cerca de Kursk.
Esta operación puede deparar otro titular como este: “Ucrania pierde a más de 1.000 efectivos en la batalla por un solo pueblo en la orilla izquierda del Dniéper”. Al menos 262 soldados han muerto y otros 778 han desaparecido en combate tras nueve meses de combates por el control de Krynky.
En el desarrollo de la noticia dicho diario agrega: “Más de 1.000 soldados ucranianos podrían haber muerto intentando establecer un punto de apoyo militar en la orilla izquierda del río Dniéper. La operación por el control de la aldea de Krynky, liderada por el teniente general caído en desgracia Yuriy Sodol, comenzó hace nueve meses. Desde entonces, la cifra confirmada de víctimas mortales supera las 260, según el recuento del medio de comunicación de investigación Slidstvo, con sede en Kyiv. Otros 778 militares permanecen en paradero desconocido. “El tiempo dirá” si el avance ucraniano en Kursk “fue en última instancia prudente”.
La idea de la conducción alemana, de una victoria cercana, no fue posible. La extensión de las reservas soviéticas era mucho mayor de lo que él creía. Estas reservas se utilizaron para reequipar al 5º Ejército de Tanques, que dio inicio a la Operación Polkovodets Rumyantsev, el 3 de agosto de 1943. El resultado fue una batalla de desgaste de hombres y materiales, cada vez más escasos, para Alemania. Después de ella, Alemania perdió la capacidad de realizar grandes operaciones ofensivas estratégicas en el frente oriental y la iniciativa estratégica, finalmente, pasó al Ejército Rojo.
LUCHA EN TERRITORIO FRONTERIZO
En el Kursk actual (2024) y al cierre de este artículo, las tropas ucranianas continúan luchando en el territorio fronterizo ruso. Pero conservar los territorios conquistados en la región de Kursk será extremadamente difícil. Existe el riesgo de que el frente ucraniano se extienda demasiado. Mientras tanto, Rusia sigue avanzando en Donbass a paso firme. La importante ciudad de Chassiv Yar a punto de caer en manos de los rusos.
Fuerzas parciales de un total de tres brigadas ucranianas avanzaron cada una hasta casi 15 kilómetros en territorio ruso y tomaron posesión del terreno al suroeste de Kursk. Ucrania intenta avanzar lo más lejos posible, especialmente con elementos ligeros y fuerzas especiales. Las rutas principales se evitan porque ya están siendo observadas por drones rusos y están siendo atacadas.
Como siempre en esta guerra, la información proporcionada por ambas partes en conflicto debe evaluarse con la mayor cautela. La niebla de la guerra 2.0 que venimos mencionando y el lector y seguidor “pinturita”, ya la sabe distinguir.
Las imágenes y vídeos de los soldados ucranianos de las aldeas que han capturado se utilizan principalmente para la guerra de información selectiva. Esto también se aplica a las imágenes de columnas rusas destruidas y soldados rusos capturados. Con ello se pretende crear una dinámica como la que tuvo lugar, en la zona de Járkov, en otoño de 2022. En ese momento, los soldados rusos pensaron que estaban a punto de ser flanqueados. Entonces se replegaron. Sin embargo, este enfoque sólo funciona en las primeras 72 horas de un ataque sorpresa y esta ventana de oportunidad ya pasó.
De acuerdo con nuestras observaciones, el ataque también sorprendió a muchos analistas occidentales. Nosotros lo adelantamos la semana pasada y hoy está más claro. Creemos que el objetivo estratégico de Ucrania es salir de los titulares negativos a corto plazo y fortalecer la moral de su propia población. A mediano plazo, se están haciendo intentos para inmovilizar a las fuerzas rusas que han sido reubicadas desde Donbass y, así, romper el impulso ruso allí.
Sin embargo, a largo plazo, el objetivo de Ucrania es mejorar su propia posición en el campo de batalla. De esta manera espera alcanzar una posición negociadora más favorable. La situación en Ucrania también debe verse en el contexto de un nuevo agravamiento de la situación en Oriente Medio. Si realmente se produjera un ataque de represalia iraní contra Israel, este tema dominará los titulares. Pero Ucrania necesita atención y presencia mediática si quiere seguir recibiendo apoyo, especialmente de Estados Unidos.
También estas declaraciones nos dan algo de luz en esta niebla 2.0: “Hay dos razones fundamentales detrás de la descarada incursión del régimen de Kiev en la región rusa de Kursk y de sus intentos de bombardear y capturar la estación de medición de gas de Sudzha”, dijo a ‘Sputnik’ el diputado eslovaco Milan Uhrik. "La primera razón es la proximidad de la región y la necesidad del régimen ucraniano de mostrar a sus patrocinadores occidentales algunos éxitos en el campo de batalla", explicó Uhrik, quien es líder del Movimiento de la República.
"El segundo objetivo es desestabilizar a los países que compran materias primas baratas a Rusia y, al mismo tiempo, no quieren suministrar armas al conflicto", sugirió el político, refiriéndose a Eslovaquia y Hungría, cuyos respectivos dirigentes se han opuesto constantemente a la transferencia de armas a Kiev y continuaron comprando suministros de petróleo y gas rusos en tránsito a través de Ucrania para garantizar su seguridad energética.
Pero, como adelantamos, las fuerzas ucranianas para negociar en fuerza, buscaron capturar la central nuclear. Se plantearon un objetivo muy difícil de lograr y no lo lograron, como lo hicieron en la pasada (y difundida) ofensiva de verano de 2023, que los desgastó mucho.
“CENTRAL DE KURSK”
Desde los primeros días de la invasión de Ucrania, los rusos han controlado la central eléctrica (ucraniana) de Zaporizhzhya, que es la central nuclear con mayor producción de electricidad de Europa y se encuentra entre las instalaciones de producción de energía más grandes del mundo. Sabemos lo crucial que es la cuestión de la infraestructura energética para Ucrania, que es bombardeada periódicamente por los rusos, con efectos devastadores. Ya en el canal único de televisión ucraniano se anuncian anuncios para sensibilizar a la población sobre el hecho de que a partir de octubre se reanudarán los apagones previstos para remediar la escasez de electricidad.
¿Es posible que el objetivo del ataque ucraniano sea alcanzar la central eléctrica de Kursk, o al menos amenazarla tanto que pueda llegar a un acuerdo con los rusos sobre la central eléctrica de Zaporizhzhya? Tal vez. Lo cierto es que la central rusa se encuentra a más de 70 kilómetros de la frontera con Ucrania y para lograr este objetivo las tropas de Kiev debían (¿debían?) realizar una penetración verdaderamente notable, que en pocos días ya parece haberse vuelto imposible.
Después de un avance inicial, las tropas ucranianas se retiraron a sectores donde pudieran establecer posiciones fortificadas y mantener terreno.
Hay informes de que unidades de ingenieros de combate ucranianas ya están trabajando en el sector. Colocaron campos minados en las carreteras que conducían a las posiciones ocupadas por las tropas ucranianas.
Los rusos sufrieron pérdidas de personal y material de las unidades fronterizas. El mando ruso del Grupo de Fuerzas del Norte desplegó en la región el Regimiento Akhmat (checheno), especializado en combate urbano y la 810 Brigada de Infantería de Marina, y estas tropas lograron estabilizar la situación. La aviación y la artillería rusas comienzan a atacar posiciones ucranianas.
No hay indicios de que los rusos estén enviando más tropas a la región desde el frente en el Donbass. En el momento actual, parece que los rusos mantendrán su estrategia de desgaste y fijación de tropas ucranianas, teniendo incluso que admitir la ocupación de parte de su territorio. De continuar la situación actual, el mando ucraniano estaría sacrificando valiosos recursos en personal y material en este nuevo frente, sin que los rusos se vean obligados a comprometer recursos significativos.
Algunos interrogantes que podemos hacernos: ¿dónde "encontró" Zelensky a los 10.000 hombres que ha estado utilizando para invadir la región rusa de Kursk durante una semana? ¿Será posible que sus fuerzas cuenten con tantos hombres para comprometerse a largo plazo en una empresa de resultado tan incierto? La respuesta más razonable todavía parece ser la siguiente: el objetivo de la ofensiva ucraniana es a corto plazo y Kursk es una carta que hay que jugar en poco tiempo. ¿Pero para qué?
DESAFÍO POR DELANTE
Ucrania debe conservar el territorio tomado militarmente. Esto significa que tiene que prepararse para una defensa sostenible. El gran riesgo para Ucrania reside en el hecho de que las preciosas reservas, que realmente se necesitan en el Donbass, ahora se agotarán en la región de Kursk. Si quieren conservar el espacio que han ganado al suroeste de Kursk, tienen que seguir sumando fuerzas y proporcionándoles soldados, equipo, armas y municiones. Los soldados también tienen que establecer posiciones defensivas bajo la constante amenaza rusa, especialmente desde el aire.
CONSECUENCIAS
Si los cálculos de los ucranianos no funcionan en los próximos días y semanas, a partir de ahora tendrán que abastecer un frente aún más largo. Rusia, por su parte, tiene hasta 700.000 soldados disponibles a finales de año, según declaraciones del Estado Mayor ucraniano. Esto significa que Rusia puede continuar la guerra de desgaste, a pesar de la incursión enemiga en Kursk. En el peor de los casos, Ucrania se excedió con su ofensiva cerca de Kursk.
Esta operación puede deparar otro titular como este: “Ucrania pierde a más de 1.000 efectivos en la batalla por un solo pueblo en la orilla izquierda del Dniéper”. Al menos 262 soldados han muerto y otros 778 han desaparecido en combate tras nueve meses de combates por el control de Krynky.
En el desarrollo de la noticia dicho diario agrega: “Más de 1.000 soldados ucranianos podrían haber muerto intentando establecer un punto de apoyo militar en la orilla izquierda del río Dniéper. La operación por el control de la aldea de Krynky, liderada por el teniente general caído en desgracia Yuriy Sodol, comenzó hace nueve meses. Desde entonces, la cifra confirmada de víctimas mortales supera las 260, según el recuento del medio de comunicación de investigación Slidstvo, con sede en Kyiv. Otros 778 militares permanecen en paradero desconocido. “El tiempo dirá” si el avance ucraniano en Kursk “fue en última instancia prudente”.