La magia púrpura sigue viva con Glenn Hughes

Glenn Hughes-50th Anniversary of ‘Burn’. Con: Soren Andersen (guitarra), Ash Sheehan (batería), Bob Fridzema (teclados). El lunes 13 en El Teatro de Flores.

Fortuna, esa es la palabra que puede definir musicalmente este año a los argentinos, ya que a la visita de Deep Purple, en abril para el ‘Master of Rock’, se le sumó también la de Glenn Hughes, otrora cantante y bajista de la banda entre 1974 y 1976.
En el show brindado el lunes en el Teatro de Flores, Hughes dejó maravillado a todo el público que acudió a verlo bajo la excusa de celebrar los cincuenta años de ‘Burn’, una de las obras maestras de Deep Purple, con dos cosas sencillas pero muy difíciles de tener, carisma y un talento intacto.

LA QUIMICA
Cuando Hughes ingresó a Purple no sólo aportó la voz y el bajo, también un sonido funk que hasta su llegada la banda no tenía. Previo al show, en diálogo con La Prensa, el músico señaló sobre esa afirmación que “todos nos influimos unos a otros, y lo mismo pasó cuando estaba en Purple; es una mezcla, una química”.
Lo hecho el lunes por Hughes fue una clara demostración de que no es necesaria la parafernalia que rodea a muchos artistas para brindar un show de calidad. Sólo hace falta una voz intacta (increíble que con 72 años siga ‘sonando’ como cuando tenía 20) y estar apoyado en una banda de calidad como la que conformó por Andersen, Sheehan y Fridzema.
Dos horas exactas duró un recital en el que se celebraron las bodas de oro de ‘Burn”, el disco editado por Purple en 1974 y del cual formo parte Hughes, además de otros monstruos como David Coverdale en voz, Ritchie Blackmore en guitarra, Jon Lord teclados y Ian Paice en batería, compañeros de ruta que sólo recibieron elogios durante toda la noche.

JUSTO Y NECESARIO
Nueve temas fueron suficientes para dejar al público satisfecho, algo que el músico logró siempre que visitó el país. El arranque fue con ‘Stormbringer”, del álbum homónimo; luego se sucedieron verdaderas joyas del primer disco de Hughes con Deep Purple como ‘Might Just Take Your Life”, ‘Sail Away’ y ‘Mistreated”. ‘Gettin' Tighter’ (dedicada a su amigo, ya fallecido, Tommy Bolin) y ‘You Keep On Moving’, de la placa ‘Come Taste the Band”, también de la época de Hughes en la banda.
El cierre fue con ‘Highway Star’ (aunque celebrada por el público, inexplicable su elección ya que no pertenece a la época de Hughes en Deep Purple) y ‘Burn”, la cual se llevó todos los aplausos de la noche.
Un show enérgico e inolvidable que demuestra, no sólo que Hughes sigue impecable a pesar de esos años de excesos, sino que también la magia de Deep Purple sigue vigente como siempre.

Calificación: Excelente