A 42 años de la Gesta

La larga travesía del ARA Bahía Paraíso

El 27 de junio de 1982 regresaba a Buenos Aires el transporte polar tras realizar importantes misiones antes, durante y después de la guerra.

 

Por Fernando Bernabé Santos *

Un día como hoy, hace 42 años (era un domingo a las 14.30), regresábamos a nuestro puerto natural -Buenos Aires- escribiendo una página en la historia naval.

La biografía del transporte polar ARA Bahía Paraíso es poco conocida.

En la primera navegación operó durante seis meses (del 26-12-1981 hasta el 27-06-1982) y navegó 25.000 millas, de un buque neófito paso a ser un veterano de los mares australes.

Participó en los dos Teatros de Operaciones: Georgias y Malvinas (22 de marzo al 27 de junio 1982) y cumplió tareas en todas las fases de una operación: Alistamiento, despliegue, sostenimiento y repliegue.

El Bahía Paraíso fue un protagonista silencioso y testigo mudo de los acontecimientos acaecidos en la Guerra de Malvinas. Sin darse cuenta, siempre trabajo en la conjuntez, apoyo logísticamente a la Fuerza Aérea Argentina, al Ejército Argentino y a la Armada Argentina.

MISION MALVINAS

El 27 de abril de 1982, zarpó de la Base Naval de Puerto Belgrano como buque hospital y se le adiciono una tarea con alto riesgo, llevar víveres (p/10.000 hombres para 30 días), vestuario (4.000 uniformes de combate) y combustibles (3.250 m3 gasoil y JTP1)    

En Malvinas, en Puerto Argentino dejó a los pañoles, depósitos y cámaras abarrotados de víveres y los tanques llenos de combustibles. En los puertos Mitre, Yapeyú e isla Borbón aprovisionó parcialmente de víveres, entregó medicamentos y 250 litros de sangre al buque hospital inglés Uganda.   

Bernabé Santos (izq.) durante un reciente homenaje a veteranos.

De buque antártico paso a ser de apoyo de combate, de traslado de prisioneros ingleses, de puente logístico móvil de nuestros helicópteros, de hospital, de Intendencia y de repliegue de nuestros combatientes.     

EXPERIENCIAS VIVIDAS

Fueron muchas las experiencias vividas por la joven dotación, la edad promedio era de 23 años.

Se detallan a continuación las situaciones reales que debió enfrentar el transporte polar:

* Las acciones de apoyo de combate en Georgias.

* El choque frontal con las primeras bajas.

* La cura de heridos propios e ingleses.

* La recepción y tratamiento de prisioneros.

* La búsqueda y rescate de sobrevivientes del Crucero General Belgrano.

* La tarea compleja de preparación de los caídos en féretros para su traslado final.

* Las tareas humanitarias como hospital.

* El traslado de los heridos graves.

* El protagonismo de los veedores de la Cruz Roja Internacional en el teatro de operaciones.

* El espíritu de cuerpo de todos los equipos de trabajo embarcados.

* El repliegue de nuestros combatientes y la realidad de la guerra.   

Bernabé Santos, a la derecha, en cubierta del Bahía Paraíso junto al conscripto Asta, en 1982.

Además, se pudo palpar de primera mano:

* A través de los sobrevivientes del Crucero General Belgrano, lo que siente un marino que tiene que abandonar su buque ante una impotencia total por las explosiones e incendios para sobreponerse y sobre llevar una inesperada supervivencia. Todos los sobrevivientes se protegían y con prioridad a los heridos. El Buque hospital Bahía Paraíso rescató a los sobrevivientes que más días estuvieron en el mar, los que más frio sufrieron y los que más lejos estaban del punto del hundimiento (100 km de distancia, las balsas navegaban hacia la Antártida).

* Las tareas de la sanidad en combate: se recibieron 94 combatientes heridos del Buque hospital ingles Uganda, se realizaron 264 prácticas médicas, 41 intervenciones quirúrgicas y revisaciones médicas generales a 2.400 combatientes en el repliegue.

* El poder del Reino Unido al navegar el 17 de junio por el centro del núcleo de la flota Inglesa (10 buques de guerras y aproximadamente como 30 buques logísticos de gran porte, todos con cubierta de vuelos).

* La mochila pesada de nuestros combatientes en la fase final. La desolación y el desgaste físico eran los testigos mudos de los acontecimientos.

* El choque frontal con la realidad de la guerra, fueron largas las tertulias con los combatientes en la fase repliegue (limitaciones, hambre, frio, valor y supervivencia).

* El cúmulo de estas experiencias nos marcaron para toda la vida. Cumplimos nuestras tareas en forma normal, con mucho compromiso por la causa y con nuestros combatientes, vivimos todos los estadios evolutivos de guerra.

* Un conflicto armado deja huellas profundas a los combatientes y sobre todo en lo psicológico, cada tratamiento debería ser tratado con especial atención y no como un número estadístico.

* En Malvinas, quedaron muchas lecciones aprendidas y todos aprendimos. Su trascendencia produjo efectos que significaron una revolución en lo político, militar, económico, tácticas, doctrinas, procedimientos y trabajo en equipo.

Honor y gloria para los 649 héroes combatientes que dieron su vida por la Patria.

* Capitán de Navío Contador (RE) – VGM. Tripulante del buque ARA Bahía Paraíso.