QUEDAN PRECIOS POR ACTUALIZAR

La inflación pudo haber encontrado su piso

Por Carlos Pérez *

Con ajustes de precios relativos pendientes, la desinflación encontrará un freno en el tercer trimestre. Si bien el mes de mayo habría cerrado en torno al 5% mensual, siendo el menor registro desde 2022, esto ocurrió en un marco de postergación de los ajuste tarifarios (-2,3 puntos) que difícilmente se sostenga muchos meses dado el objetivo de déficit fiscal cero de las autoridades. 

Así, con salarios que podrían comenzar a empardarle a la inflación, una brecha cambiaria que no puede descartarse que vuelva a mostrar algún signo de tensión, aumentos de combustibles ya pautados, posibles subas en tarifas de servicios regulados y efectos de segunda ronda, luce complejo quebrar el registro de inflación general del 4% mensual hacia el segundo semestre.

Prevemos que la inflación suba un leve escalón durante el tercer trimestre, aportando los regulados dos puntos mensuales. La inflación del mes de mayo se habría ubicado en torno al 5% mensual (versus el 8,8% en abril), siendo el quinto mes consecutivo de desaceleración del índice de precios al consumidor (IPC) luego del salto de diciembre y el menor registro desde fines de 2022. 

Esto sucedió en un marco de fuerte recesión económica y con el ancla cambiaria y el ajuste fiscal y monetario operando. La moderación de mayo se explicó también por la decisión de las autoridades de posponer los aumentos de tarifas reguladas, reduciendo el impacto en el IPC en 2,3 puntos. 
En detalle, se aplazaron los ajustes en tarifas de electricidad y gas para residenciales de mayores ingresos y sectores productivos (comercios e industrias) que estaban programadas para el quinto mes (115% y 25%, respectivamente).

De esta forma, se verificó un ahorro por esta vía en términos de inflación de 1,8 puntos. Asimismo, se postergó el primer ajuste automático de tarifas de transporte y distribución de electricidad y gas (mecanismo pensado para mantener constante el valor real de los ingresos las trasportadoras y distribuidoras), se relegó la actualización en el impuesto a los combustibles (0,3 puntos en mayo) y se dio marcha atrás en los aumentos de prepagas, que implicó una baja en la tarifa promedio del 11% en el mes (0,24 puntos). 

Vale mencionar que el rubro de los regulados explicó buena parte de los aumentos del IPC entre diciembre y abril (+21% promedio mensual). 
En efecto, ya en abril la inflación núcleo había exhibido un registro del 6,3% mensual, el menor en 15 meses, pero con los fuertes aumentos en regulados (18,4%), el nivel general se ubicó en la zona del 8,8%.

Adicionalmente, otros indicadores de precios también exhibieron una significativa desaceleración. En detalle, el índice de precios mayoristas (IPIM) registró una suba del 3,4% mensual en abril, con un alza del 4,1% en los productos manufacturados, siendo en ambos casos los menores registros desde diciembre de 2021. 

Por su parte, el índice de costos de la construcción (ICC) también exhibió una franca desaceleración, alcanzando un incremento del 4% mensual, el mínimo guarismo desde abril de 2022.  

En definitiva, se evidencia una franca desaceleración en los índices de precios desde el pico observado en diciembre, en un marco de fuerte recesión económica y con el tipo de cambio oficial, el ajuste fiscal y la fuerte absorción monetaria funcionando como anclas.

 No obstante, la última baja también se debió a la decisión de las autoridades de postergar los aumentos de precios regulados, una medida de muy corto plazo que opera en detrimento del objetivo fiscal. 

Aún más, esta baja se dio en un marco de fuerte caída de la actividad económica. Así, continuar con el sendero de baja de la inflación hacia delante será más complicado, con ajustes de precios relativos pendientes (salarios, tarifas y demás).

Durante mayo y junio las autoridades han privilegiado continuar mostrando una reducción de la inflación a seguir avanzando en la corrección de precios relativos. Sin embargo, la experiencia reciente demostró que el congelamiento de los precios regulados no es una estrategia sostenible, ya que complica el cumplimiento del objetivo prioritario de la actual administración de cero déficit fiscal. 

En esta línea, la semana pasada las autoridades publicaron dos decretos que indicarían que, en adelante, se retomaría los aumentos de tarifas. El riesgo es el de enamorarse de un sendero de desinflación a costa de desandar la iniciada corrección de precios relativos.

* Director de la Fundación Capital.